Bonito - Stolitzø

Capítulo 1. Hábitos.

¡Hey tú! ¡Es Frane! Finalmente renací. He estado trabajando en los siguientes capítulos de Tiempo Muerto y Más que un asesino, así como un one shot de KRW a petición de un lector, sin embargo, aún no están concluidos. Tengo los esqueletos, pero me falta darles un poco más de forma. Estoy tan feliz de quienes siguen leyendo mis historias y dejando comentarios a pesar de que no he sido muy constante los últimos meses por cuestiones personales.

He tenido la fiebre de Helluva Boss y en algún punto empecé a escribir, originalmente iba a ser algo más oscuro y profundo desde el comienzo, pero vamos más por lo romántico. ¡Espero que esta historia pueda ser disfrutada por alguien!

¡Alerta de spoilers! Helluva Boss y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Vivienne Medrano.

"Bonito"

Por Franeej

Capítulo 1. Hábitos.

Stolas de Ars Goetia era un príncipe del infierno, encargado del estudio de los cielos y de la tierra, dando lectura a las profecías que eran descritas en las estrellas. A pesar de no liderar un anillo como los pecados, nadie se atrevía a rebelarse en contra de las palabras del demonio. La magia era parte de su esencia y con ayuda de su grimorio podía realizar diversos hechizos. Por sí sólo podía crear portales para transportarse y convertiría en piedra a aquellos que se interpusieran en su camino. Solía ser convocado por los seres humanos, los cuales rogaban por una pizca de su poder por medio de un contrato.

Con tanto poder en su persona como un cambia formas, así como la disposición de múltiples legiones, nadie creería que alguien osaría en ponerle una mano encima. Las únicas excepciones eran aquellos que no tenían nada que perder y mucho que ofrecer. Visto desde afuera, el príncipe podría tener lo que quisiese con sólo pedirlo. Que equivocación más alarmante.

Desde su nacimiento se había mantenido a salvo, dentro de una burbuja donde todo funcionaba correctamente. Relacionándose únicamente con los sirvientes del palacio y de manera ocasional con otros demonios monarca. Disfrutaba de aprender y fantasear con las historias que le mostraban sus libros, así como valorar la naturaleza que era una representación de la vida misma.

Stolas era un chico inteligente e ingenuo a la vez. Nunca fue consciente por completo de lo que implicaba ser un miembro de la familia real. Sin embargo, en cierto cumpleaños, luego de que le fuesen asignadas sus actividades dentro de la familia Goetia y que se le informara que estaba destinado a contraer matrimonio con una mujer con la finalidad de dar lugar a un heredero precautorio, todo ese escenario fue derrumbado en cuestión de minutos.

Recordaba con cariño como había ido a visitar cierto circo en compañía de su padre, esto con la finalidad de que se animara. Diversos actos se habían presentado ese día y únicamente cierto diablillo con grandes cuernos había conseguido obtener su atención. La sencillez y el sentido del humor bastaron para que el pequeño príncipe fuese cautivado. Su sorpresa fue aún mayor cuando aquel diablillo había aparecido en el palacio. El rey había conseguido mover sus hilos para que aquel bufón pasara el resto de la tarde con él.

Blitzo, el pequeño payaso, era alguien completamente distinto al príncipe. Quería divertirse, correr y devorar el mundo. Soñaba en grande, sin ataduras y sin miedo. Se sentía como un sol que daba calor a la vida tan fría de Stolas. Aquel encuentro se mantuvo en la memoria del búho sin problema y sin cuidado.

Había sido la primera y última vez que había visto al diablillo. Hasta aquel repentino encuentro después de que transcurrieran dos décadas. El bufón había irrumpido en el palacio durante una fiesta que había sido organizada por la esposa del búho. Stolas sintió una corriente eléctrica que le recorría de la cabeza a los pies. No lo pensó mucho cuando sus guardias le preguntaron por el castigo que recibiría aquel intruso, por lo que optó por hacerse cargo personalmente.