Los días después de la cena con las personas extrañas fueron incómodos, abrumadores y perturbadoramente solitarios, había decidido no salir de mi habitación y así me lo habían permitido sin decir nada hasta hoy, estábamos a dos días de empezar las clases. Mi uniforme había llegado y la verdad que estaba bastante bonito, era una falda negra, mucho más corta de lo que yo solía usarlas, aunque contando que venía de un convento quizás estaba bien el largo, una camisa de vestir manga larga y un chaleco gris, opcional una chaqueta negra.
No estaba extremadamente feliz por el inicio a clases, solo tuve dos semanas de vacaciones y eso era muy poco, teniendo en cuenta que los chicos tenían un mes entero sin agarrar un libro según escuché.
Había estado pensando en todo lo que me atormentaba, pero de poco me convencía que todo estaba en mi imaginación y que estaba maximizandolo, quizás solo eran tonterías, lo más probable es que me estuvieran jugando una broma o algo así.Estiré mis piernas bajo la mesa del comedor, la cena estaba servida y todos teníamos que asistir, tomé la sal para agregarle un poco más al puré, revolví todo de nuevo y me lo comí más contenta. No había notado que los ojos estaban puestos en mi hasta que levanté la cabeza del plato de comida.
—Gracias por asistir a la cena —dijo Liliam autoritariamente. Aún tenía en mi memoria su voz hablando de mi con las otras personas.
Kieran no me miraba a los ojos desde ese día, parecía apenado o molesto, no lo sabía realmente, era lo único que me entristecía de todo el asunto, me gustaba su compañía y ahora parecía que se había acercado a mí por obligación nada más.
—¿Estás molesta con la familia, Adara? —pregunto el señor Marius después de un rato de silencio en la mesa.
Miré a todos, Cieran me veia con curiosidad, desde que había llegado solo me daba miradas de desdén y que ahora fuera una expresión diferente me parecía extraño, Kieran por otro lado no levantó la vista del plato. Negué con la cabeza en respuesta, pero terminé por contestar en voz alta, Liliam me había mirado con molestia.
La incómoda cena término y pude subir casi corriendo a mi habitación, aún me sentía nerviosa por la extraña conversación que habían tenido, pero Kieran me detuvo cuando estuve a centímetros de mi puerta, olvidaba que ya lo había visto moverse así de rápido. Solo me miraba como si esperara que pudiera leer sus pensamientos o algo así, estaba molesta con él, porque ni siquiera se había dignado a disculparse o a explicar nada.
—¿Qué quieres? —Me solté del agarre que tenía en mi brazo.
Metió sus manos a los bolsillos bajando la mirada, parecía un perrito regañado.
—¿Quieres pintar algo más que lo que ves desde tu ventana?
Su pregunta me descolocó ¿en serio era eso lo que quería decirme después de haber pasado días sin hablarme? Por haber permanecido en mi habitación todo estos días lo único que había hecho era pintar el árbol que da a mi ventana, desde el ángulo de la derecha, a la izquierda y una que otra hoja del mismo, pero era aburrido hacerlo. Si quería pintar algo más, pero no era lo que quería que el me dijera.
—¿Cómo sabes que he estado pintando? —pregunté cruzandome de brazos.
El sabía que me gustaba pintar, pero no me conocia.
—Soy muy observador —Estiró la mano y quitó de mi mejilla lo que parecía ser una mancha de pintura verde— conozco un bonito lugar en el bosque que quizás te pueda inspirar.
A veces no lo entendía, el Kieran que vi la última vez no es el mismo que tengo frente a mí. Asentí con la cabeza confundida, pero se me hacía difícil decirle que no. Tomé mis pinturas, él me ayudó con el caballete pequeño y un lienzo, lo seguí escaleras abajo nuevamente, su silencio era extraño, pues él es el hablador. Me guío por una zona de la casa que estaba inexplorada por mi, el patio, este era grande y abierto, conectaba con un gran bosque oscuro e imponente.
Me detuve antes de seguirlo, la oscuridad y lo denso que se veía me asusto siquiera antes de entrar ¿y si nos perdíamos?
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Luna de sangre
WampiryAdara había perdido toda esperanza de ser adoptada. A punto de cumplir la mayoría de edad, su futuro parecía sombrío y sin rumbo. Sin embargo, su vida da un giro inesperado cuando recibe la noticia de que una familia adinerada se ha interesado en el...