En ese momenento, Tom y Bill seguían su llamada.
Así que cuando Tom le preguntó a Bill si estaba bien,
Bill trató de contestarle. Aún estaba tomando con fuerza el teléfono en su mano mientras trataba de dejar de llorar.
Bill, con la voz entrecortada, le dijo: "No... no es... de... mucha importancia. No tienes por qué preocuparte".
Tom se pasó las manos por su cara, claramente estaba preocupado. No sabía por qué Bill estaba llorando y diciendo que no era de importancia.
Con una clara preocupación en su voz, Tom dijo: "Cariño, para mí cualquier motivo o razón por la que estés llorando es lo suficientemente importante. Vamos, cuéntame qué fue lo que ocurrió".
Bill, aún llorando, respiró hondo y luego dijo: "Okay, muy bien, te contaré. Aunque tal vez no te parezca algo importante cuando te lo cuente".
Tom solo asintió para que Bill pudiera contarle lo que había sucedido.
En ese momento, Bill volvió a respirar hondo, empezando a intentar relajarse para poderle contar lo que había pasado. Cuando estuvo más tranquilo,
Bill le respondió: "Verás, cuando volví de tu casa, mi madre estaba en mi departamento. Así que cuando se fue, me puse a revisar por todas partes y, cuando llegué a mi habitación, encontré que todo mi maquillaje estaba destruido. Incluso rompió el espejo de mi tocador y ahora el suelo de mi habitación está lleno de maquillaje y trozos de vidrio. Mis sombras también están esparcidas por mi cama. Todo está hecho un maldito desastre".
Una vez que Bill le contó todo a Tom, Bill empezó a intentar calmarse aún más, mientras que Tom se quedó callado por un momento, tratando de procesar las palabras que le había dicho Bill.
Tom, aún sin poder creerlo, le dijo: "Dios mío, ¿pero por qué mierda tu madre haría algo como eso?".
Bill, aún con algunas lágrimas amenazando caer por su rostro, le respondió: "Eso es fácil de explicar. Mi madre es homofóbica. Odia que los hombres se maquillen. Algo tan simple como eso la vuelve loca de rabia".
Tom, pensando por un momento, le dijo: "Vaya, no pensé que alguien tan lindo como tú tuviera una madre tan odiable".
Bill, desanimado, le contestó: "¿Qué te puedo decir? Ella siempre ha sido así. Incluso recuerdo que la primera persona que me llamó marica fue mi madre".
Tom tuvo una pequeña idea: “Oye, ¿qué tal si voy por ti y te quedas a dormir en mi casa?”.
Bill respondió: “No creo que sea una buena idea, además mañana tengo que ir a clases”.
Tom insistió: “Vamos, cariño, literalmente me acabas de decir que tu habitación está hecha un maldito desastre, además de que yo mañana te puedo llevar a la universidad”.
Totalmente desanimado, Bill respondió: “Pues la habitación de invitados está totalmente limpia, así que prefiero dormir ahí”.
Tom dijo: “Está bien, cariño, como tú lo prefieras”.
Bill, sin ganas de hablar con nadie, dijo: “Sí, bueno, adiós, hablamos otro día”.
Tom trató de hacer un último intento para animarlo: “Espera, aún no cuelgues. Según lo que me habías dicho, te gustan los tatuajes y tenías ganas de tatuarte de nuevo en la pierna. Si quieres, este sábado yo te puedo hacer ese tatuaje”.
Bill pensó por un momento en el tatuaje que se quería hacer en la pierna y también en la propuesta de Tom.
Interesado en la propuesta, Bill dijo: “Okay, está bien, esa idea me gusta. Te mando la imagen y así me das la cotización”.
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Rosa marchita
RomansaLa historia trata sobre Bill Kaulitz, un chico universitario de 20 años que estudia artes escénicas, aunque en realidad su madre es quien lo obliga a estudiar, y Tom Nightmare, un chico bastante guapo, tiene 20 años y es un Asesino en serie, su marc...