Depresión

43 5 4
                                    

Varias horas atrás...

Shang Tsung no tuvo que hacer esfuerzo alguno por entrar en la mansión, ni siquiera tenía el seguro puesto, pero al abrir la puerta un olor particular llegó a sus fosas nasales, vio que en el piso habia un líquido que era el que dejaba ese aroma.

Miro hacia el ventanal viendo a Johnny en el suelo recargado en el barandal de vidrio. Sin perder su postura de confianza fue hasta él, se veía tan deplorable que manipularlo sería sencillo... y en el caso de que no funcionará lo mataría.

—No estoy para visitas de ningún tipo brujo, lárgate y dejame seguir despreciando mi patética vida -con cada palabra parecía escupir navajas, sus mejillas estaban llenas de lágrimas y en su rostro había odio-.

—Seria bastante sencillo matarlo ahora, Sr Cage.

Ríe y con calma, abre una pequeña cajita que tenía en la mano sacando un cerillo raspandolo con el borde de la caja saliendo una pequeña llama —Se que lo sería -dice sin dejar de mirar la llama hasta que se apaga por el viento- y si tanto lo quieres, hazlo -enciende otro cerillo- o lo haré yo mismo.

Para Shang Tsung la situación no parecía ir por el camino que el quería, Johnny estaba tan deprimido que aceptaría su muerte... y... era tan sencillo llevarse su vida que... no era divertido, sus víctimas debían estar aterrorizadas, suplicando por piedad.

—Estas irritandome, más vale que luches por tu vida.

—Ya me cansé de que me engañen -enciende otro cerillo y lo lanza hacia la gasolina logrando que el fuego se esparza rápidamente- estoy arto...

Shang Tsung lo pensó un poco, matarlo no era la opción... pero convencerlo...

—¿No te gustaría vengarte de aquellos que te hicieron miserable?

Despega la mirada de las llamas mirando al pelinegro —No te diré nada de Liu Kang.

—Tú y yo sabemos que tú objetivo no es Liu Kang, talvez se trate de dos granjeros que te vieron la cara.

Frunce el seño —Nuestros intereses no son los mismos brujo, no te equivoques.

—¿No te parece que todos ya sabían lo falsa que era tu relación pero preferían callarse la boca?

Suaviza su expresión —N~no, ellos me lo hubieran dicho, confío en ellos.

—Si, y mira lo que te hicieron, lograron que quisieras buscar tu propia muerte.

Mira su casa en llamas, todo lo que había ahí: los recuerdos, los objetos, los premios. Todo bailaba junto a las llamas consumiendose en nada más que cenizas. Apretó los dientes con ira, más lágrimas salieron de sus lágrimales, pero en vez de ser tristes, eran de rabia. Raiden había provocado eso, la inocencia fingida del protector de la tierra casi lo engaña... y eso que él es un actor.

Mira de nuevo a Shang Tsung —Solo quiero ver a Raiden y Kung Lao revolcándose en su propia miseria, quiero que sientan como es que me siento ahora, pero mis demás amigos NO SE TOCAN.

Extiende la mano —¿Es un trato?

—¿Me ves tan estúpido? Se que eres un mentiroso de primera, no hay tratos, solo mi palabra, cuando esos dos hayan sufrido y me sienta satisfecho, puedes olvidarte de mi, no sere parte de tu reino del horror.

—Bien, acepto eso. Será mejor que nos vayamos, el calor comienza a aumentar.

Baja la mirada —Me duele la pierna, no puedo caminar.

En ese momento Shang Tsung se dió cuenta que enserio el tipo pensaba en acabar con su vida, no habría podido escapar de las llamas. Algo cansado pero sin quejarse demaciado por su triunfo de haber convencido al actor, lo cargo en sus brazos y desaparecieron dejando la casa consumiendose en las llamas que se llevaban todo a su paso.

Dolor Indescriptible (Cageshang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora