°•La bella y la Bestia•° [•° Genmui °•]

Capitulo 4

Muichiro se encontraba a unos pocos metros de su casa pero una pequeña melodía le llamo la atención.
Aquella pequeña melodía provenía de su casa.

♪ Cuando un momento es por siempre ♪
♪ Cuando una historia no se va ♪
♪ El amor es el motivo ♪
♪ Que sin prisa vivirá ♪
♪ Sabes que el alma es verdadera ♪
♪ Sabes que todo llega a ti ♪
♪ Cuando el amor está ♪
♪ Contigo al fin. ♪

El padre de Muichiro se encontraba cantando mientras terminaba de darle unos pequeños detalles a una cajita de música que tenía forma de un molino, en ese momento llego Muichiro con un plato de comida que dejo a un lado de esa mesa en donde se encontraba su padre.

- Muichiro, hijo podrías darme un...

Muichiro le paso unas pinzas

- Gracias.
Y también necesito...

En ese momento Muichiro le mostró la mano con un pequeño engranaje

- No.
No.
En realidad... sí, necesito exactamente eso.
Gracias.

- Papá, ¿piensas que soy raro?

- ¿Raro? ¿Mi hijo? ¿Raro?
¿De dónde sacaste eso?

-No lo sé. Rumores de la gente

-El pueblo es muy pequeño, lo sabes.
Con mentes pequeñas también, pero también eso nos mantiene a salvo.
Incluso en París, conocí a una chica como tú, que estaba tan...
adelantada a su época.
Tan diferente, la gente se burlaba de ella.
Hasta el día en que todos se hallaron imitándola.

Muichiro solo suspiro

- Puedes contarme algo más sobre ella.

-Tu madre era... valiente
Valiente.

Un rato más tarde Yuichiro el hermano de Muichiro se encontraba sacando una caja de la casa para ponerla encima de esa pequeña carreta.
Su padre se encontraba intentando subir en la parte delantera de la carretera para poder irse.
Mientras Muichiro estaba ayudándole a subir.

- Entonces ¿que te puedo traer del mercado?

-Una rosa. Como la de la pintura.

- ¡Me la pides todos los años!

- Y todos los años la obtienes

- Y otra vez te traeré otra.
Lo prometo. ¿Y a ti Yuichiro?

- A mi nada, así estoy bien gracias.

- ¿Seguro?

- Si

- Adiós, papá

- Hasta pronto.

- Adiós, hijos.
Camina, Philippe, conoces el camino.

- ¡Te veremos mañana!

- Sí. Mañana, con la rosa.

Ambos hermanos veían a su padre irse en aquella carreta junto con su caballo.

- ¿En serio?

- ¿Qué?

- ¿Otra rosa? Siempre pides una todos los años, que no sabes otra cosa o que?

- Vamos Yuichiro, no tiene nada de malo una rosa.

- Lo que tú digas.

Dicho esto último, Yuichiro se fue a su habitación.
Y Muichiro estaba haciendo un pequeño boceto para ¿algo?
Pasaron los minutos y ya tenía todo preparado para ir a lavar la ropa.
Con ayuda de su pequeño invento.

En aquel lugar donde siempre iban a lavar todas la personas en pocas palabras solo "las mujeres" para ser exactos.
Se encontraba Muichiro "lavando"
En realidad solo estaba leyendo un libro mientras que el invento que hizo le ayudaba a lavar.
Más o menos una lavadora improvisada.

Continuará...