𝐀𝐦𝐨𝐫𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐕𝐨𝐥𝐞𝐢𝐛𝐨𝐥 || ʜᴀɪᴋʏᴜᴜ!!

|02|

-Estos estiramientos siempre hacen que me suenen los huesos.

-De seguro que estás vieja.

-Mejor guárdate el comentario, Takeri - advertía la morena.

-No prometo nada - espetó a su lado Emiko.

La otro solo reía para no meterse en problemas.

-Oye, ¿y la capi? - cuestionó a las que estaban presentes.

-Creo que salió un momento - respondía la más cercana.

- ¿Vamos a ver qué hace? - preguntó dirigiéndose a la castaña.

-No metan sus narices en donde no las llaman - sentenció una que se encontraba en último año.

-Aguafiestas - dijo a lo bajo - Vamos Emi.

Trató de ser lo más sigilosa posible tomando la mano de su amiga y excusándose de que iban al baño. Nadie, absolutamente nadie les creyó, pero a fin de cuentas las dejaron ir.

Apenas salieron del gimnasio se mandaron a correr, o así fue por parte de la morena que arrastraba a la castaña.

- ¿Por qué me tienes que arrastrar a tus líos? - preguntaba algo fatigada por la repentina carrera.

-Porque, aunque a veces lo olvides, señorita perfecta - hizo énfasis en lo último - Usted también lo hace.

-No es cierto - negó al instante acomodándose en su lugar.

-No que va - decía ignorando sus quejas - Oh mira, allí está.

Y sin previo aviso, fue arrastrada otra vez, pero ahora hacia el gimnasio del otro club.

-Mira, - señaló al interior de la instalación - allí está.

- ¿Qué estarán hablando? - habló para apoyarse sobre la que estaba en cuclillas a un lado de la entrada - ¿Y ese quién es?

-Bueno, está el profesor Takeda y... supongo que ¿el entrenador?

-Ya... - miró un poco el lugar hasta ver a alguien conocido - Aki, mira.

Siguió sus indicaciones, buscando a lo que le había llamado la atención hasta que llegó a encontrarlo.

- ¿Ese no es al que le pateé el balón hacia la cara? - preguntó entre risas rememorando lo sucedido.

- ¿A quién le pateaste un balón?

Asustadas por haber escuchado la repentina voz ajena a la conversación, voltearon a ver al instante para solo ver como se encontraba todo el club femenino detrás de ellas.

- ¡¿Qué hacen aquí?! - exclamó en un susurro la morena.

-Vinimos al chisme, como ustedes - dijo la que momentos atrás la había regañado.

-Sí, pero- ¡no! - no se organizaba con lo que quería decir - Hasta hace nada me regañaste de que no hiciera esto.

-Pero al final lo hiciste, ¿no? - aclaró - Además, de casualidad estas locas me llegaron a convencer.

Y ahí hablaba refiriéndose al grupo de chicas que la rodeaban, que sonrieron al ser nombradas.

Las que ya estaban ahí antes que ellas, miraban incrédulas por verlas paradas a sus espaldas.

-Solo no hagan ruido, ¿si? - suspiró para volver a mirar al frente.

Todas asintieron para acotar su petición. Pero más que lo pidieran no lo lograrían hacerlo.

Empujaban tratando de lograr ver algo o alguien.

- ¡No empujen, que me voy a caer! - protestó la morena en susurros con el fin de ser escuchada.