Esquivas

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- ¿Por qué lo ibas a hacer? Respóndeme por favor- dije un poco demasiado brusco.

- ¡Te dije que me sueltes!- acto seguido me mordió el brazo mientras forcejeaba con ella.

¿Cómo llegué a este punto?, bueno, es un recuerdo que ahora que han pasado tantas cosas me parece lejano, así conocí a Vane.

Ese día en particular me había ido un poco mal en todo ámbito, volvía de una jornada casi completa al taller para revisar que todo estuviera en su lugar y poder volver a casa tranquilamente.

Lástima que el burro piensa una cosa y el que lo arrea otra. Entre en la invasión con paso lento, con cansancio y hambre, un montón de miradas encima de mí, es peligrosa esta zona y soy consciente en que en cualquier momento me pueden clavar el cuchillo a la espalda, al fin y al cabo estamos en el rabo de la civilización.

Tenía deseos de salir de ahí, así que apresuré el paso metiendo las manos en el abrigo negro para sacar las llaves de las rejas cuando vi claramente como una muchacha estaba avanzando a la autopista, lanzándose al camión que iba pasando a una velocidad preocupante.

Apreté los dientes dejando caer las llaves, avancé lo suficiente para abrazarla por detrás y traerla a la acera, el camión perdió el control y se volcó en el separador a unos metros más adelante.

Sentí humedad en las mangas de mi abrigo, ella estaba muy quieta en mis brazos. Mierda, ¿Será que si la golpeó o es el shock del momento?

- ¡SUELTAME!!- Me gritó empujando mi cuerpo hacia atrás, pataleando y lloriqueando. La verdad no tenía energía para esto pero debo hacer un esfuerzo.

- No hasta que te calmes- solté un suspiro cuando volvió a revolverse.

- ¿A ti que te importa lo que yo haga?- Eso sonó bastante cortante, que pena que yo no estuviera disponible emocionalmente como para sentirme mal.

¿Por qué lo ibas a hacer? Respóndeme por favor- dije un poco demasiado brusco. Perdiendo un poco la paciencia.

- ¡Te dije que me sueltes!- acto seguido me mordió el brazo mientras forcejeaba con ella.

Le di mi brazo con más fuerza, ¿Quería morder algo? Bien, que se cansé de morder y se calme de una vez.

Estuve así por un buen rato hasta que dejó de llorar, mirando solo su alrededor. Estaba comenzando a llover y llegó la policía por el camión.

- Debo irme, si algo me trajo para que tú no terminarás así es porque aún hay cosas por hacer, date otra oportunidad- Con eso pasé la carretera con la esperanza de volver a casa, al parecer los policías también fueron con ella porque los vecinos nos vieron, espero que le vaya bien adonde sea que vaya.



Al día siguiente seguí con mi rutina, alisté el bolso, pasé por toda la casa revisando que no  hubiera ninguna diferencia a como la dejé ayer, hice el desayuno, tapé la parte de mis padres y me fui dejándole suficiente comida a los gatos.

Pasé mi jornada con decaimiento, últimamente sentía que pasaba los días de largo, cumplía con todas mis obligaciones mientras pensaba en llegar a casa a descansar. ¿Será que eso es lo que sentía esa chica y por eso intentó hacer lo que iba a hacer? Supongo que hay diferentes maneras de afrontar estas situaciones.

Ya iba a media cuadra del taller cuando me llamaron, saqué el celular con pereza contestando al momento.

-¿Por donde vas?

- Estoy a 50 metros de ti, ya voy- Me colgó antes de terminar de hablar, siempre tan impaciente.

Empujé la reja pasando por toda la mitad de la propiedad, cuando iba a hacer lo mismo con la puerta alguien se adelantó, abriéndola por mí. 

Pero, ¿Qué está pasando aquí?

La sorpresa fue tanta que sentí que me paralizaba cuando visualice el interior, estaba la policía, mis padres, dos hombres que me sonaban pero no recordaba en ese instante y la chica de ayer.

Ella hizo una mueca al ver mi reacción, los agentes me miraban serios mientras los demás me miraban con horror.

A ver, ¿Hice algo malo? 

-¿Es.......- trató de preguntar uno de los agentes.

- Ya llegó, está claro que te estábamos esperando.

- ¿Hay algún lugar más privado?- le preguntó a mi papá.

- No le vas a preguntar nada si no es frente a nosotros- dijeron los dos al unisonó, es increíble la sincronización que comparten.

- ¿Qué pasó exactamente anoche?- así empezó el interrogatorio más poco profesional e injusto de mi vida, prácticamente estaban tratando de inculparme del "accidente" de ayer y que había sido el motivo por el que casi atropellan a la chica a mi espalda.

- Pueden revisar las cámaras de afuera y las del taller- ya estaba con la piedra afuera haciéndoles entender que nada de esto fue planeado por nadie.

Traje el computador portátil y les facilité la grabación, ellos se fueron con la promesa que volverían después de que papá los echó.

- ¿Por qué le dejaste las llaves?- preguntó mi papá mirándome.

- No me las dejó, yo las recogí después de que me salvó- respondió la chica que había estado callada desde que llegué.

- Señores, queremos agradecerles y pedirles un favor- habló por primera vez el hombre que me era familiar pero no sabía de donde.

Tendría unos 50 años, era viejo con unos pocos cabellos encima de las orejas, contaba con pocos dientes amarillos y verdes, flaco como un palillo y un traje demasiado desgastado, lleno de parches en todas partes.

Aproveché para ver también a su acompañante, era mucho más joven, tenía los ojos rojos y la cara demasiado hundida, la camisa roída y los pantalones a  mitad del suelo, estaba en los huesos, la mandíbula la tenia un poco desencajada.

Sentí un mal presentimiento.

- Trabajaremos por ustedes por haber salvado la vida de mi hija.- dijo el señor bajando un poco la cabeza, miré de reojo a la chica, no se parecían en nada.

- No es necesario, no necesito más personal- en realidad papá trabajaba solo casi siempre.

- Se lo debo señor, por favor, déjeme que lo sirva- dijo eso poniéndose de rodillas.

Mis padres se veían visiblemente incómodos. 

- No quiero que mi hija terminé así, debo trabajar para darle lo que ella necesita, no me aceptan en ningún lugar porque estoy demasiado viejo, solo y mugriento.

Cuando dijo eso se echo a llorar tapándose la cara con las manos, me daba pena el pobre hombre, al parecer no era la excepción, todos lo miraban con un nudo en la garganta. Solo se oían los sollozos lastimeros haciendo eco, sentí su arrepentimiento y desesperación en los espasmos que daba involuntariamente su cuerpo, no pude evitar pensar en que él podía intentar lo mismo que ella.

- Cuidaremos de su hija, vivirá con nosotros- sentenció mamá abrazándome a mi y a la chica a lado y lado.

El señor dejó de llorar y todos la miramos con los ojos muy abiertos, creó que me desmayé en algún punto de la tarde y todo esto es producto de mi imaginación, eso debe ser.

Cuando despierte nada de esto habrá pasado.

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⏰ Última actualización: Aug 19 ⏰

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