Mil Tormentas// Juan Pablo Villamil// Morat

Capítulo 41

AVISO: Este capítulo contiene escenas +18, al momento que comiencen encontraras un anuncio por si no quieres leer, encontraras el mismo anuncio al final de la escena.

— Te juro que me encanta mucho. Oí una voz afuera del baño. — Villa es divino, todo un caballero, tan guapo, y además sensible, con su estilo de banda, me tiene tan loca por él. — Reconocí la voz de Gabriela y no pude evitar torcer los ojos, aun así permanecí dentro del cubículo para poder seguir escuchando su conversación

— Tiene novia Gaby, y como tú dices es todo un caballero, no va a dejar a su novia por ti, está demasiado enamorado de ella y lo sabes, más no te lo puede decir. — Bueno, al menos su amiga parecía querer hacerla entrar en razón

— Lo sé, lo sé, ¿te dije que ella respondió mi llamada la otra noche? Solo diré una cosa, incomodo, esa chica es muy intensa, no entiendo como Villa no se ha cansado de ella. — Uy uy, mi sangre volvió a hervir como esa noche y sin darle tiempo a nada más salí del cubículo

— Y como te dije esa noche, esa chica, tiene nombre, Andrea, un gusto. — Dije extendiendo mi mano mientras ella y su amiga me miraban sorprendidas. — Solo te diré esto una vez Gabriela, aléjate, y lo digo enserio. — Y sin más salí del baño dejándola con la palabra en la boca y quedando yo con la furia arriba

Iba tan enojada que no me fije por donde caminaba y termine chocando con alguien.

— Andy, ¿todo bien? — Moncho me había agarrado por los brazos evitando que cayera de lleno contra el suelo

— No, Simón, nada está bien. — Mi voz salió como daga y eso preocupo a Simón que me arrastro hacia una banca para podernos sentar

— Cuéntame, ¿Qué paso? — Y entonces le conté todo, mis celos, mi rabia, las palabras y la forma de actuar de Gabriela, lo preocupada que estaba y lo que Villa me había dicho, él se tomó un momento para reflexionar sobre lo que le dije y después me hablo

— No creo que debas preocuparte por lo que haga Villa, todos sabemos que te ama, y eso no se lo esconde a nadie, solo le falta llevar una camisa con una foto suya para proclamarle su amor eterno, por otro lado, créame que entiendo lo que siente, no debe ser nada bonito que alguien vaya detrás de su novio de forma tan abierta, y yo de usted le diría a Villa lo que escucho en el baño para que él lo sepa, pero no se coma la cabeza ¿sí? No le hará nada bien y usted lo sabe, todo estará bien. — Moncho era en definitiva el hermano mayor del grupo y siempre daba los mejores consejos, y lo seguiría así que después de agradecerle me puse a buscar a Villa para poder hablar con él.

Lo encontré después de un rato en la cafetería, pero no pude alegrarme de ello pues Gabriela estaba ahí hablándole con una sonrisa en el rostro, la mía se borró al instante en el que la vi dejar un beso en su mejilla y él no se quitó, acto seguido se levantó y se fue, yo llegue a su lado un instante después. Villa me miro con algo de susto, pero un su rostro había algo de enojo que no lograba entender.

— Amor, ¿Qué le dijiste a Gabriela? — Su reclamo no se hizo esperar e inmediatamente supe que hacía Gabriela hablando con él

— No se ella que te habrá dicho, solamente le dije que se alejará, y que yo tenía nombre, y ¿quieres saber por qué? Ella estaba diciendo cuan enamorada esta de ti y no, eso no me hace sentir cómoda, si quieres que te lo diga. — Ya me había vuelto a enojar y las palabras de Simón se fueron a la mierda en ese mismo momento. — Ella no me agrada y me agrado menos encontrarla contándote lo que parece ser una versión falsa y que aparentemente creíste, porque te dejaste dar un beso y encima te enojaste conmigo sin haberme escuchado. — Él solo me miraba arrepentido por la forma en la que me hablo al principio — ¿Sabes qué? Te estaba buscando para contarte que me siento insegura por ella, pero que confió en ti y que te amo y sé que me amas también, pero creo que tomaste una decisión antes de que yo hablara. — Me levanté de la mesa y comencé a caminar hacía la salida, mis clases habían acabado y estaba dispuesta a irme de forma inmediata a mi casa