Lo Necesariamente 𝗠𝗮𝗹𝘃𝗮𝗱𝗮

Prólogo

Un fuerte latir

Me hace sentir que aún estoy viva
El dolor en mi cuerpo...
Así se siente la vida

Aún puedo escuchar los pensamientos de mi mente.
¿Donde estoy?
Tal vez no esté en el cielo.
¿Estoy en el infierno?

Ja, lo creo.
Soy una asesina.
Siempre lo fuí,
Desde el día en que nací.

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"¡No, esperen! ¡Por favor!"
Grité con desesperacion. Los guardias con sus fríos rostros, jalaban con fuerza mis brazos. Me duele.
"¡Yo no lo hice! ¡Yo no la envenené, se los juro!" Aún después de haberlo repetido más de una decena de veces, tengo la esperanza de que esta vez crean en mis palabras.

Lloro, y con fuerza trato de escapar de sus agarres, pero mi fuerza no es suficiente para derribarlos.

'¿Por qué soy tan débil?'
Me pregunté mientras recordaba el momento en que esa fría, grande y filosa espada apuñalaba el cuerpo de Lily.
Rojo carmesí por todas partes, de su cuerpo salía sangre como si no tuviera fin. Su fuente de vida, que circulaba en el cuerpo de la persona que me crió. Si tan solo tuviera voz en este lugar, tal vez la hubiera podido salvar.

De pronto, sentí como me arrojaban a un sucio y húmedo piso, sin saber si era agua o sangre en realidad.

"Solo quédate callada y espera ahí" dijo uno de los caballeros, mirándome con indiferencia.
Su compañero me miraba con asco y desdén, y comentó:
"No puedo esperar a que te hagan pagar, maldita perra." Y de su boca escupió saliba, arrojándola contra mi rostro.

Me quedé en silencio, viendo cómo se iban del lugar, dejándome en soledad, dentro de esa celda.

Era oscura, fría, y el olor a sangre penetraba mis fosas nasales, haciéndolas arder.
"Yo... no lo hice..."
Susurré con debilidad mientras me arrastraba por el suelo hasta llegar a una esquina. Me abrazaba las piernas mientras miraba las rejas que me mantenían encerrada.

Tenía miedo. No sabía que iba a ocurrir conmigo. Tal vez me torturen, o tal vez no. Lo más seguro es que me maten lo más rápido posible.

Después del paso del tiempo, del cual ya no existe noción, veo de cerca esa soga esperando por mí.

Mi cuerpo se siente congelado y pierdo todo sentido de la realidad.
Solo soy yo y esa cuerda.

'Ja, creo que es lo único que me pertenece en esta vida.'

Una vida sin sentido. Una vida inútil. Una vida tan miserable que lo único que se siente realmente cercano es la muerte.

Oh, y ahí está ese hombre. Ese hombre, lo he deseado desde que tengo memoria. Ese hombre, tan recto pero frío y violento... ¿Qué será lo que está pasando por tu mente en estos momentos?
Nunca lo sabré.

Ahora estás viendo a tu hija frente al final de su existencia. Me pregunto si te sientes satisfecho. Dios, si tan solo pudiera destruirte en estos momentos.

La oscuridad me invade.
Esa presión en mi cuerpo, el fuerte latir de mi corazón. Odio y resentimiento es lo único que queda de mí.

De mis ojos salen lágrimas, y siento cómo me preparan para ahorcarme. Me muerdo mis labios, y de mi rabia surge la presión como para sacar sangre de ellos.

Es un sentimiento tan abrumador, nunca antes experimentado.
Se siente horrible. Solo quiero deshacerme de esto.