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Se sentía algo extraño, luego de abrirse y contarle todo su pasado a Yoongi, pensó en dos opciones, la primera era que Min le haría el amor en ese mismo instante para borrarle las huellas del desgraciado mal nacido del que se su ponía era su padre, y segundo, la que más le había aterrado, era que se alejaría de él, que le daría evasivas y no lo miraría a los ojos, pues ¿Quién querría estar con alguien quien fue violado por su padre?

Min Yoongi, claro esta.

"Nada de lo que te paso fue tu culpa, cariño" le había susurrado Min

Muy contrario a lo que había pensado, Min lo había mimado ese día, lloraron juntos y estuvieron un rato comiéndose a besos, besos que eran tiernos y suaves, nada pasados de tono.

Los tres días anteriores, el pálido lo había llenado de regalos, le había comprado un teléfono nuevo de alta gama, lo había llevado a un restaurante lujoso, lo invito a su estudio, donde igualmente se besaron y miraron, le había comprado peluches, helados y lo llevaba a donde él quisiera.

Pero no había sexo, no había nada de acción, ni un indicio que Min que indicara que lo deseaba, nada, cero, y eso, lo asustaba. Mucho.

Su preocupación la canalizada con el baile, pues su presentación estaba a la vuelta de la esquina y eso también lo tenía mal.

Llego a la casa de su novio como a eso de las siete de la tarde, había ido a ensayar junto a su profesor, quien después de eso, le invito a cenar, no aceptando un no por respuesta, había querido avisarle a Yoongi, pero Hoseok se negó diciendo que no era su esposo para tener que decirle con santo y seña de donde estaba.

Entrando a la casa, Jimin se sorprendió al ver todas las luces apagadas, excepto por unas velitas rojas que se encontraban en los escalones de las escaleras, como si con eso le indicaran a donde tenía que ir.

-. ¿Yoongi? - hablo con un poco de miedo - amor, ¿estas en casa? - pregunto con su voz flaqueando

Se acercó a las escaleras con temor, sus pasos eran lentos, como si de un gato se tratara, con sigilo, subió el primer escalón.

Estaba por hablar, su corazón sintió un vuelco, comenzando a latir con fuerza, tanto que lo podía escuchar fuerte y claro en sus oídos.

Había escuchado pasos en la segunda planta, había alguien caminando en el segundo piso, estaba por darse la vuelta y salir a toda prisa de esa casa y huir lo más lejos posible, cuando un mensaje le llegó a su teléfono, el cual vibró en su bolsillo.

Yoonie🐱

Sube, cariño, no te asustes, soy yo, la luz se fue, algo pasó con los cables o que se yo.

Sonriendo, Jimin sintió que podía respirar mejor y comenzó a subir las escaleras con alegría, estaba a mitad de ella, cuando la melodía de un piano llegó a sus oídos, deleitándose con las suaves notas de música.

Siguió su camino y terminó por subir el último peldaño, miró el pasillo y sonrió al ver más velas rojas a lo largo de este, deteniéndose al lado de la habitación de al final de pasillo, de donde venía la melodía.

Camino hasta estar frente a la habitación, la cual estaba abierta y miro a Min sentado en un banco con una camisa negra ajustada y un pantalón de vestir.

-. Llegaste - pronuncio Min, sin girarse, estiro una mano en dirección a Jimin

-. Tarde, lo siento, Hoseok me entretuvo mucho.

Mi vecino es Stripper [YM]{+21}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora