Los últimos días estuve luchando contra mis sentimientos. Cada vez que la veía, cada vez que nuestros caminos se cruzaban, sentía el conflicto interno arder más fuerte.Le necesitaba, quería sentir sus labios, tenerla cerca, aunque sabía que eso solo complicaría más las cosas.
Finalmente, no pude más. En un impulso que no pude detener, me acerqué a ella. Jenna estaba en el comedor, con su amiga, perdida en sus pensamientos. La calma en su expresión contrastaba con el caos que sentía dentro de mí.
— Señorita Ortega, necesito hablar seriamente con usted. La espero en mi oficina. — dije con tono firme y sin esperar respuesta, me dirigí hacia la oficina.
— La mascota de la profesora. — dijo un chico, usando mucho sarcasmo.
— No entras a mi clase. — lo señale sin mirarlo.
Muchos soltaron risas por la respuesta que di. Al llegar a mi oficina me quede en silencio.
La puerta se abrió con un chirrido leve y Jenna entró, visiblemente nerviosa. Mi corazón latía con fuerza mientras me giraba lentamente para enfrentarla. Las palabras que había estado pensando se esfumaron, reemplazadas por una necesidad abrumadora de actuar.
— ¿Qué pasa? — preguntó Jenna, con un tono de preocupación evidente. No respondí de inmediato. — ¿Profesora Evans?
La miré a los ojos, tratando de leer sus emociones, pero todo parecía difuso. Sentí una oleada de arrepentimiento y deseo. Antes de que pudiera detenerme, caminé hacia ella, sintiendo cómo la tensión se acumulaba entre nosotras.
Sin darle tiempo para procesar lo que estaba sucediendo, tomé su rostro entre mis manos y la besé, de manera impulsiva y desesperada.
Nuestros labios se encontraron en un segundo beso, uno que se sentía más intenso y cargado que el primero. Jenna no se apartó; en cambio, sus manos encontraron su lugar en mi cintura, y su cuerpo se acercó al mío.
Mis manos seguían en su mejilla, no permitiendo que se alejara de mi rostro.
Cuando finalmente nos separamos, ambas estábamos respirando con dificultad, nuestras caras aún cercanas. Jenna me miraba con una mezcla de confusión y anhelo, y yo sentía que el peso de todo lo no dicho entre nosotras caía sobre mis hombros.
— ¿Por qué...? — comenzó a preguntar Jenna, pero las palabras se quedaron en el aire.
Suspiré profundamente, mi mente en un torbellino de emociones. Sentía que no podía seguir ocultando lo que realmente sentía. Me tomé un momento para organizar mis pensamientos antes de hablar.
— Jenna, esto no es un error... — comencé, mi voz temblorosa, pero firme. — Lo que acabo de hacer, lo que siento por ti, no es algo que pueda ignorar ni minimizar.
Jenna parecía sorprendida, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero también de esperanza. Se acercó un poco más, con una expresión que mezclaba miedo y anhelo.
— ¿Entonces... qué significa esto? — preguntó con voz suave, pero cargada de emoción.
— Significa que... — dije, tomando un profundo respiro. — Significa que estoy enamorada de ti. No puedo seguir escondiéndolo ni negarlo más. Todo este tiempo he estado luchando con mis sentimientos, pero ya no puedo hacerlo.
Las palabras parecían liberarme de un peso enorme. Jenna me miró con una mezcla de alivio y vulnerabilidad. Se acercó más, y la conexión entre nosotras se volvió más palpable.
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Teacher's pet || Jenna Ortega x Fem.
Fanfic𝙈𝙤𝙧𝙜𝙖𝙣 𝙀𝙫𝙖𝙣𝙨, una profesora británica, llega de intercambio a una preparatoria en 𝙇𝙤𝙨 𝘼́𝙣𝙜𝙚𝙡𝙚𝙨, donde conoce a 𝙅𝙚𝙣𝙣𝙖 𝙊𝙧𝙩𝙚𝙜𝙖, una estudiante carismática que pronto se siente atraída por ella. A medida que el semestre a...