Ah... arreglar las cosas con sus padres se sentia bien.
Felix nunca creyó hacerlo, pensando que, el día que peleó con ellos por milésima vez y se fue de casa sería la última vez que los vería.
Pero, terminó por visitarlos, terminando en una una reconciliación. Así que, había pasado los últimos días junto a ellos.
Aunque, ahora mismo ellos habían salido a hacer algo a lo que Felix ni siquiera le prestó atención. Así que estaba solo, y terminó por distraerse simplemente estando tirado en su cama, en su dormitorio de cuando era un niño, simplemente admirando todo lo que le traía tantos recuerdos.Ni siquiera eran recuerdos bonitos, tan solo recordaba estar encerrado ahí, sus peluches siendo su única compañía, consolándose a sí mismo con que 'mañana sería otro día'.
En general, toda la casa estaba llena de malos recuerdos para él, pues cada esquina le recordaba cuando su hermano mayor lo asustaba hasta hacerlo llorar con esa máscara de zorro.
Además... estaban todas las peleas con sus padres, pero eso ya no importaba, no importaba la razón detrás de ellas o como terminaban la mayoría del tiempo, lo único que importaba era que ya se habían reconciliado y que todo estaba bien.
Miró con detenimiento sus alrededores, el cuarto era tan... femenino, todo de color rosa y decorado con florecitas. Nunca le gustó, pero no era como que nadie escuchara su quejas, así que siempre se tuvo que conformar con él.
Otra cosa que odiaba de aquel cuarto eran todas las pesadillas que tenía, pues juraba que había un par de monstruos que vivían ahí, uno en su armario y uno debajo de su cama. Ah... la imaginación de un niño, incluso les había puesto nombre e imaginado a la perfección como se veían, de seguro debía tener algún dibujo de ellos por ahí.
En fin, no tenía mucho que hacer, así que debería tomar una siesta. Se acomodó y cerró sus ojitos, abrazando su conejito de peluche.
Iba a quedarse dormido, hasta que... sintió algo húmedo alrededor de su tobillo.
Felix abrió sus ojos de golpe, moviendo ligeramente su pie, queriendo safarse de lo que sea que estuviera ahí, pero aquel agarre solo se hizo más fuerte, sin querer soltarlo. Se enderezó, y lo que vió fue traumatizante, era una cosa negra, parecia un tentáculo, envuelto alrededor de su tobillo.
No creía que fuera posible levantarse tan rápido como lo hizo, pero salió disparado fuera de su cama, aquello siendo suficiente para sacarse al tentáculo de encima.
Sintiéndose mareado por el repentino movimiento, se tambaleó, tropezándose con sus propios pies, cayó al piso, su espalda chocando contra las puertas de su armario.
El impacto de su cuerpo provocó que el armario se abriera, pero no pudo importarle eso, no cuando ahora había más tentáculos saliendo debajo de la cama.
Se hizo para atrás, queriendo huir, pero... sintió una respiración en su cuello, y algo filoso rozando su cintura. Felix se paralizó, completamente atrapado y sin manera de escapar.
No le quedó de otra más que sentir como un enorme par de frías manos con largas y filosas garras se envolvía en su cintura, mientras el monstruo de tentáculos surgia de abajo de su cama.
Una alta y esquelética figura fue lo que se apareció, su piel era pálida, casi blanca, a excepción de sus manos, piernas, espalda, y tentáculos, que eran de color negro. El monstruo miró a Felix, una enorme y terrorífica sonrisa apareciendo en su rostro.
-Tanto tiempo sin verte —dijo, su voz tan profunda, pero con un extraño tono animado que solo le daba escalofríos a
Felix.
—Te extrañamos, lixxie —susurró el monstruo que sostenía su cintura, su agarre apretándose con rencor, dejándole en claro a Felix que no iba a dejarlo ir—. Es aburrido cuando no estás aquí para jugar.
Felix quisiera haber dicho algo, pero las palabras murieron en su lengua, ¿qué podría decirle a ese par de monstruos?
No se suponía que ellos fueran reales, se suponía que solo eran pesadillas creadas por la mente de un niño, no podían ser reales, pero las garras sobre su cintura se sentía demasiado diferentes a un sueño.
Un tentáculo se escurrió por el piso hasta alcanzar a Felix, envolviéndose alrededor de su tobillo, sintiéndose tan viscoso y
húmedoEso no era ninguna pesadilla. Ellos eran reales. Lee know y Hyunjin eran más que pesadillas.
El monstruo de los tentáculos era
Minho, Felix le dió ese nombre, y, el de las filosas garras era Hyunjin. Felix no había olvidado ese par de nombres que él mismo les dió.
—Pero te ves... distinta -hyunjin inhaló profundamente sobre su cuello, oliéndolo
-. Aunque sigues oliendo como lixxie.
—No soy una chica... -reclamó felix, más como un hábito que otra cosa.
—¿Hmm? —soltó Minho, ladeando la cabeza—. Siempre creímos que lo eras...
—lixxie se ve tan distinto... —murmuró
Hyunjin—. Pero me gusta.
—lienes razón —respondió mientras su tentáculo trepaba por la pierna de felix-, me hace querer jugar con él.
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Break my mind. ୨ৎ
Fanfic⋆˚✿˖° Debajo de la cama y en su armario, ahi era donde se escondian los pervertidos monstruos que atormentaban a Felix.