Lo había dicho perfectamente, por lo cual la distancia se había extendido por una semana, una semana realmente larga para ambos.
Cuando escucho esa noticia solo podía sentir una enorme furia, una noticia buena decía, la única buena noticia era su intención de llevársela a Finlandia y ahora todo cambio, en ese momento en la cual todo cambió, odiaba a ese hombre que ni conocía por seducir a su amiga <<según lo que cree>> se preguntaba ¿de dónde demonios había salido? Aunque no creía que pasase tanto tiempo para que un hombre se aparezca de la nada y que se iban a casar, no, lo creía irreal Amy no podría casarse y menos tan joven.
Eran muy tonto pensar que se iba a poner contento con la noticia, o era tonto esperar una reacción aprobada por su parte, esa semana larga fue cuando ambos tomaban sus propias decisiones en las cuales Alex estaba convencido de que ya no quería saber nada. Donde eran cuestiones malas, había despertado con el rostro más hinchado de lo común a consecuencia de los golpes que había sufrido por ese grupo de chicas. Ya al despertar mejor notaba como su rostro ya no estaba tan hinchado mostrándose feliz consigo misma por curarse muy rápido con tantas cosas en su mente no sabía que había pasado la noche en esa casa, se sentía muy avergonzada que intento "escaparse" sin que Víctor se entere
— No te vayas quédate un poco más, además tu rostro se está curando y no tienes que darle explicaciones a nadie— mientras tocaba su mejilla
— Bueno en unos días será mi cumpleaños no quiero que mi madre ni nadie me haga preguntas
— Está bien entonces quédate hasta que te cures por completo, déjame cuidarte
Amy no entendía bien esa clase de trato, pero después de ese beso no paraba de imaginarlo, sin evitarlo le hizo una pregunta
— ¿yo te gusto o algo así? — preguntando de una forma muy tímida
— Claro, a menos que me consideres muy mayor y lo entendería
Sin aguantar solo fue directo a sus labios para besarlo, solo le decía una y otra vez que la edad no le importaba.
Después de unos minutos de intensos besos, Amy intento quitarse la blusa, pero Víctor se lo impidió —te deseo— dice Amy, lo decía con tanta seguridad que se lo había permitido, al momento de solo quedar con el corpiño puesto acompañado de algunos golpes sabía que podía soportarlo, lo decía tan enserio que solo la cargo hasta su habitación y la coloco en la cama para verla como se veía con golpes no quería provocarle dolor, solo se colocó en la cama para tomarla y ponerla encima de sus piernas, dejando que Amy se pose encima, las manos de Víctor acariciaba sus brazos para ir a sus pechos
— Amy por favor si te duele y no puedes disimularlo entonces voy a parar
— Está bien acepto— respondió
— De acuerdo entonces continúa querida
Al decirle eso sonrió de una forma muy picara.
Los besos continuaban, mientras lo hacían se decían cosas bonitas, el aliento fresco de Amy respiraba tan cerca de su oído que le daba pequeños mordiscos para que Víctor comience a gemir de a poco, su cuerpo comenzaba a reaccionar que en lugar de apretar sus piernas apretaba las sábanas de su cama y hacerse sus propios nudos, Amy continuaba usando su boca y sus manos acariciando su torso bajando a su entrepierna notando que estaba listo, para ponerlo directo a su boca —esto si es nuevo— con una pequeña risa pero después cambiaron a más gemidos del hombre, además de experimentar la primera vez una felación
— Me alegra saber que soy la primera— viéndose ambos a los ojos
Las piernas de Amy estaban tan mojadas que no permitió otro acto que ponerlo adentro suyo, no podía seguir esperando, Víctor sentía algo caliente y apretado que no pudo evitar abrazar a Amy de manera muy fuerte, pero Amy fue más fuerte que pudo soportarlo.
ESTÁS LEYENDO
El efecto de un deseo
Random-tu estas allá y yo estoy aquí- Un deseo no intensional hace que una hermosa joven se convierta a alguien del sexo opuesto y viendo su vida desde otra perspectiva dejando flashback de esa vida pasada, Bien dicen que la mejor arma de las personas es...