capitulo 17

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Se miraban uno al otro creando una fuerte tensión entre ellos y en el aire que se convirtió en hilos afilados que podían cortarte con el más mínimo movimiento, Juliano sentía que sus temblorosas piernas tarde o temprano perderían fuerza y lo dejarían caer de golpe al suelo, pero se mantenía recio a caer.

El Omega no comprendía del todo la situación frente a sus ojos, sin embargo de una cosa estaba muy seguro, no podía hablar descuidadamente porque se notaba desde lejos lo peligroso que eran esas personas. Por ello abrazaba y protege con protección a su amado hijo, impidiendo que mire a ese hombre apuntandoles.

Esa era su más grande preocupación que su hijo salga herido, arrepentido de haber cumplido la petición de Cameron, de ir al cementerio a dejarle flores a su abuelo. Juliano el venir a un lugar como este es lo menos que quería, no por nada el único que viene a dejar flores es su esposo que en ocasiones es acompañado por Cameron.

‹¿Quienes son estas personas? Ese hombre apuntándome me ha estado analizando desde el instante en que la punta de esa arma cayo sobre mi, me podré ver tranquilo por fuera pero en realidad por dentro estoy temblando, tengo miedo que jale el gatillo y una bala termine dándole a mi pequeño.

Esto puede provocar un trauma severo en Cameron, necesito salir de está situación sin que salgamos heridos. No sé lo que quieren o buscan por lo tanto tengo que ser cuidadoso con mis palabras.›

Lo primero que hizo Juliano fue envío a Cameron tras su espalda, aclarando su garganta antes de hablar. Mejor dicho tratar de entablar una conversación con esas personas nada amigables.

—Por favor, podría bajar esa arma.—Busca mantener una sonrisa en sus labios pero no le está funcionando, Juliano se encuentra desesperadamente nervioso.

‹Mi papá está temblando mucho aunque no se note, lo entiendo pues está siendo apuntado, sin embargo siento que esas personas no tienen malas intenciones. Ese hombre corpulento solo está protegiendo a la otra persona detrás de él, seguramente el papel que desempeña es de guardaespaldas.›

Cameron buscaba la manera de ver mas allá de los hombros de Jake, pero le era imposible ya que Jake no deja nigún espacio para eso por lo que Cameron únicamente podía ver solo las piernas de Rei.

—Está asustado a mi hijo.—Señal.

En realidad Cameron no estaba asustado del todo, él lo que estaba era confundido y curioso de quién había ido a dejar flores, desde que llegaron su mirada se fue directamente a las lapidas, exaltado a ver las flores en la tumba de su abuelo.

‹¿Esas flores?...¿Quién trajo algo como eso aquí? Las únicas personas que sabemos sobre los gastos del abuelo, son mi padre, Agni y yo. Mi padre no ha venido desde hace dos semanas entonces, ¿quién vino a dejar flores favoritas del abuelo?...¡Agni!› Cameron sostuvo su pecho.

El solo pensar en que está en lo correcto y que Agni está vivo su corazón late desenfrenado, tenía que seguir las pistas para encontrar a su hermano, pensado en ir en busca de la segunda pista que es la propiedad de Adair. Cameron presentía que hay es el único lugar donde tendrá una respuesta consisa.

—¿Me debería de importar si se asusta o no?—Jake arqueó su ceja.—Si yo fuera usted no gastaría saliva sino es para identificarse.

Juliano se estremeció al escuchar el ruido que hace el arma cuando se le quita el seguro, dándose cuenta que Jake no es alguien con quién se pueda dialogar y tiene que hacer lo que dice si no quiere que una bala traspase su frente.

—¡No sé lo que están buscando pero les aseguro que no tenemos nada que ver!—Exclamó.—Solo somos un papá e hijo visitando las tumbas de sus familiares, y no me pidan nombres porque ni siquiera se quienes son, ¿qué me garantiza que no me busquen después? O, ¿qué ustedes sean de esas personas que se llevan a los Omegas...?

¿Amor, placer, o deber?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora