Único

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Las luces de la ciudad brillaban con intensidad, reflejándose en los altos ventanales de la sala de conferencias de la empresa de mercadeo donde Chanyeol era el jefe. Habían pasado semanas de arduo trabajo, noches sin dormir, y una tensión permanente en el equipo, todo para conseguir un contrato que podría cambiar el rumbo de la empresa. Y ahora, finalmente, lo habían logrado.

Kyungsoo, uno de los miembros más talentosos del equipo, se encontraba en la esquina de la sala, observando con una mezcla de orgullo y cansancio mientras sus compañeros celebraban. Sabía que Chanyeol, su jefe, estaba más que satisfecho con el resultado, pero no lo mostraba. Chanyeol era conocido por su seriedad y frialdad en el trabajo. Nadie en la empresa se atrevía a cruzar la línea con él, excepto Kyungsoo.

Chanyeol permanecía al margen, su rostro impasible mientras observaba a su equipo. Sin embargo, sus ojos se desviaban constantemente hacia Kyungsoo, como si estuviera esperando el momento adecuado para acercarse.

Cuando la celebración comenzó a disminuir, Chanyeol hizo un gesto con la mano para que Kyungsoo se acercara. —Kyungsoo, necesito que te quedes un poco más. Hay algo que debemos discutir, —dijo en un tono que no admitía réplica.

Kyungsoo asintió, sintiendo un pequeño nudo en el estómago. Sabía lo que significaba cuando Chanyeol le pedía que se quedara después de horas.

Una vez que todos se marcharon, la sala de conferencias quedó en un silencio absoluto, solo roto por el sonido distante de la ciudad. Chanyeol cerró la puerta con cuidado y, en cuanto estuvieron a solas, su expresión cambió. La frialdad que mostraba en el trabajo se desvaneció, reemplazada por una calidez y una suavidad que solo Kyungsoo conocía.

—Has hecho un trabajo increíble, Kyungsoo, —dijo Chanyeol, acercándose. Su voz era baja, casi un susurro, mientras sus dedos rozaban suavemente la mejilla de Kyungsoo. —Estoy muy orgulloso de ti.

Kyungsoo sintió que su corazón latía con fuerza al escuchar esas palabras. Era en estos momentos, cuando estaban solos, que podía ver el verdadero Chanyeol, el hombre que ocultaba su ternura y su amor bajo una fachada de dureza.

—Gracias, señor Park, —respondió Kyungsoo con una ligera sonrisa, disfrutando del toque de Chanyeol.

—Chanyeol, por favor. Aquí, solo somos tú y yo. — Chanyeol sonrió, esa sonrisa reservada que solo Kyungsoo tenía el privilegio de ver.

Chanyeol tomó la mano de Kyungsoo, guiándolo fuera de la sala de conferencias y hacia su oficina personal, un espacio que normalmente se mantenía cerrado para todos excepto para él. La oficina estaba iluminada por la suave luz de una lámpara, y desde la gran ventana se podía ver el horizonte de la ciudad.

—Quiero que esta noche sea especial, —dijo Chanyeol mientras cerraba la puerta detrás de ellos. La tensión en el aire incrementaba, pero no incómoda. Era la anticipación de lo que estaba por venir, una mezcla de deseo y cariño.

Chanyeol, que siempre había sido tan cuidadoso y meticuloso en el trabajo, se mostró completamente diferente. Se acercó a Kyungsoo, sus ojos reflejando una ternura que contrastaba con su habitual frialdad. Lentamente, lo tomó por la cintura, acercándolo más a él.

—Hoy celebramos a nuestra manera, —susurró Chanyeol antes de inclinarse y rozar sus labios contra los de Kyungsoo en un beso suave pero lleno de intención.

Sus grandes manos fueron descendiendo hasta capturas las redondas nalgas de Kyungsoo, el menor tembló, abrió sumisamente sus piernas dejando que la rodilla de su jefe comenzará a explorar la zona. Le fascinaba ser tocado por el mayor.

—Chanyeol... todo esto que logramos, es gracias a tu esfuerzo continuo —, formó un puchero en sus labios al tener que separarse unos centímetros del cálido cuerpo del alto. Sonrió cuando Chanyeol aflojó su corbata y abrió los primeros botones de su camisa —. Veo que mi amado jefe ha estado bastante ansioso por esta celebración.

Desvelos de oficina || ChanSoo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora