JINX! ( Joo Jaekyung y tú )

37 +18

Y justamente un día antes del cumpleaños de Jaekyung llegó el llavero por el que tanto esperé.

Así que lo acomode en una caja de regalo y me fui directamente al gimnasio al llegar junto con Jaekyung todos los esperaron con sorpresa para su cumpleaños. Hasta había pastel.

—Pero que mierda están haciendo. — soltó Jaekyung enojado hacia todo el equipo black.

—Te hicimos una sorpresa, así que no seas agresivo y come pastel. — hablo Jeong llenando su dedo de pastel para después llenarle la cara a Jaekyung de este.

Todos los del team miraron a Joo esperando una respuesta no negativa por su parte, el solo soltó un suspiro. —Está bien, comeremos pastel eh iremos a entrenar.— dijo algo fastidiado.

—Vamos chicos, que hoy Jaekyung nos invitará a cenar. — habló el entrenador.

—¡Yo no dije eso!— musteó Jaekyung, pero nadie lo escuchó ya que todos estaban emocionados porque iríamos a cenar con el.

(...)

—Nosotros ya nos vamos, ¿No viene con nosotros doctora? — preguntó papa algo borracho.

Todos terminamos ebrios después de ir a cenar con Jaekyung, bueno no yo tomé tanto.

—Yo creo que mejor otro día. — les sonreí amablemente.

—Ella no irá a ningún lado, me llevará a casa. — Hablo Jaekyung poniendo su brazo a mi al rededor marcandome de su propiedad.

Todos nos miraron sorprendidos y yo me sonroje un poco. —Lo llevaré a casa porque está borracho. — les sonreí empezando a caminar hacia el auto.

Llegamos al departamento y lo guíe hasta la cama, pero al momento de acostarnos el cayó con todo su peso sobre mi aplastandome haciéndome soltar un jadeo.
—Señor, quitese la ropa y póngase la pijama para que duerma cómodo. — Él se separó de mi sentándose enfrente mío quitándose la playera, dejándome ver perfectamente su cuerpo marcado como si fuese una estatua se miraba tan duro y tan marcado sus abdominales.

—¿Q-que hace? — le pregunté nerviosa.

—¿Quieres coger no?— puso sus manos sobre mi suéter empezandolo a quitar de una manera salvaje, sin ningún cuidado.

—¡N-no! — chillé algo apenada, como el pensó que yo quiero hacerlo. Sería como abusar de el porque está borracho.

Él se alejo de mí. —Bueno, si no lo quieres hacer no te tocaré.

Eso me sorprendió mucho. Nunca pensé escuchar algo así de el, pero se notaba algo tierno, como si hubiera regañado a un cachorrito.

—Bueno yo... — murmuré y lo abrace. —Si quiero hacerlo. — me separé un poco de el y me quité la ropa quedándome completamente desnuda sentandome en su regazo tomando su rostro en mis manos dándole un suave beso.

El me respondió el beso de manera tierna, se sentía tan ... Irreal, el estaba calmado solo disfrutando el momento, colocó sus manos sobre mi cintura acariciandola y dando pequeños apretones.

Subí mis besos hasta su oreja y dejé un beso en está. —No hagas eso. —murmuró acariciando su oreja. Parecía un gatito molesto.

Sonreí y lo volví a besar, el me coloco sobre la cama besándome y quedando encima mío, el beso se estaba tornando algo caliente así que me separé del beso. —¿Me puede besar... También el cuerpo?— le dije de forma avergonzada, verdaderamente deseaba que lo hiciera, quería sentir su lengua en mi piel.

Él me miró extrañado pero no dijo nada y comenzó a besar mi cuerpo. —¡Dios!— solté un gemido apretando las sábanas, sus besos bajaron y comenzó a chupar mi pecho mientras con su otra mano jugaba con mi pezón haciéndome gemir cada vez más alto.

Se separó de mi cuerpo bajandose el pantalón al igual que su ropa interior, me mordí el labio inconscientemente mirando todo su miembro, estaba totalmente erecto y las venas sobre saltadas. Era una total delicida ver eso.

Abrió mis piernas mirando su mi interior ya un poco húmedo, comenzó a pasar su miembro por mi entrada, haciendo que mi interior ya empezará a palpitar de lo caliente que estaba. —Metamelo... porfavor.— le suplique el susurró.

Jaekyung sonrió, abrió más piernas y metió su miembro en mi interior, lo hizo de una manera haciéndome sentir cada parte de su glande, las venas también se sentían apretadas en mi vagina. Arqueé mi espalda soltando unos cuentos jadeos que pronto el callo mis jadeos con un beso, ahogandolos.

Puso sus manos aún lado de mi cabeza tomando impulso para mover suavemente sus caderas hacia dentro mío. Me aferré de su espalda aruñandolo como si yo fuese un gato, todo se sentía tan genial ojalá y este momento durará para siempre.

Después de unos cuantos minutos ambos llegamos al orgasmo, él salió de mi pero se quedó abrazado de mi cuerpo, sonreí y acaricié su cabello. No me había dado cuenta pero lo amo con todo mi corazón, espero que el sienta lo mismo por mi.