Dos meses después...
Los doctores veían con resignación a la mujer postrada en aquella cama con tantos cables y un respirador que buscaba mantener su vitalidad, lo que quedaba de ella. Lastimosamente nunca se supo a ciencia cierta si hubo un responsable o solamente un desgraciado descuido que la llevó a ese estado tan crítico y casi mortal. Llevaba más de cincuenta días en coma y no mostraba mejorías, ni siquiera habían podido contactar un familiar para hacerse cargo de ella, que situación tan miserable y triste para una persona tan herida. Daphne veía a su futuro esposo conversar con sus dos colegas Aurora y Vincent, al parecer ambos se habían comprometido de igual manera y Leonardo los felicitaba con sorpresa. Mientras pretendía inmiscuirse, en su cabeza solamente se repetía aquel día donde la empujó con todas sus fuerzas y todo el odio, dolor y rencor que guardaba hacia ella, se lo merecía, eso trataba de autoconvencerse día tras día. Solamente aguardaba tranquila el momento en que la ciudad inundara de información a todas las emisiones reportando su muerte, se hacía tardar demasiado y ella únicamente quería sentir que sus demonios ya se habían ido con Vilma para siempre. Por otro lado, los Montpelier celebraban al unísono la llegada de tres bebés y reían mientras almorzaban y aconsejaban a las futuras mamás, Ivonne por fin se había soltado y compartido la linda noticia, así que su mujer y ella no podían escapar de las charla, pero lo disfrutaban mucho. Al igual que Jeremy y Josephine, dos padres enamorados. Todo parecía una fiesta, todo era tan hermoso para ellos. No obstante, para Heather cada día que transcurría se volvía un enigma para ella, las piezas del rompecabezas que creyó haber resuelto, al final, volvía a comenzar de cero y desaparecía. Connor había sido tan solo un efímero rayo de luz. Daphne tampoco había vuelto a frecuentar la empresa, y eso la extrañó pues también se había deshecho del fideicomiso que le proporcionaba la empresa. Ethan se alejó de su familia y se acercó a su mujer que estaba pensativa en el diván.
Sonrió al verla, su vientre estaba cada vez más grande y era imposible ocultarlo.
— ¿Mi amor? ¿No quieres postre?
— ¿Mm? —respondió la rubia elevando la mirada hacia su pareja. Acariciaba su vientre sintiendo que la cabeza le explotaría por divagar tanto—. Lo siento. Dime, cariño.
— ¿Te encuentras bien? Te has alejado y me preocupé un poco. —dijo sentándose a un lado de ella—. Si no te sientes bien dímelo, nena.
— ¿Por qué lo dices, cariño?
— Es que estábamos todos juntos hace un momento y luego te alejaste, deduje que te pasó algo y no me di cuenta.
— No digas eso, claro que lo estoy, es solo que ya no puedo permanecer tanto tiempo de pie como antes con esta enorme barriga, me mata la espalda —manifestó con tranquilidad y acarició la pierna de su novio—. Tranquilo, te prometo que estoy bien.
— ¿Segura?
— Sí, cielo. —asintió esbozando una sonrisa, y él no perdió el tiempo en besarla y acariciarla. El embarazo le sentaba de maravilla a Heather.
— Está bien, te creo ciegamente. —expresó con tranquilidad; vio un pequeño movimiento asomarse alrededor de su vientre y ambos sonrieron. Ethan se apegó mucho más a ella y se acomodó plácidamente para poder acunar aquel hermoso vientre con sus manos y apoyar su oído contra el.
— Alguien parece querer hablarme... ¿Cómo estás, mi princesa?
— Creo que estaba esperando a que su papá viniera a saludarla. No la has saludado desde la mañana...
La mirada de Ethan se iluminó como de costumbre al sentir sus pataditas pronunciarse.
— Hola, muñequita hermosa, hola... —besó el vientre de Heather y se quedó ahí, a la par de las dos mujeres de su vida. Todavía recordaba con frescura cada detalle de aquel control hacía dos meses atrás cuando ambos supieron que esperaban una niña. Sus ojos se habían llenado de lágrimas de felicidad y la rubia no tardó en imitarlo, se sentían bendecidos y felices, muy felices por lo que estaban atravesando después de tanto pasado. Heather observaba al castaño llenarle de mimos y besos a la pequeña en su interior, y solo podía sentir melancolía, no podía dejar de pensar en su padre y en lo amoroso que había sido con ella al crecer. Le dolía tener que aceptar el lado monstruoso que llevaba con él desde siempre, eso la destruía.
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Insaciable Deseo (ACTUALIZA LENTO)
Roman d'amourDespués de la tragedia que los cambió para siempre, Ethan y Heather deciden casarse y entregarse enteramente a la pasión que los sucumbe. Estarán dispuestos a construir un nuevo futuro sin remordimientos en contra del mal pronóstico del pasado. Sin...