El odio del Alpha

Ahora verás quien soy yo

Azahia:

- Tengo miedo, ¿qué me harás, Vladis? Temo lo peor.

Vladis:

- ¿Qué se ha creído Azahia, que puede huir cuando le plazca? Pero ahora sabrá quién soy. Me dirijo a la habitación, pero mi lobo me habla por el enlace.

Tormenta:

- ¡Basura! ¿Qué intentas hacer? No te atrevas a hacerle daño a la pequeña ni a nuestro cachorro

Vladis:

- ¿Cachorro? Entonces ese fue el olor que sentí. ¿Será que esa sea la clave para romper mi maldición? No era Azahia realmente, sino él, el cachorro, quien me va a liberar de mi condena.

Tormenta:

- Así que no la toques, basura. ¿Me oyes?.

Vladis:

-Esto es algo inesperado para mi, ahora todo cambia, tendré que ser bueno con ella. Me dirijo a uno de los cuarto donde está ella.

Azahia:

–Escuché la puerta abrirse y, al levantar la mirada, vi a Vladis parado en el umbral de la puerta . Su mirada era penetrante, como si intentara leer mis pensamientos o arrancarme el alma.

Vladis:

—¿Estás bien? Me preocupé cuando huiste, pequeña. ¿Tienes hambre? Le pediré a la señora Wendy que te prepare algo de comer. Luego, descansa.

Azahia: (pensando):

—¿Qué le pasa a este tipo? Me trata mal, me encierra, y ahora me trata bien... ¿Qué está pasando? (asintiendo) Tengo un poco de hambre. ¿Por favor, puedo comer algo? ¿Volveré a los calabozos?

Vladis:

—No, de ahora en adelante dormirás en mi habitación. Pediré que ubiquen tu ropa allí. Te dejaré sola y pediré que te preparen algo de comer y te lo suban, me retiro.

Azahia:

– Veo que Vladis se va, estoy confundida, será mejor que descanse y espere la comida. A los minutos escucho la puerta tocar a lo que dije: pasé.

Keinis y Ginnis:

—¡Hola, señorita! Traemos su comida. Con permiso, mi luna.

Azahia:

—Gracias, chicas. Todo se ve delicioso. Comeré porque tengo mucha hambre. Mejor voy a comer y luego a darme una ducha, y a dormir un poco; estoy cansada. Vladis, ¿qué es lo que estás planeando?.

–"Quedé satisfecha. Me daré una ducha y luego dormiré un poco."