ITADASHII

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El trabajo había cesado. Todos los trabajadores yacían en sus hogares descansando, pero desafortunadamente, Topo, Álvaro, Riki y otros seguían ocupados con distintas tareas. Eran alrededor de las nueve de la tarde y Gustavo debía presentarse en un bar a las diez. Afortunadamente, ya había terminado los trámites para liberar a ese hombre de la cárcel.

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Ahora estoy esperando a Marre y a Luis en mi estudio. Hoy hice algunas cosas, no tan importantes... me reuní con unas personas, platiqué con otras, toqué algunas canciones, revisé asuntos de mi trabajo y poco más, la verdad. Fue un día bastante relajado, en comparación con otros.

Estuve pensando un poco en Roberto, no entiendo muy bien por qué, pero... simplemente lo recordé. También a mi padre y a su hermano. Todavía guardo algunos recuerdos vagos de ambos cuando éramos niños. Muchas veces después de la escuela salíamos a jugar con la pelota. Yo lo quiero, aún. Todavía lo considero un amigo mío, aunque no sé si él siente lo mismo.

Sin embargo, en lo más profundo de mi ser, sentía que era mi obligación estar con él. ¡Yo maté a su hermana! ¿Qué más podría hacer? Quería redimirme ante alguien bueno, quería enmendar mi error. Todavía tengo pesadillas con esa niña, también con Roberto. Odio sentirme tan débil, no quiero mostrarme vulnerable. Marrero no merece eso.

También escribí un par de canciones; me encanta cantar. Una se titula "Nocturno en la Estatua" y la otra "La Princesa". Obviamente, nunca las grabaré. No soy una persona pública ni me gustaría serlo. Solo me traería más problemas de los que ya tengo.

Creo que he superado lo que sucedió con esos hermanos; eso solo me hacía sentir triste, y eso no es para mí. No es útil. Luis, a veces, me reprocha que soy un mal ejemplo, pero yo solo quiero evitar que Marrero sufra lo mismo que yo.

Desde que adopté a Marrero, nada ha sido fácil. Quiero decir, por supuesto que lo eduqué bien, pero es muy... obstinado. Él no ha vivido tanto como Luis o yo y no entiende bien cómo funcionan realmente las cosas. Luis me dice que se encuentra con alguien después de la escuela. Ni siquiera sé si asiste a la escuela. Creo que esa persona le está llenando la cabeza de ideas tontas. Estamos adoptando una... independencia, una noción absurda de lo que es el anarquismo. Muchos me dicen que soy un asesino, pero no lo soy. Solo me estoy asegurando de que las personas malas desaparezcan.

Hoy tuve un pequeño inconveniente con uno de mis... limpiadores. Ese tipo tenía una pistola, y le disparó antes que pudiera matarlo. Luis me dice que todo está bajo control, y que nadie lo  investigará. Solo espero que por mí bien y por su bien me diga la verdad. Lo malo, es que allí deje una camioneta mía y no puedo ir a buscarla.

24 de abril, año 2002.

Montevideo, Uruguay

Noche, lluvia intensa: 21:35 h.

No sabía cuánto tiempo había pasado. Estaba jugando ajedrez con alguien en la celda de enfrente. Gané con un jaque de pasillo. Él pidió revancha, pero no acepté. Lo único que deseaba era darme un baño, no sé, cepillarme los dientes o hacer algo que me hiciera sentir limpio.

Me dirigí a la cama y me acosté, dispuesto a quedarme dormido o morir. Cualquiera de las dos opciones me servía. Afortunadamente, dormí unos veinte minutos. No fue hasta que los demás empezaron a gritar como locos que el ruido me despertó. No entendía por qué gritaban, así que me asomé y allí estaba él, ese Topo, de nuevo.

𝗞𝗼𝗺𝗼𝗿𝗲𝗯𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora