You Can't Blame a Girl for Trying: lo que solía ser y lo que es ahora. Terminado

Prólogo.

Tengo que tomar una decisión, pero es algo difícil. Ni siquiera se por donde empezar.

¿Que tal por el inicio?

Esta bien, esto comenzó hace ya 11 años cuando entre a primaria. Tenía unos, ¿que?

7 años.

Si, 7 años. Había entrado con mi mejor amigo, Will. Nos conocemos desde pequeños y hacíamos todo juntos. Si yo me cambiaba de escuela, el se cambiaba también. Si el se iba de vacaciones al otro extremo del país, yo iba también. Hasta la fecha eso no ha cambiado.

Pero de eso no se trata esto.

Si ya se. Bueno, Will y yo nos habíamos cambiado a una nueva escuela. El primer día de clases, cuando la maestra nos presento frente a toda la clase, Will se desmayo. Todos se burlaron de el.

Hay, ni fue para tanto...

¡Ya déjame contar la historia! Como decía, Will se desmayo y mientras todos se reían, solo un niño me ayudo a llevarlo a la enfermería. Su nombre era Alexander. La verdad es que al principio, no me gusto.

Aja...

Es enserio, digo, era guapo y todo, pero no se trata de eso. Pero cuando vi que se intereso por Will sin siquiera conocerlo, no se me conmovió supongo. Desde entonces, no podía dejar de mirarlo. Le encantaba dibujar, me hubiera gustado saber que era lo que dibujaba. Siempre se guardaba sus obras para el. Ni siquiera a sus mejores amigos se las enseñaba. Creo que ni siquiera a su familia.

Eso no es verdad, enseño unos en la clase de educación artística.

Eso era diferente. En fin, en segundo de primaria, lo vi mirándome en la clase. Eso duró como una semana. Me observaba desde su asiento con sus grandes ojos verdes. Después la maestra me puso de pareja para un...

Proyecto de ciencias.

Ya sabía, bueno, un proyecto de ciencias con el. Cuando me hablaba me ponía nerviosa y una vez me invito a su casa para terminar el proyecto más rápido.

Fingiste estar enferma.

Fingí estar enferma. La verdad ahora me arrepiento de eso ahora. Pero bueno, tenía 8 años. Cuando termine tercero de primaria, Will tenía que cambiarse de escuela, lo que significaba que yo también tenía que cambiarme de escuela.

Lloraste como por una semana entera.

Ya cállate. Bueno, en fin, no lo he vuelto a ver desde entonces. Ya pasaron 9 años desde eso y la verdad he vivido muy feliz. Tuve un novio.

Julio.

Si, se llamaba Julio, que terminó siendo un patán. Resulta que estaba saliendo con otra mientras salía conmigo. Yo me enteré y...

Le fue muy mal.

Lo golpee en una parte MUY delicada para el.

Y estoy muy orgulloso.

Gracias. Bueno en mi nueva escuela hice una amiga, Hailey. Ella me apoyo mucho con lo de Julio. Ella no conoció a Alexander y jamás le conté de el.

Hasta ahora.

Hasta ahora. Pues el verdadero problema comenzó un día que a mi me pareció como cualquiera. Hailey y yo fuimos de compras. Estábamos en H&M y me encontré a una vieja compañera de la primaria: Melissa. Era una de esas chicas guapas, populares y...

¿Perras, zorras?

Algo así, entonces, llega conmigo y con Hailey y nos habla con una voz chillona y super fresita:
-¿Ana? ¿Eres tu? Soy Melissa, íbamos juntas en la primaria.
-Ah si, Melissa, claro.

No tenías ni la más remota idea de quien era ¿verdad?

Si.

-Oye, tenía planeada una fiesta de reencuentro de nuestros compañeros de la primaria. Quería saber si tu y Will querían ir. Va a ser el próximo sábado a las 7:00 p.m.

¿Reencuentro de la primaria? ¿Quien hace eso?

Al parecer ella.

Ja ja ja. Bueno, luego voltea con Hailey haciendo cara de asco.
-Disculpa, tu eres?-pregunta.
-Es mi amiga Hailey, Hailey Melissa, una compañera de la primaria.
-Mucho gusto-dice Hailey extendiéndole la mano, que Melissa no se molesta en estrecharla.
-Bueno, bye querida, espero verte en la fiesta-dijo y se fue.
Genial, lo que me faltaba. Y eso me regresa aquí, al presente, a solo 3 días de la reunión. Si iba a esa fiesta sabía que vería a Alexander. Pero no estaba segura de ir, que tal si no se acuerda de mi? ¿Que tal si no le importa si voy o no voy?

Yo digo que deberías de ir.

Pero no quiero ir.

Pues no vayas.

Pero que tal si, si quiero ir?

Mujeres, quien las entiende.