MASCARA

EL TRATO

Freen no había vuelto a ser la misma de antes después de la tragedia de aquella noche, lo que sucedió aquella vez lleno de sufrimiento su vida, su dolor lo trataba de aliviar con el alcohol, siempre estaba ebria.

La culpa que sentía la mataba, aquella noche ella manejaba su moto, ella venia con Becky su novia, pero todo paso tan rápido, un camión se pasó un alto provocando un accidente que le quito la vida a su amada.

Desde esa noche no era feliz, se sumergió en una terrible depresión por haber perdido el amor de su vida, que tan cruel fue el destino con ella por arrebatarle a su amada de su lado con quien planeaba casarse y formar una vida con ella. 

En su sufrimiento ella siempre visitaba la tumba en donde reposaba los restos de Becky, siempre encontraba la forma de colarse en el cementerio, aun estando ebria no se apartaba de la lápida. La soledad se volvió su mejor amiga, el silencio fue testigo de las múltiples veces que ella lloraba y se lamentaba por la perdida.

Pero estaba equivocada en algo, no estaba del todo sola. 

una de esas múltiples noches, entre su lamento y su estado de ebriedad, vio a dos figuras paseándose entre las tumbas, una de esas figuras era la silueta de Becky la mujer que amaba con locura, al principio pensó que era su imaginación, y se lo atribuyo a su estado, como pudo se levantó y comenzó a acercarse a las figuras las cuales desaparecieron cuando vieron a Freen acercarse a ellas. Esto provoco un gran dolor en el pecho de Freen causándole una sensación de desamparo.

Al tener esta visión sus visitas fueron más frecuentes. En muchas ocasiones se encontró con diferentes personas en el cementerio, como era la única persona que estaba en ese lugar los pasos que daba en la graba se escuchaban.

Pero todo fue diferente una noche cuando lo vio. 

A lo lejos pudo observar una figura, era la silueta de una mujer muy atractiva, camino haca dicha silueta, nuevamente descubrió que era la figura de Becky, apresuro sus pasos, lo raro era que no podía verle el rostro, pero conforme más se acercaba la silueta cambiaba de forma y su esencia era sobrenatural, emanaba peligro. 

Sintió miedo, un escalofrió recorrió su cuerpo, su cuerpo se paralizo, hizo todo lo que pudo, pero fue en vano, la sombre se acercó a ella ofreciéndole un trato que ella tanto ansiaba.

- Te doy la oportunidad de reunirte con tu amada, solo debes venir conmigo - 

La criatura nocturna extendió su mano para que Freen la estrechara sellando así el trato.

Ella abatida por el dolor y la culpa iba a extender su mano para aceptar, el deseo por estar con Becky era demasiado, pero sintió como una mano totalmente fría le impedía extender la suya. 

Sintió como una presencia estaba a lado de ella dándole confort, sintió una paz que hace mucho no sentía. 

- No lo hagas, el miente - escucho decir a la presencia que tenía a su lado, esa voz la reconoció inmediatamente, era la voz de su amada.

Rápidamente volteo su rostro hacia la figura y allí la vio, tan hermosa como la recordaba, con una sonrisa que le robaba el alma y hacia latir su corazón de alegría.

- Becky - murmuro su nombre con lágrimas en los ojos.

- Amor mío, no lo hagas aún no es tu tiempo - le explico - él solo quiere tu alma, no lo hagas, yo estaré pacientemente esperando por ti -

Intento estrecharla entre sus brazos, pero no pudo, poco a poco vio la figura de su amada desaparecer.

Con pasos temblorosos se alejó del lugar, desde esa noche ella no visito más el panteón en medio de la oscuridad, siempre que iba era en el día protegida por la luz del sol. 

Se propuso a dejar de tomar, cosa que logro, comenzó a poner en orden su vida poco a poco, muchos se sorprendieron por su cambio, pero estaban felices por ella. Durante todo ese tiempo nunca dejo de ir al lugar en donde descansaba su amada.

Iba todos los días sin falta, llevándole sus rosas favoritas, siempre limpiaba la lápida, le hablaba de su diario vivir, sentía siempre la presencia de Becky, aunque no la pudiera ver.

Becky viendo lo que hacía Freen por ella, utilizaba la brisa y el viento para acariciar el rostro de su amada, quien al sentir la brisa fresca siempre cerraba los ojos disfrutando de dichas caricias en su rostro.

Freen nunca se casó ni volvió a tener una relación romántica, aunque pretendientes nunca le faltaron, pero su corazón ya había sido ganado por una bella mujer, así ella mantenía su promesa de amor y con la esperanza intacta de reunirse con Becky en algún momento, pero solo cuando la muerte decidiera que su tiempo había llegado, no cuando ella quisiera.

Hola querido lectores, ¿Cómo se encuentran?

Espero de todo corazón que les haya gustado este corto relato. Este libro solo será de Pequeñas historias, algunas contarán con una única parte, otras serán un poco más largas.

Sin más que decir me despido de ustedes.

Por favor no se olviden de comentar si les gusto y regalarme un voto si fue de su agrado.

Nos leemos pronto. Los quiero.