Capítulo Único

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Jono y Tetcho era una pareja recién casada y toda su vida habían querido realizar su sueño, vivir en el mar, y por supuesto que lo lograron. Compraron un barco y se despidieron de sus seres queridos, Teruko y Tachihara, solo los tenían a ellos, porque ambos casados eran huérfanos, al albino lo abandonaron en un orfanato y el castaño perdió a sus padres por un accidente de auto. Les dolía mucho dejarlos pero querían cumplir su cometido.

El día que dejaron las costas de Yokohama y se adentraron mar adentro fue tanto nostálgico como feliz. Pero solo porque cumplieron su sueño no quiere decir que hayan dejado de lado las preocupaciones, una era que Jono era ciego, aunque podía percibir todo a su alrededor era peligroso, tenían que navegar a la costa una vez al mes por provisiones, las tormentas podían hundir el barco y lo último que era lo que tenía más preocupado a Tetcho, los desmayos de su esposo, aunque ha estado mejorando lo tenían un poco asustado, no eran graves pero algún día se podría caer por la borda.

Llegó el día de acercarse a las costas de Yokohama a comprar alimentos y agua potable, ya casi no les quedaban así que emprenderian viaje hacia allá.

Hace tiempo no veían a sus queridos amigos así que esto serviría como una pequeña visita, llamaron a Tachihara para decirles que los esperarán el día siguiente en el muelle, porque si llamaban a Teruko seguro haría un escándalo, que hace tiempo no vienen a verlos, que muy pocas veces los llaman o que se estaban preocupando porque les pasará algo si los atrapaba una tormenta.

Cuando ya habían llegado se dispusieron a bajar del barco para ver a sus amigos pero no había nadie o eso creía Tetcho porque él no podía escuchar los latidos y respiraciones de las personas como Jono, pero este solo logró escuchar los latidos de un par de personas, qué curioso, no lograba escuchar las respiraciones. Tetcho vió a unos metros de distancia una extraña caja de madera, caminaron hasta ella y el castaño pudo ver una nota sobre la tapa.

Este es un regalo para ustedes, queridos amigos, tranquilos, si piensan que es una broma pueden estar seguros de que no lo es.

Atte. Teruko y Tachihara

Jono no estaba para nada seguro de abrirla, se escuchaba un par de latidos dentro de ella, aunque no las respiraciones, además de que esa carta no era para nada convincente, según Tetcho era la letra de Tachihara, pero por lo que decía parecía que la había escrito Teruko. Y el albino de terminaciones rojas se sorprendió al percibir como su esposo dirigió sus manos a la tapa de la caja para abrirla, pero no lo iba dejar hacer eso, era una clara broma de sus amigos.

— Tetcho, no lo hag- — no le dió tiempo a terminar pues el castaño la destapó para luego recibir una gran cantidad de harina en el rostro y cuerpo

— ¡Hay, que bueno es volver a respirar! — exclamó Teruko saliendo de la caja, con un pequeño cañón de confeti en una mano, era obvio que con eso les habían arrojado la harina — ¿Verdad, Tachihara? Teníamos que haberle hecho unos agujeros, por poco y me muero

— No te quejes Teruko, la idea fue tuya, además mi cañón tenía un agujero y terminé también como esos dos — ahora el pelirrojo estaba saliendo de la caja con un poco de harina en su cara y hombros, mientras tosía — Estoy seguro que eso fue por venganza, por haberte ganado ayer jugando con las barajas

— Tal vez por eso o porque me pareció divertido hacerselo a otra persona desprevenida — dijo Okura con una leve risa, estaban ignorando totalmente a los dos navegantes

— Oigan par de sabandijas ¿Así es como pretendían recibirnos? — Jono se inclinó hacia ellos con ambas manos en su cadera

Tú eras quien - Suegiku - Oneshot - AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora