manos a la obra

54 5 3
                                    

**Fuera de la mente de Takumi, unas pocas horas después del inicio del proyecto...**

Las alarmas del laboratorio resonaban con insistencia mientras las pantallas de diagnóstico cobraban vida, activando una inteligencia artificial básica, programada para asegurar el éxito del proyecto. Una voz robótica, fría y calculada, rompió el silencio que dominaba la habitación.

-**Error detectado. Iniciando autodiagnóstico...** -La voz comenzó a enumerar meticulosamente los resultados de cada proceso-. **Transferencia de conciencia completada al 100% sin anomalías. Proceso de depuración completado al 100% sin anomalías. Proceso de fabricación de red neural completado al 100% sin anomalías. Proceso de creación de tejidos inorgánicos completado al 100%. Proceso de fabricación de tejido biológico... completado al 90%. ¡Anomalía detectada! Buscando el fallo responsable de la anomalía...**

El laboratorio se sumió en un silencio casi palpable, roto solo por el zumbido de las máquinas. La IA, implacable en su tarea, pronto dio con el problema.

-**Se ha detectado una insuficiencia en la biomasa orgánica para la creación del tejido biológico. Iniciando corrección...** -La voz, carente de emociones, siguió con su implacable determinación-. **Se ha determinado que el proceso más óptimo es reducir la estructura corporal para compensar la falta de biomasa. Iniciando corrección...**

Finalmente, la IA concluyó:

-**Todos los parámetros listos. Tiempo estimado para finalizar: una semana.**

La sala quedó en silencio una vez más, aunque el eco de la voz robótica parecía flotar en el aire, como una voz que parecía risueña.

. **Sí, el pobre Takumi se llevará una pequeña sorpresa cuando despierte...**

**Una semana después...**

La semana de incubación había llegado a su fin. El cuerpo estaba listo y la transferencia de mente se había completado con éxito. Solo quedaban algunos ajustes finales. En el laboratorio, varios drones médicos flotaban silenciosamente, vigilando cada signo vital de Takumi, listos para intervenir ante cualquier anomalía.

Dentro de la cápsula, un cuerpo joven descansaba en un sueño profundo. Un chico de 16 años, con cabello verde azulado y piel pálida, cuyo físico era delgado pero bien definido, y que medía 1.52 de altura.

Poco a poco, el líquido dentro de la cápsula comenzó a drenarse. Minutos después, el líquido se había evaporado, dejando al joven sentado, inconsciente, con la respiración suave y regular. Lentamente, comenzó a despertar, abriendo los ojos para revelar un par de profundos ojos rojos que brillaban con intensidad.

Un halo rojo apareció sobre su cabeza, compuesto por círculos concéntricos que se entrelazaban y líneas precisas que irradiaban hacia el exterior.

Un halo rojo apareció sobre su cabeza, compuesto por círculos concéntricos que se entrelazaban y líneas precisas que irradiaban hacia el exterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El joven intentó levantarse, pero sus piernas, todavía débiles, lo traicionaron. Cayó una y otra vez, con el frío suelo del laboratorio como su único testigo.

una loca Aventura Donde viven las historias. Descúbrelo ahora