CAPITULO 1.

14 2 0
                                    

-Agua listo, cambio de ropa listo, cuchillo listo, cuerda listo, mi libreta personal listo, linterna ya está, fósforos ya, botiquín preparado, y por último la brújula.

Mi mochila está repleta de cosas necesarias para ir al infierno, o como todos la llaman "la academia SANGRE EN LLAMAS" el reclutamiento. Solo pocos poseen un sello mágico por lo tanto tienen que acudir para mejorar sus habilidades, se someten a una tortura de estar encerrados por cuatro años. Para mí suerte o desgracia yo vengo de una familia donde todos llevan en la sangre la magia, por lo que me veo obligada a asistir.

Existen otras profesiones como los curanderos, los constructores, las costureras, los infantes, los historiadores y los guardianes. Al igual que existen diferentes tipos de sellos, puedes leer la mente, controlar los cuatro elementos, cambiar las estaciones climáticas, manejar el metal, el tiempo, la invisibilidad, ver desde la distancia, deformar objetos, teletransportarse, velocidad, duplicar, entre otras.

Ninguno de los que van entrando saben cuál es su sello ya que necesitas primero fortalecerte físicamente y mentalmente para poder manejarlo.

Los cuatro reinos nunca se han llevado muy bien por todas las disputas que se generaron a lo largo del tiempo, pero llegaron a un acuerdo para que las personas que poseen magia puedan asistir a la academia los cuatro años. Esto se debe a que hay una leyenda sobre seres malos, por lo tanto Tenemos que prepararnos para acabar con ellos por si se presentan.

Hay rumores sobre la academia, algunos dicen que durante el periodo de preparación mueren muchas personas por no poder controlar tal sello o simplemente otros son tan débiles que ni siquiera pueden pasar las pruebas. A decir verdad yo odio la idea de tener que entrar, ya que todos dicen lo mismo de mi "eres muy débil" desde que son pequeños y tú cuerpo empieza a mandar señales de que vas a poseer un sello se esmeran tanto para que cuando entren a la academia puedan destacar de los demás, yo por otro lado preferí pasar los años viendo cada cosa sobre los curanderos.

Siempre he sido el bicho raro en mi familia, y están tan decepcionados de mí que si mañana aparece mi nombre en la lista de muertos solo dirían "ah, que mal" y seguirían con su vida, y yo también estoy conciente que a pesar de entrar duro por estos dos últimos años no sé si pueda aguantar ahí adentro, o peor aún ¿que tal si yo soy la única de mi familia que no tiene un selló?

Me doy cuenta de la hora que es y tomo mi mochila colocándola rápidamente en mi espalda mientras bajo las escaleras de Caracol. Ya en el patio veo a mi madre, mi padre y mi hermana menor. se que no debería pensar en esto pero voy a extrañar tanto a nyla es mi favorita, desde siempre he sido más unida a ella que a mis otros dos hermanos Augusto y Aramis, aparte a ellos los voy a ver en la academia.

-Te voy a extrañar mucho hermanita. ¿De verdad tienes que irte? ¡No me puedes dejar sola!.-Nyla se colgó de mi como si fuera un mono mientras lloriqueaba.

-no me queda de otra, sabes que es obligatorio y dentro de dos años tu tendrás que ir también.-mi voy es neutra, pues trato de demostrar que no me afecta el hecho de que estaré fuera de casa cuatro años, según mi madre no se permiten las emociones.

Aprieto los tirantes de mi mochila mientras doy unos pasos en frente donde están mis padres.-cuidate.-la voz de mi padre es firme aunque por dentro se que es al que mas le afectaria si algo me llegará a pasar.

-sabes lo que tienes que hacer, no falles.-mi madre y su tono autoritario.-no avergüences a la familia Aixa.

-Gracias por sus buenos deseos,eh.-mi tono tiene un toque de Ironía.

-ya vete o llegarás tarde.

-si mamá, adiós. Nos vemos en cuatro años si es que sobrevivo.

Giro sobre mis talones y prendo en marcha hacia la academia. Minutos más tarde estoy formada esperado mi turno para verificar mis datos y poder pasar.

Fuego y cenizas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora