prólogo: Instintos que no se pueden reprimir

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Eran los horas del medio día, y en la UA las clases seguían con su ciclo estudiantil común y habitual. Los aprendices a héroes hablaban y pasaban el rato con sus amigos, tomaban su tiempo para el estudio, almorzaban. Del lado de sus maestros hacían sus trabajos respectivos como tutores académicos de los jóvenes.

Pero en este caso resaltamos a un maestro en concreto, izuku midoriya, se encontraba en su oficina calificando las notas de los exámenes de sus estudiantes. Era el profesor de la clase 1A y quién los ayudaba en matemáticas y en mejor uso de los dones cuando tocaba entrenamiento de los mismos.

//Ok...//

El sonrió con entusiasmo, orgulloso de si mismo al ver que las calificaciones de todos sus alumnos eran altas, y no tuvo que reprobar a ninguno.

//Se ve que soy un buen maestro...o hicieron trampa y no me dí cuenta//

Lo bueno es que no tenía que hacer actividades complementarias al no haber promedios bajos.

Al rato, con una carpeta de papeles en su mano, entro al aula donde sus estudiantes estaban, y ellos al ver su presencia cambiaron sus posturas a unas más firmes y menos relajadas.

//Aquí las notas jóvenes//

Empezó a repartir los exámenes calificados a cada uno, viendo cada reacción alegre y eufórica que ellos tenían al ver cómo fue el desempeño en la prueba escrita,le gustó ver esas expresiones. Esos chicos eran los mejores y tenían un buen futuro que los esperaba.

//Mañana en el entrenamiento nos enfocaremos solo en las  particularidades, les aviso para que ya estén preparados//

Todos ellos en unisono le respondieron con un:

//Si señor!!//

Unas horas después los horarios de clases ya finalizaron por el día de hoy, midoriya caminaba por las calles de lo más tranquilo al ver que podía tomarse un pequeño tiempo para descansar. Podía sentir un ambiente relajado y eso se sentía en estos últimos 8 años desde que la Liga de villanos se disolvió.

Desde que el había salvado al mundo de shigaraki tomura, el villano mas aterrador de la historia.

//Oh ahí está//

Solo fue observar por la ventana del restaurante para vera la heroína y mejor amiga uravity sentada en una mesa, por lo que entro y en poco tiempo ella se había dado cuenta de su presencia, levantándose de la mesa con una sonrisita.

//Deku!//

//Hola//

Ochako le dió un fuerte abrazo en un gesto de cariño, y se separaba para verlo a los ojos.

//Cómo estás? Fui pidiendo la comida que te gusta mientras llevabas//

//Gracias//

Ambos se sentaron en la mesa y despidieron conversar un rato mientras esperaban sus comidas.

//Cómo te fue uraraka?//

//Excelente! Pude terminar el papeleo a si que para mañana estoy un poquito más desocupada//

//Ja! Yo terminé de calificar los exámenes de mis estudiantes a todos les fue bien, creo que hicieron trampa para eso///

//O quizás es que eres buen maestro//

//Puede ser//

Izuku se ríe un poco.

//Hemos estado muy ocupados todos, pero me alegro de que tengamos este tiempo para pasar el rato//

Ella le sonrie con ternura.

//Si, también me pone contenta pasar el rato juntos, pero que se hace?, el profesor nos enseñó bien a ser un héroes, pero nunca nos dijo que nuestros descansos serían pocos//

Las brasas de un héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora