~•Cap 13: No me justifico•~

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★Enzo★

Nunca supe lo que era el amor, porque desde muy joven me enseñaron que la vida era una batalla constante, y que en ella solo hay espacio para los fuertes. Mi padre, más que un hombre, era una sombra de miedo que se cernía sobre nosotros. Siempre lo vi como un hombre imparable, implacable, pero fue su frialdad lo que más me marcó. Mi madre... mi madre siempre fue la calma en la tormenta. Recuerdo la última vez que la vi, con su rostro lleno de miedo, buscando en mis ojos una respuesta que nunca supe cómo darle.

Mi padre, con su crueldad insostenible, terminó con ella, cortándole la garganta. Lo vi todo, cada detalle de aquella noche, cómo la vida de mi madre se apagaba frente a mí mientras él permanecía impasible, como si ella fuera solo una pieza más en su macabro juego de poder. Ese día entendí que no podía permitirme ser débil. Si alguien me amaba o intentaba acercarse, debía mantenerlos lejos, porque no merecían ser parte de un mundo como el mío. ¿Qué podía ofrecerles? ¿Amor? ¿Confianza? Esas son cosas que mi padre me enseñó a odiar, y que, al mismo tiempo, me daban miedo.

Desde esa noche, el amor me pareció una ilusión peligrosa. La gente que me rodeaba, incluso mis propios sentimientos, me parecían una amenaza. Lo que vi en mi madre, lo que mi padre le hizo, me hizo cerrarme por completo. No me importaba lo que los demás sentían por mí, ni lo que yo pudiera sentir por ellos. Solo importaba el control, solo importaba ser fuerte, ser superior. El resto era solo debilidad.

Elena fue diferente. No pude evitarlo, no pude evitar la atracción que sentí por ella. Pero no era solo deseo. Había algo más, algo que no entendía y me aterraba. Ella me desbordaba, me hacía sentir algo que había jurado nunca sentir. Y, aunque traté de rechazarlo, de ignorarlo, esa sensación creció dentro de mí como una tormenta que no podía detener. Mi orgullo, mi ego, me decían que no debía sentir eso, que debía mantener la distancia. Pero cada vez que la veía, sentía como si una parte de mí, la que había estado muerta durante tanto tiempo, volviera a la vida. No sé cómo expresar de una manera buena lo que siento.

Sin embargo, a pesar de todo, lo que hice con ella fue imperdonable. La traté como un objeto, la utilicé como una manera de llenar el vacío que había dejado mi madre. Mi miedo a volver a perder a alguien, a ser vulnerable, me llevó a actuar como mi padre: con frialdad, sin consideración por los sentimientos de los demás. Yo era como él, y eso me aterraba.

No puedo culpar a las drogas, ni a ninguna otra excusa. Lo que hice, lo hice porque mi crianza me enseñó a no confiar en nadie, a ver el amor como una debilidad que debía evitar a toda costa. Y, ahora que lo pienso, me doy cuenta de que todo lo que hice fue un reflejo de lo que vi en mi padre. Y lo peor es que, al final, fui yo quien arruinó todo.

Sé que Elena no me perdonará, ni debería. Lo que me atormenta es saber que, a pesar de lo que me hizo mi padre, fui yo quien repitió la misma historia. Como si no pudiera evitarlo, como si no pudiera escapar del destino que me estaba arrastrando.

Estoy considerando desaparecer, dejar todo atrás. Volver a Italia y no volver jamás. Sé que eso es lo mejor para todos, porque no quiero ser su peor pesadilla. Y si de alguna forma puedo hacer algo bien por Irina, al menos intentaré redimirme. Ayudaré a traerla de vuelta y, tal vez, en el proceso, podré explicar que ella nunca fue una traidora. Pero sé que eso nunca cambiará lo que hice.

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★Elena★

Mi mente sigue siendo un torbellino de emociones contradictorias. Todo lo que sucedió entre Enzo y yo me tiene atrapada en dudas. La atracción que sentí por él fue inesperada y aterradora, pero lo que más me desconcierta es cómo todo lo que pensé saber sobre él se desmoronó en un instante. ¿Quién era realmente? ¿El hombre que me hizo sentir cosas que nunca imaginé? ¿O el mismo hombre que usó mi vulnerabilidad para sus propios fines? El dolor y la confusión que me dejó me persiguen a cada momento.

Es difícil de procesar, porque lo que pasó no se puede borrar. Aunque algo en mí sigue diciéndome que hay algo más en él, un lado que no entiendo, mi mente no puede dejar de pensar en lo que hizo. Lo que vi en sus ojos esa noche no fue amor, fue miedo. Miedo a sentir lo que sentí, miedo a dejarse llevar por lo que su corazón le pedía. Me hizo daño, y no sé si alguna vez podrá redimirse.

Lo único que sé con certeza es que Irina necesita que me enfoque en ella. No puedo permitirme distraerme. Ahora mismo, lo único que importa es salvarla. Y mientras trato de encontrar respuestas a todo lo que ocurrió, debo actuar rápido. No puedo quedarme quieta.

El regreso de Olivia me dio un respiro, y mientras esperamos que llegue en dos días, me concentro en encontrar la forma de rescatar a Irina. Su tío está devastado, pero no puedo decirle nada. No debo. Mariel e Isabel están bloqueadas, sin ideas, sin esperanza, y la abuela sigue sin saber nada de lo que ocurre.

Nicolás se mueve rápidamente, pero aún tenemos una pista: el GPS. Sé que debemos aprovechar esta oportunidad. No puedo quedarme de brazos cruzados. La vida de Irina depende de cada decisión que tome.

Girls In Trouble +21 ©[Bilogía My Soul In Trouble  #1] Terminada ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora