CAPÍTULO 111 Santa Claus

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La navidad se encontraba cada vez más cerca y todo el mundo lo sabía, una semana exactamente eran los días que faltaban para tal fecha, la familia Kelce Swift se encontraba por fin en casa luego de un viaje al juego de KC Chiefs contra los Texans, tenían cuatro días para compartir con la familia de Travis para luego volar lo más pronto posible a Las Bahamas.

—¡Son adorables! — Taylor miraba la ropa de sus hijos, estaban a juego para el sitio tan caluroso en el que iban a presenciar la unión de su hermano y Sydney, la rubia abrió la caja enorme que le llegó por paquetería esta mañana.

Travis recién estaba volviendo de un cansado entrenamiento, pero tampoco podía y no quería saltarse las actividades navideñas con sus hijos, así que sacaría fuerza extra para no agotarse tanto. —Hey— entró a la habitación principal de su casa. —¿Subiste esa caja tan grande tu sola?, Taylor— Travis estaba angustiado, no le permitía ya cargar nada para no comprometer el embarazo de su esposa.

—No, mi amor, es una caja enorme, sí, pero no pesaba nada, aquí dentro esta la ropa de los mellizos y la mía, para la boda de mi hermano— le explicó, sacando su vestido largo que estaba cubierto con un protector especial.

—Menos mal, entonces ya está su ropa— se asomó.

—¡Mira esto! — sacó el par de atuendos y se los enseñó contenta, el código de etiqueta no era meramente elegante, porque el clima no iba a permitir una cosa así, el calor que suele sentirse en Las Bahamas los tendría incómodos, así que la pareja a punto de casarse eligió que podían llevar ropa fresca pero bonita.

—Van a arrasar nena— dijo riendo. —Estoy seguro de que ese día van a hacer muy bien su papel de niña de las flores y el hombrecito que llevará los anillos—

—¿Será prudente hacerles practicar una vez más? — Taylor estaba indecisa.

—Nena, lo harán bien, pero si quieres— rio.

—Espero que estén jugando tranquilos, hace algunos minutos que no escucho ruido— Swift se preocupó. —Vamos a verlos—


La pareja fue al cuarto de juegos, al asomarse notaron que solo estaba Evie, o eso parecía.

—Nena— Travis entró.

—¡Papi! — no lo había oído llegar, normalmente ella ya tenía calculado a la hora que su padre volvía, así que dejó lo que estaba haciendo para ponerse de pie y correr a su papá.

—Hola— la abrazó, riendo. —¿Te portaste bien?, te veo demasiado quieta, ¿Dónde está Charlie? —

—Baño— respondió.

—¿En el baño? — Taylor repitió.


Ambos, junto con Evie se trasladaron al baño de la habitación de su hijo, que es el que quedaba más cerca, entraron y cuando abrieron la puerta se encontraron con Charles que estaba arriba del banquillo para alcanzar el lavadero y limpiándose las manos.

—Charlie, ¿Viniste al baño solo? — Travis le preguntó a su hijo.

—Sí— él contestó.

Taylor volteó a ver a su esposo sorprendida, con normalidad ellos iban al baño sin problemas, pero siempre pedían ayuda de mamá o papá, y está vez Charles fue solo, ¿Realmente llevó a cabo ese procedimiento tan largo de manera autónoma?, la rubia se acercó a la bacinilla para verificar la versión de su hijo, era cierto, estaba llena de dicho desecho, ella abrió los ojos sorprendida, luego miró la ropa de su hijo, dándose cuenta de que él mismo se la bajó y subió sin problemas y ni siquiera se miraba echa un desastre como esperarían.

Eres mi juego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora