Capitulo cuarenta y ocho.

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[Día de la fiesta]
Narra Joseph:

Estaba revisando que todo esté según lo planeado, mi boda será dentro de una semana y la fiesta de esta noche debe ser perfecta, así finalmente podré decir que honre en nombre de mi madre y de Sofía.

Suspiro mientras me quitó la gota de sangre que intentaba bajar por mi mejilla, no, hoy no voy a llorar.

Ya he llorado lo suficiente y hoy, no lo haré. Debo estar agradecido, Martha viene de una muy buena familia y está boda va a juntar a nuestros bandos, así finalmente Marcus me dejará en paz.

Miro mi traje en el espejo y sonrió, me veo estupendo...
Solo es que todavía no me decido si usaré mis lentillas o no, aunque tener estos ojos es una completa maldición.

-¡Hola cariño! — entra Martha sonriendo, la miro en el reflejo del espejo — te ves fabuloso.

-Gracias, diría que igualmente pero no me dejas verte con el vestido que usarás está noche.

-Es una sorpresa cariño, solo para ti — me roba un beso para luego abrazarme y esconder su cara en mi cuello, la miro por unos instantes antes de desviar la mirada — de nuevo...¿Cierto?

-Sabes que es mi Reyna...

-Joseph, nos vamos a casar, seré tu esposa y la madre de tus hijos, ¿Cómo es posible que cada maldita noche te deba que escuchar llorar por una mestiza mal desarrollada?

-Esa "mestiza mal desarrollada" fue lo suficientemente buena como para enamorarme y despertar mi ponzoña, así que deja de joder — me defiendo — recuerda que si nos vamos a casar, es porque no tengo opción.

-Se lo prometiste a Sofía.

-Sofía está muerta — le respondo de manera seca y cortante — a ella no le ubiera gustado que yo tuviera que casarme a la fuerza.

-Eres un idiota.

-Ya vete, me cambiaré para ir a cazar — la miro hacer pucheros — vete, deja de fingir ser una niña mimada porque eso solo me da pena ajena.

-Eres imposible — dice furiosa y se va.

Me recuesto en la cama de mi habitación mientras dejaba que mis pensamientos volarán y trajeran recuerdos.

FlashBack

-¡Mamá! — corro hasta donde está mi mamá dormida y empiezo a sacudirla — mamá despierta, ¡Mamá no me dejes! ¡Dijiste que no me dejarías! ¡Qué te quedarías para verme cuando me casará con mi futura Reyna! Tu siempre cumples tus promesas...

Empiezo a llorar a gritos mientras abrazaba el cuerpo de mi madre, sentirla así tan... Muerta, no se siente bien.

No quiero que se vaya, me prometió no dejarme solo con mi padre, me prometió cuidarme y ella... Ella siempre cumple sus promesas...

-Mocoso al fin te encuentro — gruñe mi padre entrando a la habitación y tomándome del brazo tan fuerte hasta el punto de hacerme sangrar — ¡Deja de llorar! ¡Eres un hombre, los hombres no lloran! Yo tuve a un hombre, no a un idiota.

-¡La mataste! ¡La mataste, la mataste, la mataste! ¡Mataste a mamá! — le gritó tan fuerte como mi garganta me lo permite mientras le golpeó repetidas veces — ¡¡La mataste!!

-Tu mamá, era débil. Igual que tú — dice sacándome del cuarto de mi madre y enserrandome en el calabozo donde siempre me castiga — ¡A ver si con unos buenos latigazos dejas lo llorón y patético!

° . ° . ° . °

-Gracias por cuidarme siempre Sofía — bajo la voz un poco mientras lo abrazo agradecido — gracias, enserio gracias.

-Somos mejores amigos, para eso estamos, para ayudarnos.

-Si, lo sé — sonrió mirando sus lindos ojos marrones — me gusta tus ojos.

-A mi también los tuyos — me dice sonriente mientras me besa la mejilla — prometo, que pase lo que pase, siempre pondré tu felicidad primero Joseph.

-Gracias Sofi, prometo que siempre, no importa que, siempre saldré adelante y que si un día, me caso, será con la mujer que enserio amo.

-Qué lindas palabras, que mal que tú madre no puede escucharte...

-Ya an pasado 3 años, ya no me afecta tanto... — tomo su mano captando su atención y sonrió — creo que si algún día tengo una Reina, esa serás tú.

-¿E-Enserio?

-Si, me gustas Sofía.

-Tu también me gustas Joseph — me dice robándome un beso.

° . ° . ° . °

Corría escaleras abajo lo más rápido posible.
No, no, no, no de nuevo.

Mientras corría podía sentir como mi corazón latía fuertemente, al llegar al claro del bosque no lo pienso dos veces antes de ponerme en el centro y abrazar a Sofía sin importarme los miles de ojos puestos en mi.

La miro preocupado y solo al ver las pequeñas gotas de sangre en su pantalón y frente, es señal suficiente para empezar a quitarle las cuerdas.

-¡Hijo! ¡¿Qué demonios crees que haces?!

Me volteo asustado y encaro a mi padre, ya a este punto las lágrimas cristalinas empezaban a bajar por mis mejillas.

-No pueden matarla, ella es mi Reyna, yo soy su mate, ¡No pueden matarla!

-¿Esto es un juego verdad? ¡¡Es una jodida loba!! — dice dandome una cachetada tan fuerte que me mareo por unos instantes — ya e soportado suficiente de ti, me importa muy poco si apenas tienes 14 o no, hoy mismo te vuelves Vampiro.

-¡¡No!!

-No es pregunta — dice tomándome muy fuerte y poniendo una pistola con balas de plata en la manos — apunta — cierro los ojos y me obligó a no ver — ¡¡Qué apuntes joder!!

Abro los ojos para ver a la loba frente a mi.
Sus ojos marrones están llenos de lágrimas, su cuerpo tiene moretones y chupetes, su delicados labios están rotos y temblando. Está no es mi Sofía...

Entre lágrimas la apunto con el arma mientras miro sus ojos suplicantes, no quiero, no puedo hacer esto.

-Ahora, jala el gatillo... — me susurra mi padre en el oído como depredador.

-Papá n-no quiero... Y-Yo la amo...

-¡¡Joseph dispara!! — me grita ella entre llantos, yo la miro sorprendido — so-solo dispara, todo estará bien, y-yo te cuido...

Más lágrimas bajaban por mis mejillas, no le podía hacer esto a ella. ¡Ella es una maldita ángel!

Siento el agarre de mi padre aflojarse.
No espero mucho y corro a abrazarla mientras lloro.

-Solo, toma la pistola y dispara — me susurra mientras me abraza fuerte — aslo... — me niego. Ella se separa de mi abrazo y sabiendo cada una de mis acciones, pone su pien en mi pierna y hace presión.

¡¡Boom!!

Abro los ojos y miro.
No, no, no, ¡¡Yo no lo hice!!
Ella... Ella está bien...

Miro su rostro y la bala que ahora adorna su pecho en el lado izquierdo.

-Felicidades, no eres un inbesil después de todo...

Fin del FlashBack.

Terminaba de limpiar mis lágrimas y me voy a dar una ducha, el tiempo se me a ido volando y sin darme cuenta...
Ya son las 04:11

En medio del caos⅓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora