Había pasado un mes desde la fiesta de graduación de itadori.
Y habían pasado 5 meses desde que se hicieron novios. Los mejores meses de megumi en toda su vida sin duda.
El alfa había prometido enamorarlo en cuatro meses y lo que no sabe es que ya lo tenía a sus pies desde ese momento. Lo amaba con todo su corazón.
Era mitad de mes y eso significaba ir de compras al supermercado.
Por lo que ahora se encontraba observando en su teléfono la lista de las cosas que tenía que llevar al departamento para antes del mediodía, eran bastantes cosas ya que era toda la compra del mes.
Y con respecto a lo de su bebé con itadori, ya se rindió con respecto a intentarlo, no había tenido ningún síntoma, y su aroma tampoco cambió.
Con un suspiro triste se concentró en buscar los yougurts que llevaba el pelirosa para su desayuno en en las guardias del hospital. Sus ojos se deslizaban en las heladeras con grandes variedades del mismo producto.
Distintos empaques, sabores y marcas. ¿cuales eran los que llevaba yuuji?
Su vista se dirigió un poco más a la derecha y encontró el bendito alimento. Agarró aquel pote de yougurt de frutilla* para colocar unos cuantos en el carrito.
Empujó el cesto y siguió su camino hacia otras secciones, en donde ahora buscaría su desayuno. El clásico café con leche frió de todas las mañanas.
Agarró su marca de café favorita y luego buscó las cajas de té que también hacían falta.
— ¿megumi? — sus movimientos se detuvieron cuando una voz familiar incrustó sus oídos.
Su vista se volteó y vió a un pelinegro al final del mismo pasillo que él, observándolo.
— ¿junpei? — preguntó parpadeando, preguntándose si el mundo era tan pequeño como para encontrarte a tu amigo de la infancia en un supermercado del barrio.
— parece que no me olvidaste — el mayor se acercó al chico y este aún estaba sorprendido. — me alegra ver que estás bien — dijo acariciando los cabellos del omega.
— jun...
— ¿quieres que vayamos a la plaza a hablar?
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No pudo negarse y ahora estaba al lado del beta caminando hasta una banca de la plaza del centro.
— ¿como has estado? — el primero en romper el silencio fue yoshino. Quien llevaba sus manos en el bolsillo de su chaleco.
— bastante bien, supongo que fueron los mejores meses de mi vida
— eso es bueno de saber, el orfanato se está poniendo cada vez mas difícil, en cualquier momento dejo el trabajo allí — el de ojos negros se acomodó en su asiento y megumi enterró su nariz en su bufanda.
Estaba terminando el otoño pero todavía había algunos días en donde hacía bastante frío como en esos momentos.
— nunca entendí como quisiste seguir los pasos de tu madre — lo miró de reojo. — tu esfuerzo daba para mucho más que solo un conserje de orfanato
— mi esfuerzo puede decir mucho, pero siendo beta no puedes ser reconocido aquí
El omega suspiró. — si mal no recuerdo... los padres de mi n- amigo. Son betas y trabajan en una cafetería muy famosa de Tokio — cerró sus ojos guardando sus manos dentro de su bolsillo. — deberías probar algo que te guste
Yoshino hizo una mueca. — ¿estas viviendo solo ahora? veo que fuiste a hacer mucha compra — cambió el tema. Megumi no parecía importarle.
— no, no vivo solo por si es lo que te preocupa — junpei suspiró.
— cambiaste mucho en poco tiempo
— ¿que dices?
— es como... si algo en ti hubiera cambiado, irradias felicidad por doquier — el oji verde frunció el ceño.
— ¿enserio? — el mayor asintió.
La conversación murió allí. Ambos mirando hacia el cielo que era iluminado por los fuertes rayos del sol.
El frio sur acariciaba sus cabellos y los despeinaba levemente. Megumi pensó que era momento de volver a casa si es que quería prepararle algo a yuuji.
— debo irme a casa — dijo levantándose de la banca. — me... alegro de volver a verte junpei, espero hacerlo de nuevo — dijo con una sonrisa leve, la cual fue correspondida.
— yo también me alegro de poder verte de nuevo, espero que sigas bien — su mano acarició el costado de su mejilla izquierda.
Con sonrisas en sus rostros ambos se despidieron.
El omega al darse la vuelta para volver a su departamento sintió un fuerte dolor en su cabeza, pensó que sería solo eso o por el brusco cambio de clima que había actualmente.
Caminó todo el trayecto estando un poco inestable, estaba mareado y cualquier paso en falso que diera iba a caer al suelo.
Gracias a cualquier angel de la guardia que lo estuviera cuidando en esos momentos, pudo llegar al departamento, que al abrirlo lo primero que vio fueron las blanquecinas patas de shiro esperarlo con emoción.
— hola shiro, ¿estabas esperandome? — acarició la cabeza del animal y este se restregó por su abdomen en felicidad por la muestra de cariño.
Sonrió y luego fue a descargar las compras que había hecho, aunque lo hizo con algo de dificultad ya que el perro no dejaba de perseguirlo por toda la cocina, haciendo imposible algunas actividades.
Megumi dedujo que tuviera hambre, entonces despertó también a kuro y llenó sus platos de comida balanceada antes de volver a lo que estaba haciendo.
Se sentía fatigado y sin ganas de hacer nada, terminó de guardar el ultimo paquete de fideos dentro de la alacena y se fijó la hora en su celular. 11:23am.
Yuuji llegaba a eso de las dos al departamento, por lo que le daba tiempo a tomar una siesta antes de ponerse a cocinar.
Se encaminó a la habitación, siendo seguido por ambos cachorros, quienes se recostaron sobre su abdomen antes de caer profundamente dormido.
Ya luego se preocuparía por el almuerzo.
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winter flowers ; itafushi
Fanficomegaverse au HIATUS POR EDICIÓN " megumi escapa del orfanato en donde vivía pero en medio de una tormeta de nieve termina perdido o donde itadori se le da por salir a comprar algo de comer a la madrugada y termina ayudando a un chico desmayado qu...