ÚNICO

55 6 10
                                    

Los personajes e historia son ficticios.

Lo amó al rubio gigantón, pero este OS salió de la nada después de ver una publicación en tyc. Espero disfruten y no se enojen.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




(•••)

Todo había empezado después de ganar la Premier League. Álvarez siempre supo que su actitud introvertida y su forma de enfrentar el mundo, era muy diferente a la del noruego. Erling podía estar rodeado de cientos de personas y lograr siempre acaparar el foco y ser el centro de atención. Mientras que Julián, él prefería quedarse en un costado, en un lugar seguro, y observar a su pareja. Lástima que, con el tiempo, se había dejado estar, siendo siempre la sombra de Erling, ya sea en el equipo o en su vida diaria.

Sólo sabe que algo en su cabeza hizo click, en el momento que ganaron por tercera vez consecutiva la liga inglesa. La fiesta post-partido, había sido caótica. Alcohol en demasía, Grealish y Foden teniendo, prácticamente, sexo en un esquina, Rubén Díaz y Bernardo discutiendo en portugués sobre Dios sabrá qué, y Julián siendo arrastrado por todo el lugar debajo del brazo de Haaland.

Había estado bien, al principio, hasta que el comentario de una persona ajena al club, que seguramente se había colado en la fiesta, lo hizo quedarse estático, y más aún después de escuchar la respuesta de su pareja.

—You are lucky, blonde. You have a beautiful trophy wife who loves to warm benches. (Son un suertudo, rubio. Tenés a una esposa trofeo muy hermosa, a la cuál le encanta calentar bancos).

—I know. Juli will always be number two. (Lo sé, Juli siempre va a ser el número dos).

Álvarez no lo pudo contener más, el alcohol y la traición que apretaba con fuerza su corazón, lo hicieron retroceder unos pasos, liberándose del noruego, sin recibir alguna reacción por la parte contraria, el cuál seguía tranquilamente la conversación. Sus piernas se dirigieron automáticamente a la puerta de salida, dónde Phil trataba sin éxito sacar a Jack de la fiesta. El inglés menor, notó al instante que algo malo le pasaba a su amigo, llamándolo con una mano para que se acercara.

—Juli, ¿Are You okey? (Juli, ¿Estás bien?).

—No… yo. — Las lágrimas empezaron a correr sin control por el rostro del de ojos castaños, dándose cuenta de la cantidad de veces que Erling había hecho comentarios sobre su falta de minutos en la cancha debido a la titularidad del contrario.

Las frases cómo: “Sé que siempre que miro al banco, mí pequeña araña va a estar ahí” o un simple “Siempre que salga de la cancha, sé que te voy a dejar un partido que ya  está prácticamente ganado”, eran su día a día, y él, cómo el pelotudo enamorado e inseguro, que siempre había sido, se dejó endulzar con un par de palabras bonitas que tapaban la crueldad detrás de estás.

VENDETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora