El olor de la tierra húmeda y sangre fresca era una de las pocas cosas que la mantenían cuerda en situaciones como esta, era algo difícil de comprender incluso para ella misma.
Observó desde lo alto de la colina como se venía acercando el próximo batallón del reino mágico, desfilando perfectamente por la planicie llena de los cadáveres de sus compañeros, quienes habían intentado vencer a los guerreros de exiliados que ella lideraba. Pasó su mano por su espada para limpiar los restos humanos y de sangre que quedaron en el filo de su hoja, debatiendo mentalmente que estrategia debe elegir para derrotar a estos soldados, por alguna razon se veian incluso mas poderosos que los anteriores, y eso la ponía levemente intranquila, confiaba en sus hombres y mujeres, tenía en sus filas tanto seres mágicos como humanos comunes y corrientes, todos como ella escaparon de su misero pasado y encontraron en el bosque el confort de una familia.
- Comandante Raphaëlle - La llamó su segundo al mando -
Ella le dio un asentimiento con su cabeza para que prosiguiera, mientras aun continuaba evaluando al enemigo, entrecerró sus ojos al notar en el medio de sus filas resaltar a un hombre, todos vestían un uniforme impoluto y elegante azul, pero aquel hombre era diferente, su uniforme blanco y dorado llamaba la atención desde lejos ¿Era acaso, buena idea que el lider del escuadron quedara en evidencia de tal manera? Sonrió divertida, estos bastardos engreidos, pensaban que ganarles a ellos era demasiado fácil, tanto asi como para ni siquiera perder el tiempo intentando camuflarse entre ellos.
- Contamos con cien hombres listos para pelear - Se ubicó a su lado para mirar también al enemigo - El batallón imperial mágico cuenta como más de doscientos, nos superan en el doble de hombres.
- ¿Cuando eso nos ha detenido, Danriel? - Soltó seria -
- Nunca señora.
- Avisa a los arqueros que tomen posición, entraremos en acción con la táctica tres - Volteo a ver a sus guerreros - Al parecer nos han mandado a la élite de los soldados mágicos - Busco entre las filas de sus hombres - Alex - Llamó a una joven maga, llegada hace poco a su mando - Aquel hombre de blanco es del linaje real ¿No es cierto? - Apuntó al gran mago -
La pelirroja se acercó hasta ellos y ajustando sus lentes de tiro, trató de divisar correctamente a quien su líder estaba mencionando, trago en seco al confirmar la teoría de la mujer, retrocedió instintivamente, queriendo esconderse de aquellos ojos morados que los estaban mirando fijamente, le asintió asustada a la pelinegra y volvió a las filas, con el corazón golpeando con fuerza en su pecho.
- Es el príncipe Katakuri, tercero en la sucesión del trono de la reina Linlin - Solto rápidamente ante la mirada insistente de Raphaëlle - Es conocido por ser un comandante sanguinario y frío, nunca ha llegado al reino con una derrota, fue nombrado comandante de las tropas doradas, escuadrón de élite del reino, a corta edad - Jugó con sus manos ansiosa - Lider Raphaëlle, somos la mitad de personas que ellos, y no estamos ni ha un circo por ciento capacitados como ellos - Trago fuerte evitando llorar por el miedo que el príncipe y sus soldados le generaban - No quiero morir - Terminó por soltar asustada -
La pelinegra inhalo profundamente y levantó su cabeza para observar el cielo, meditando la situación con las manos en su cadera, estaban en clara desventaja. Sus guerreros observaron a la mujer debatir qué hacer con la nueva información entregada por Alex.
Era una mujer a quien se le debía temer cuando se enojaba, pareciera que la ira corría por sus venas en vez de sangre, y que la locura invadia su cerebro cuando se enfocaba en algo, no tenía ni una sola gota de magia recorrer su cuerpo y aun asi logro superar a los mejores guerreros de los exiliados, convirtiéndose en la líder del primer escuadrón de defensa.
Pero verla alli de pie cubierta de sangre ajena, con partes de su traje hecho jirones y su cabello negro ondeando al viento, meditando con tranquilidad su peoximo moviendo les daba aun mas miedo, nunca podriam adi i ar lo que pasaba por su cabeza, no pensaba con logica, su perpectiva iba mas alla de la rszon humana, y eso era de temer.
Reafirmaron sus pesamientos cuando ella volvió a verlos decidida, con la locura danzando en sus ojos.
- No obligare nadie a bajar a la masacre - Desenvaino su espada - Son libres de irse, quienes me acompañen espero que estén dispuestos a morir en batalla, porque es probable que hoy sea la última - Volteo para enfrentar al enemigo - Usare mis últimas horas de vida para orquestar una sinfonía de dolor y sufrimiento aquellos que no le importan las vidas inocentes, cubrire el suelo y mi cuerpo con la sangre real del príncipe mágico - Sonrió - Nos vemos en la próxima vida, mis queridos compañeros.
Lanzó un fuerte grito, envalentonandose para comenzar a correr directamente hacia las tropas de los soldados reales, escucho tras de ella los pasos de los guerreros que decidieron acompañarla en este acto kamikaze.
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Demonio Real - Katakuri x OC
FanfictionNacida bajo una profecía maldita. Intercambiada por poder. ¿Katakuri somos enemigos o aliados?