Narra TN.
Apenas llegamos a la mansión Mikaelson, le coloqué una protección extra a mis hijos. Sabía que en este baile comenzaba a tejerse un plan para destruir a los vampiros, algo que me enfurecía. ¿Cómo se atreve una simple mortal, que tiene la magia que yo misma le otorgué, a intentar acabar con una de mis creaciones? Fui yo quien permitió que ese hechizo funcionara, asegurándome de que sus hijos no murieran cuando los apuñalaran con una espada. Este pensamiento me mantenía de muy mal humor, aunque lo disimulaba. Sin embargo, en el momento en que vi a esa señora y tomé la invitación, mi sentido divino se activó, dejándome ver un fragmento de lo que ella planeaba hacer.
Decidí no interferir, como suelo hacer con las estupideces que cometen mis "protegidos" o creaciones. Pero, si en algún momento esto llega a afectar a mis hijos, me aseguraré de destruir a esa mujer de las peores maneras posibles. Y eso lo prometo como TN Olimpus, princesa del Olimpo, diosa de lo sobrenatural, el miedo y la locura. Deberían tener cuidado con lo que hacen, porque con un simple chasquido podría acabar con ellos.
"Mierda, estoy empezando a pensar y hablar como mi padre", reflexioné mientras sacudía la cabeza para alejar esos pensamientos homicidas.
TN: Bueno, diviértanse -les dije a mis hijos con una sonrisa-. Es una fiesta que no tiene que ver con haber vencido a algún titán loco o primordial que quiera destruir el mundo.
Sabina: Siempre quise venir a una fiesta de gala -exclamó con una sonrisa-. Además, este vestido me queda muy bien, aunque sea amarillo.
TN: Dita tiene un excelente gusto y nunca nos daría algo que nos hiciera ver feas -respondí con una ligera sonrisa.
Nos separamos tan pronto como entramos a la mansión. Mientras mis hijos decidían socializar un poco con los adolescentes presentes, yo opté por dirigirme a la barra y tomar un poco de vino. Observaba la fiesta, contemplando la posibilidad de encontrar algún mortal que pudiera entretenerme esta noche. Sin embargo, por alguna razón, me sentía un poco nostálgica, pensando en los padres de mis hijos. Ellos fueron los únicos mortales que lograron ganarse mi corazón en siglos, y por eso decidí tener hijos con ellos.
Usualmente, cuando bajaba al mundo humano en eras pasadas, lo hacía solo por diversión. Si un mortal me parecía una buena persona y capaz de cuidar bien a un hijo mío, entonces lo que tenía que suceder, sucedía. Por eso, era raro encontrar un semidiós de mi linaje, hasta que llegó este siglo. Encontré a tres hombres extraordinarios; con uno de ellos, incluso, tuve dos hijos.
Salí de mis pensamientos cuando sentí que alguien se colocaba a mi lado. Giré el rostro y me encontré con Finn.
TN: Buenas noches, Finn -comenté con tranquilidad.
Finn: Buenas noches, mi amor -respondió con una sonrisa tranquilizadora-. ¿Te gustaría bailar señorita?
TN: Me encantaría caballero -exclamé, devolviendo la sonrisa.
Acepté la mano que Finn me ofrecía y nos dirigimos a la pista de baile. Para suerte suya, sonaba un vals. Colocó su mano en mi cintura y yo la mía en su hombro, y comenzamos a bailar.
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Una diosa nuestra ¿ compañera ?
Novela JuvenilTN Olimpus. Diosa de lo sobrenatural, miedo y la locura. Hija de Hera y Zeus. Va a la tierra porque se aburrido de estar en el Olimpo y quiere un poco de diversión, pero que pasaría que llegara a un pequeño pueblo conocido como Mystic Falls virgi...