Tres noches después del incidente, Claudia parecía estar recuperada y todos en la mansión parecían estar más tranquilos. Karl Heinz por más que deseaba quedarse con su mujer y consolarla, no podía, estaba ocupado con su trabajo, pero la suerte es que el único momento en el que podía hacerlo, era a la hora de dormir. La rutina escolar de los chicos siguió su curso de forma normal, o por lo menos lo aparentaba. Nina seguía en sus lecciones de ballet y Shuu en entrenarla en lugar de dormir en el salón de música. Reiji estudiaba y a la vez le enseñaba a Harusame todo lo que necesitaba saber en la escuela, lo mismo era con Subaru y Kanato, al no tener a su esposa con él y mucho menos a Teddy que ya hacía un año que quemó, también se enfocaba en sus estudios. Quienes no cambiaron mucho, o por lo menos uno de ellos, eran Raito y Carrie, que tenían una que otra oportunidad para tener sus "escapadas", eso si, sin descuidar la escuela. Por parte de Ayato, que de por sí no le gustaba estudiar, ahora estaba más distraído que nunca, no solo por lo que había pasado, sino que también Lilliana se sentaba frente a él. Ayato solamente pensaba en acariciarle el pelo a la chica y en lo hermosa que era, pero solo se podía limitar a lo segundo, sin prestar atención a clases.
Después de clases, los hijos e "hijas" del rey de los vampiros se dirigieron a casa para así seguir con el resto de la noche. La misma se empezó a ocultar con grandes nubes, amenazando con lluvia, como era de esperarse en primavera. Lady Claudia simplemente se la pasó en su habitación, bien vestida y bella, pues se había recuperado por completo del parto. Se mirando la tenebrosa noche en la ventana y su rostro reflejaba una seriedad muy extraña, como si esperara algo o si se estuviese guardando las ansias de que pasara en el momento. Mientras, Lilly estaba caminando en el jardín con el uniforme de la escuela puesto, hasta que escuchó una voz. -Pareces un alma en pena caminando así en la noche.- La chica sonrió con sus labios rojos y miró detrás de ella.
-Esa estuvo buena, pero creo que necesitas esforzarte un poco más para burlarte de mi apariencia, su alteza.- respondió ella, haciendo una reverencia y después mirando con sus ojos azules al chico frente a ella: Ayato. El vampiro pelirrojo desvió su rostro mientras estaba parado con una mano en la cintura, mostrandose arrogante en un intento inútil de molestarla. No tuvo una buena contestación para eso, por lo que declinó, luego de mirarla de reojo. -¡No me burlo! Eres... - el chico se detuvo, no quiso seguir por miedo a ser ridículo. Lilliana sintió curiosidad y se acercó a él, preguntandole lo que iba a decir, pero él se negaba a hablar, hasta que después de suplicas infantiles de su hermanastra, no pudo evitarlo, alzando la voz un poco molesto. - ¡Eres hermosa! ¡Demasiado! ¡Mucho más que Claudia!-
Tras hablar, la vampiresa azabache sonrió con timidez mientras lo miraba a los ojos. - ¿En serio piensas eso de mí, Ayato?-
-Claro que si... Esa maldita bruja no te llega ni a los talones. Tu eres como una princesa, digna de un príncipe. Hermosa por dentro y por fuera.- dijo el chico, sin saber exactamente como sentirse luego de haber dicho eso. Un remolino de emociones estaba descontrolandose dentro de Ayato y muy apenas pudo aparentar estar como si nada por fuera. Lilly estaba igual que él, por lo que ambos quedaron atrapados en un silencio incómodo, creando una atmosfera algo tensa que los rodeaba. Sin embargo, no era tan incómoda, pues los hermanastros simplemente se quedaron viendose entre ellos, admirando la belleza del otro. Como si estuvieran sincronizados, ambos al mismo tiempo comenzaron a acercar sus rostros. Ayato se atrevió a apartar un poco del cabello de ella y colocarlo detrás de su oreja y acariciar su suave y bello rostro, mientras que ella colocaba sus dos manos lentamente en el pecho de él. Ambos estuvieron a punto de juntar sus labios cuando les interrumpió una voz. -Ayato, ven, Reiji te busca.-
Los hermanastros se sonrojaron y se apartaron al instante. Ayato sintió un enorme fastido y vio a Kanato, quien fue quien echó a perder el momento a la hora de hablar. El vampiro pelirrojo asintió forzosamente y vio a Lilly, disculpandose porque se tenía que ir, pero ella no tuvo problema y le dijo que se fuera tranquilo, ella solo iba a pasear un rato más antes de que cayera la lluvia. Una vez que Ayato se retiró junto a Kanato para seguramente cumplir algún deber o tarea que su medio hermano hartante. Lilliana los vio irse y se quedó parada en medio del camino de piedra que había entre la limitada y típica vegetación, quedandose únicamente con sus pensamientos sobre lo que estuvo a punto de hacer con su hermanastro, llegando a llamarse a sí misma "estúpida". Simplemente no se pudo creer que de verdad iba a besar a Ayato. Sabía que eso no se podía hacer, porque eso les provocaría problemas e incluso se podía llegar a pensar por parte del resto de la familia que ambos estarían cometiendo incesto, lo cual era realmente ridículo porque ellos no eran hermanos de sangre y no tenían ningún vínculo biológico que los conectara. Ante todo lo que ella pensaba y sabía, simplemente suplicaba que Kanato no haya visto la intención que se tenían. Los pensamientos de Lilly fueron interrumpidos por un sonido, ella volteó y vio a Gustav ahí parado. Ella sonrió alegre y lo saludó, porque a pesar de que fuera hermano de Claudia, la chica sabía que él simplemente seguía ordenes de la mujer, pues no tenía voz para contradecir, literamente. Aparte de que él la animaba de niña con sus trucos de magia. Ella tras saludarlo, esperó una sonrisa por parte de él, pero no hubo tal cosa. Gustav estaba muy serio y la miraba con ojos de depredador, lo cual era extraño en él. Lilly se comenzó a asustar por esa mirada, entonces bajó la mirada y vio lo que le causó horror: Gustav movió un poco su chaleco, mostrando que tenía una daga guardada, la cual sacó y la apuntó con ella, dando a entender sus intenciones. Lilliana abrió sus ojos como platos, incapaz de gritar y dio pasos atrás hasta que se echó a correr, siendo perseguida por el hombre. Tal fue la persegución que salieron de la mansión y se adentraron al bosque hasta perderse.
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The Poisoned Heart (Diabolik Fanfics de Romance) Vol.6
FanficTodos los hermanos Sakamaki tienen a sus parejas, menos uno: Ayato. Muy apenas se acostumbró a tener a las novias de sus hermanos y a convivir con ellas, pero habrá otro cambio muy drástico: Karl Heinz se casó con una bella doncella vampiresa llamad...