❄︎᯽𝙎𝙤𝙮 𝙎𝙚𝙫𝙚𝙧𝙪𝙨 𝙎𝙣𝙖𝙥𝙚᯽❄︎

26/ Entré la realidad y la ilusión?

⸉ˋ‿̩͙‿̩̩̽‿̩͙‿̩̥̩‿̩̩̽‿̩͙‿̩͙‿̩̩̽‿̩͙‿̩͙‿̩̩̽‿̩͙‿̩̥̩‿̩̩̽‿̩͙'⸊ˎ
Ni yo sé quién o que soy, o por qué estoy aquí, la poca esperanza que me devolvieron se está llendo otra vez...
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Eᥒ ᥱᥣ ᥴᥲ⍴і𝗍ᥙᥣ᥆ ᥲᥒ𝗍ᥱrі᥆r...
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Con una sonrisa en mi rostro, me dirigí de nuevo hacia los pasillos, disfrutando del silencio y la tranquilidad de ese sábado por la tarde. La sala común estaba desierta, pero no me importó. Di la palabra clave y entré, dirigiéndome directo a mi habitación. Una vez dentro, me acosté en mi cama y me cerré ahí, listo para descansar un rato, sabiendo que todo estaría bien, bueno tenía que ignorar ese mal sentimiento

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Me sumergí en un sueño oscuro y perturbador. Todo comenzó cuando vi a mi padre entrar en la habitación, su rostro contorsionado por la ira. Sin mediar palabra, me golpeó con fuerza, desatando una oleada de dolor a través de mi cuerpo. Lágrimas llenaron mis ojos mientras luchaba por escapar.

En mi desesperación, busqué refugio en la habitación de mi madre, Eileen. Pero ella también estaba allí, protegiéndome con valentía. Mi padre la golpeó repetidamente, pero ella no se rindió. Sus gritos de dolor resonaron en mis oídos, y mi corazón se llenó de impotencia.

Mis intentos por protegerla fueron en vano. Mi padre finalmente logró golpearla con fuerza suficiente para derribarla. La vi caer al suelo, su cuerpo inerte. El horror se apoderó de mí mientras me arrodillaba junto a ella. Eileen, mi valiente madre, había muerto protegiendo mi vida.

Mientras me arrodillaba junto a mi madre, sentí que el suelo se abría bajo mis pies. Caí en un abismo sin fin, rodeado de sombras que se movían como serpientes. Mi padre se reía, su voz era un eco que resonaba en mis oídos. "Nunca escaparás", gritó, mientras me arrastraba hacia las profundidades de la oscuridad.

La caída parecía no tener fin. Me sentía como si estuviera cayendo hacia el centro de la Tierra. El aire se volvía cada vez más denso, y la oscuridad se volvía más profunda. De repente, me encontré en un lugar donde el tiempo no existía. Mi madre y mi padre estaban allí, pero no eran como los recordaba. Eran sombras, criaturas sin rostro que se movían con una intención maligna.

Mi padre se acercó, su presencia era como un viento frío que helaba mi alma. "Aquí estarás para siempre", susurró, mientras me agarraba con sus dedos fríos. Mi madre se acercó, pero no me ayudó. En su lugar, se unió a mi padre, y juntos me arrastraron hacia la oscuridad eterna.

Me desperté, temblando de miedo, con la sensación de que la pesadilla aún me acechaba en las sombras. Mi osito Flufli yacía junto a mí, pero incluso su presencia reconfortante no podía alejar el horror que sentía. La pesadilla había sido tan real, que aún podía sentir el dolor y el miedo en mi corazón.

La pesadilla aún resonaba en mi mente, como un eco de terror que no quería desaparecer. Mis manos temblaban al recordar la sensación de impotencia, de no poder hacer nada para salvar a mi madre. Pero ahora, con determinación, decidí que no permitiría que eso sucediera de nuevo. Quería proteger a mis seres queridos, evitar que sufrieran daño.

Miré mis manos, aún temblando, y me dije a mí mismo que debía calmarlas. No podía permitir que el miedo me dominara. Respiré profundo y me concentré en calmar mis nervios. Lentamente, mis manos dejaron de temblar, y me sentí más fuerte.

No quería que esa pesadilla se convirtiera en realidad. No quería que mi madre muriera de nuevo. Me prometí a mí mismo que haría todo lo posible para evitarlo. Investigaría, buscaría ayuda, haría lo que fuera necesario para proteger a mis seres queridos.