Cap CXIV: Encubridores con remordimiento

514 2 0
                                    

05 de septiembre de 2022


-Matemáticas culiá, que enredado y largo es toda esta hueá de estadística – dice Javiera en casa de Tania.

-No te quejí' tanto, lo importante es que ya terminamos la tarea, y estoy orgullosa de ti, porque esta vez la hiciste tú, yo no te la hice jaja.

-Gracias Tania, siempre tan buena onda. El Pablo igual me enseña bien, pero él es menos paciente, se enoja cuando no lo escucho o paveo mucho.

-Y tiene razón po, si alguien te está explicando algo tú tení' que escuchar.

-Sí sé oh. Bueno. Oye... ¿Cómo va todo con el Freddy?

-Me gustaría decir que bien, pero no sé... algo le pasa, anda con la mente como en otro lado – dice Tania.

-Pucha, yo creo que las mujeres nos enrollamos mucho en ese sentido, onda... nos pasamos el rollo de que están pensando en otra, cuando realmente están pensando en qué animé verán llegando a la casa, o en qué futbolista chuteó el mejor tiro libre en un partido de fútbol, si los hombres son sencillos, no tienen cabeza pa' pensar en otras hueás jaja.

-Puede ser. Pero no sé... el Freddy no tiene esa faceta de volado, a no ser que algo le pase.

-Habla con él po, yo creo que no perdí' nada.

-¿Y si me dice que le gusta otra?

-Naa, no lo creo, te aseguro que no – dice Javiera.


06 de septiembre de 2022


Despierta somnolienta, son las 01:00 AM. Va al baño, al salir ve la puerta de la habitación de su hermano mayor semi abierta, se asoma y se preocupa al ver que no está. Escucha un ruido curioso que viene de abajo, suena como una lata que acaba de ser descorchada. Baja las escaleras para cerciorar qué sucede, espera que no sea lo que está pensando, para su decepción sí lo es.

-Pablo, ¿qué estai' haciendo? – pregunta Martina, que ve a su hermano sentado en el suelo de la cocina cerca de la puerta hacia el patio, sostiene una lata de cerveza.

-¿Acaso estai' ciega? – pregunta Pablo.

-No necesitai' ser tan pesado.

-Cuando se meten en mis asuntos sí.

-¿Cuántas llevai'? – pregunta Martina que se fija en el basurero y ve dos latas vacías – ¿ya es la tercera? El papá se va a dar cuenta y te va a retar.

-Hermana, me da exactamente lo mismo. Ya no tengo ganas de vivir.

-No me gusta escucharte hablar así.

-Mira, lo que menos quiero es que sintai' lástima por mí, enserio no perdai' tu tiempo conmigo, tú tení' asuntos más importantes en los que pensar.

-Erí' mi hermano, y erí' por lejos el asunto más importante en el que puedo pensar. Ya... ¡párate! – dice Martina. Pablo no hace caso y bebe un largo sorbo de lata – pasa pa' 'cá – le quita la lata y la lanza al basurero.

-¡Pero Martina por la cresta! ¡Estaba casi llena! Tú no erí' mi mamá – dice Pablo molesto, ya notándosele algo de borrachez en su voz.

-¡Sht! Habla más bajo y no te pongai' jugoso. Ya, ven – dice Martina agarrando el brazo y luego la cintura de Pablo para ayudarlo a ponerse de pie – vamos pa' tu habitación, mira que de amor no se muere nadie.

-Pareciera ser que a todo el mundo le da por decirme esa frase, me la repiten como disco rayado.

-Porque es verdad – dice Martina, ambos suben las escaleras y Pablo se recuesta en su cama.

Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora