1- San Valentín

408 45 8
                                    

—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—~—

En Japón, la tradición de regalar bombones como declaración de amor se centra principalmente en el día de San Valentín. Durante esta celebración, que se lleva a cabo el 14 de febrero, las personas suelen regalar bombones a otros que les gustan, amigos o compañeros de trabajo. Este acto es conocido como "giri-choco" (chocolate de obligación) cuando se regalan a amigos o colegas, y "honmei-choco" (chocolate verdadero) cuando se trata de un interés romántico.

Un mes después, el 14 de marzo, se celebra el "White Day" o "Día Blanco", en el que los hombres que recibieron bombones en San Valentín devuelven el gesto, a menudo regalando chocolates, galletas o incluso joyas a las mujeres que les obsequiaron.

Esta tradición ha evolucionado con el tiempo, pero sigue siendo una forma popular y simbólica de expresar sentimientos en la cultura japonesa.

¿A qué viene esta explicación?
Pues resulta que hoy es 14 de febrero en Japón. Sakura esperaba mantenerse alejado de esa celebración lo más posible. Pero, obviamente, la Furin también celebraría la festividad. Así que él, como representante de su clase, debía asistir a esa celebración tan "especial".

¿Cuál es su problema con San Valentín?
En realidad, ninguno. Siempre pasaba San Valentín sólo. Siempre estaba solo en una celebración que se supone era para celebrar el amor. Amor de familia (que nunca había tenido una larga relación familiar) de amigos (que justo ahora es que empezaba a tener) y amor de pareja (que ni por asomo tenía). Esperaba pasar otro año solo y se acabó. Pero esto no era así, pues esta vez tenía a dos molestos amigos que no le dejarían estar sólo.

— Sakuraaaa — le llamó Nirei alargando la a de su nombre

—¿Qué quieres? — respondió a la defensiva

— ¿Puedes traer para acá esos listones? Los de esa caja

Chasqueó la lengua y se levantó de su silla para tomar la caja con listones. La llevó hasta donde estaban sus compañeros reunidos y la dejó en la mesa. El rubio le agradeció con una sonrisa para tomar un listón y colgarlo desde una esquina de la pizarra hasta la otra (las de abajo)

—¿Para qué hacen falta tantas decoraciones si ya mañana habrá que quitarlas? — preguntó fingiendo enojo, aunque la verdad ni le molestaba ni le importaba

— No seas así, Sakura-kun — dijo el de pelo rosado — Todos están muy animados por la celebración

— Si, como sea

Miró por el salón de clases. Reconoció las caras de todos sus compañeros, todos felices y sonrientes ayudándose entre sí para las decoraciones. Bueno, estaban casi todos. Necesitó mirar dos veces más por el lugar y mirar la mesa en la que se encontraba sólo para percatarse de algo

— ¿Dónde está Suo? — preguntó para tomar una silla, darle la vuelta y sentarse con las piernas abiertas de frente al espaldar de esta

— Suo-san dijo que llegaría un poco tarde — avisó Nirei — Dijo algo sobre cocinar no sé qué cosa... Seguro no tarda en llegar

Sakura suspiró y apoyó los brazos cruzados sobre la silla para apoyar ahí su cabeza. Genial. De todas las personas que pudieron faltar ese día, justamente faltaba el único con el que podía hablar tranquila y cómodamente.

No sabía porqué, Pero la presencia del chico que poseía un parche siempre le hacía sentir seguro. Pero preferiría morderse la lengua hasta morir que confesarlo en voz alta, obviamente.

Una hora más tarde, cuando finalmente habían terminado con las decoraciones y el salón había quedado bien organizado, fue que apareció Suo. Llevaba una mochila y en su rostro su típica sonrisa, sin olvidar ese característico parche y arete.

Bombones   {SuoSaku}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora