Kim Minji
-Has llegado temprano -bostezó a la par que abría la puerta, sabía que era Yoongi, pues minutos antes le había mandado un texto avisándole de su llegada.
-Buenos días para ti también -contestó de vuelta antes de acércala a él y dejar un suave beso en la sien.
Habían acordado darse una oportunidad, pero el que Yoongi tuviera esos gestos con ella, la descolocaban bastante.
-Buenos días -sonrió para ella y cerró la puerta principal. -No te esperaba tan temprano, Bomi aún sigue dormida -anunció. -Y aun no estoy lista...
-¿Bomi sigue dormida? -preguntó Yoongi con una sonrisa pícara en su rostro.
Asintió -Cualquier cosa que estés pensando es un no -añadió antes de que incluso él pudiera decir algo. Sin embargo él rio.
-Y yo que tenía pensado que nos acurrucáramos -Yoongi se cruzó de brazos permitiéndole ver como sus pectorales se marcaban bajo aquella jersey negra.
Ella alzó una ceja, si, quería volver a la cama y descansar los ojos un rato más, pero eso no sería posible si Yoongi estaba a centímetros de ella. -Podemos ir a mi habitación, pero cada quien su distancia -apuntó con su dedo índice hacia el rostro del pálido. -Ah y las manos en su lugar, ¿entendido?
Yoongi le mostró aquella sonrisa gomiosa, característica de él y asintió como un pequeño niño. -Aunque no prometo mucho. -Carcajeó en su rostro.
Rodó los ojos y le hizo una seña para que fuera con ella. Su habitación no estaba tan desordenada por lo que permitió que entrara y despreocupadamente se dejó caer en su lado preferido boca abajo.
No tardó en sentir como la cama se hundía a su lado, Yoongi se había recostado cómodamente en su cama, como si de verdad perteneciera ahí.
-Estaba pensando que podíamos ir a tu restaurante favorito... -murmuró Yoongi solo para ella.
-¿A la pequeña fonda? -preguntó ella con una sonrisa. Ese lugar le traía tantos recuerdos que probablemente todos eran con Yoongi y sus amigos.
-Recuerdas la vez que nos escapamos de la secundaria para ir a comer ttaeokbokki -preguntó él con vista al techo. Agradecía que no tenía la vista fija en ella porque así podría contemplarlo un rato más.
-Que Jimin lloró de lo picante que estaba -agregó ella y una carcajada genuina salió de ella. -Pobre Jimin, siempre lo hacías molestar.
-Tal vez se lo merecía un poco -Yoongi sonrió de lado.
Ciertamente, Jimin en sus tiempos de adolescente era un chico algo burlón y molesto, desde que lo conoció, se metía con ella, no de una manera intensa pero siempre tiraba comentarios burlescos o sarcásticos hacia ella, sin embargo Yoongi siempre la había defendido y se las regresaba al rubio de ese entonces. Al inicio le hacía sentir mal con su actitud, pero conforme fue pasando tiempo con ellos, las cosas fueron cambiando.
Ambos quedaron en silencio un momento, sus oídos zumbaban del silencio que se sentía en el departamento, aún era temprano y sus ojos aun pesaban: : el sueño comenzaba a ganar. -¿Yoongi?
-¿Mmh?
-Puedes contarme una historia -murmullo tan bajo que no esperaba que él pudiera escucharla.
-Como qué. -preguntó él extrañado, aunque no sería problema inventarse un cuento en ese momento.
-No lo sé -susurró Minji. -Lo primero que se te venga. -Para entonces, sus ojos yacían cerrados a la par que su cuerpo empezaba a soltarse.
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rewind ; myg [PAUSADA] [EN EDICIÓN]
FanficMin Yoongi, un productor famoso y Kim Minji, editora en jefe ; tienen algo en común: su hija Min Bomi. · Actualizaciones lentas.