Final del abismo

Día Uno

¿Qué tanto puedes desear a alguien? ¿Porqué ir tras algo que sabes que nunca será tuyo? A veces me hago esas preguntas sin obtener una respuesta, solo tengo está sensación en mi cuerpo, tengo que estar en alerta, si cierro mis ojos puede que no los vuelva a abrir de nuevo, y si los abro, volveré a estar en sus brazos, cayendo en un mar de emociones que no pedí sentir, y que no quiero seguir sintiendo. Todo gracias a ese día que lo vi por primera vez, por las calles tranquilas de Venecia.

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Félix:-. Hoy es un gran día para comenzar en mi nueva universidad-. Apenas el primer rayo de sol toco mi ventana, salte de la cama tomando mi ropa para mi primer día de universidad. Hoy es un gran día, he esperado toda mi vida por esta oportunidad; crecí y me crie en Madrid pero desde que era pequeño siempre quise viajar a Italia, específicamente a Venecia, mis abuelos maternos se conocieron en una cafetería donde mi abuela solía trabajar de repostera, mi abuelo había viajado desde Madrid a Venecia por vacaciones y a probar las delicias reposteras de las cafeterías. Según mi abuelo, había entrado a una pequeña cafetería cerca de una plaza, lo atrajo el dulce aroma a Cannoli recién preparado que lo condujo hasta el lugar. Me dijo que apenas entro, poso su vista en una bella joven de cabello castaño y rizado, con unos enormes ojos color miel tan brillantes que el sol se moriría de envidia con solo verlos; esa tarde se quedó más de lo habitual solo para ver como la joven colocaba los dulces en la vitrina. Empezó a ir todos los días y siempre ordenaba Cannolis, no sabía como invitarla a salir ya que no hablaba italiano así que le pidió a un amigo que le enseñara unas pocas palabras. Un día se armó de valor y se acerco al mostrador.

"Signorina, mi dispiace disturbarla, sei molto bella e i tuoi occhi sono molto luminosi come due stelle, che brillano nella notte più buia, volevo chiederti se non è troppo disturbo se vuoi cavalcare con me le gondole."

(Joven dama, disculpe que la moleste, usted es muy bella y sus ojos son muy brillantes como dos estrellas, brillando en la noche más oscura, quería pedirle si no es mucha molestia si quiere pasear conmigo en las góndolas.)

Mi abuela le sonrío y acepto su propuesta, esa misma tarde ambos fueron juntos a navegar en las góndolas. La historia de como se conocieron mis abuelos siempre la he amado, como sacada de una de esas peliculas viejas de romance; pasaba mucho tiempo en la casa de mis abuelos y donde aprendí a hacer algunos dulces que mi abuela le solía preparar a mi abuelo, sin duda fueron los mejores días de mi vida, hasta que mi abuelo falleció hace unos 5 años, mi abuela perdió el brillo de sus ojos y su motivación para cocinar, trate de animarla preparando le dulces que antes solía hacer pero nunca volvió a ser la misma, ella falleció 3 años después, antes de morir ella me pidió un favor...

"Figlio mio, non essere triste, voglio che tu sia molto felice, realizzi i tuoi signa e trascorri il resto della tua vita con qualcuno che ti faccia sentire speciale e amato."

(Mi niño no estés triste, quiero que seas muy feliz, cumple tus sueños y pasa el resto de tu vida con alguien que te haga sentir especial y amado.)

Desde ese día me esforcé para pode ingresar en la universidad donde mi abuela había estudiado repostería, voy a cumplir mi sueño, me graduare, abriré una cafetería y prepare los mejores dulces de Venecia; ahora mi mente solo puede pensar en eso, no hay tiempo para el romance, durante mi adolescencia solo me dedique a estudiar y trabajar en algunas trabajos parciales para poder pagar el boleto a Venecia, una vieja amiga de mi abuela me ofreció quedarme en su hostal todo el tiempo que necesite, no es muy grande pero es acogedor, además la vista desde mi balcón es hermosa.

Tome mi mochila y baje corriendo las escaleras, casi podía volar de lo emocionado que estaba, ni siquiera me preocupe de mi ropa, solo tome un par de jeans ajustados y una camiseta sin mangas la cual los costados estaban bastantes rebajados, se veía un poco de piel pero no me molestaba y obviamente mis tenis que nunca me fallan.