Capitulo 24

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Cicatrices

Azael:

El día habia sido una jodida mierda con la audiencia, y mi padre jodiendo por otro lado, desde que se dio a conocerlo lo del hijo de Andras todo a sido un maldito caos, pero eso no le a dado tregua a mi padre conmigo. Afortunadamente se a mantenido tranquilo respecto a Kira, pero sus continúas indirectas y miradas de acusación hacia mi me empiezan a fastidiar.

Mientras voy caminado a ver a Kira siento las miradas a mi alrededor, después del evento demoniaco, no hay nadie en este reino que no sepa sobre mi humana, también se que a nadie le cae bien, lo cual me vale una mierda. Kira está por encima de mi, y todos los que la juzgan están por debajo de sus pies, así que no le permito a nadie hablar de ella en mi presencia, o siquiera mirarla demaciado.

Llegó frente a los aposentos pero no veo a Raum cerca de la puerta, siento su presencia dentro de la habitación, está con Kira, más le vale que no se esté pasando de listo con mi mujer o le pondre de adorno los testículos. Entro a la habitación de golpe, el guardia me mira algo sorprendido mientras que la humana se asusto.

Entrecierro los ojos mirándolos a los dos, la ira empieza a subirseme a la cabeza, ella esta usando muy poca ropa y el esta demaciado cerca. Inmediatamente el demonio se aleja y Kira jala una sabana para taparse las piernas.

—Mi señor... —no le permito hablar antes de ponerlo contra la pared.

—Espero que tengas una muy buena explicación de por qué estás tocando a mi mujer.

__¡Azael, suéltalo! —escucho la voz de Kira detrás de mi, la miro de reojo y noto las heridas en sus manos.

Suelto a Raum quien busca tomar aire antes de bajar el rostro algo frustrado, pero mi atención sigue puesta en la mujer sobre la cama y sus heridas. Me acerco con pasos rápidos y quito la sabana de sus piernas, tiene más heridas, pequeños pedazos de cristal en su piel.

Ciento como una vena busca estallar en mi cabeza, la miro, ella busca la manera de esquivar mis ojos.

—¿Qué te pasó?  —pregunto sin rodeos mientras ella sigue sin mirarme.

—Hice una pregunta.

—Me lo he hecho yo con mi torpeza. —me acerco a ella tomandola de la barbilla para que me mire.

—¿Por quien me tomas mujer? Eso no te lo hiciste tu. —acerco mi rostro al de ella.

—¿Quien te hizo esto? —mantengo mi mirada en sus ojos azules, y su falta de respuesta ya empieza a joderme por dentro.

—Ya te dije que...

—Fue su cuñada mi señor. —Raum es quien responde mi pregunta, pero sigo con los ojos fijos en la mujer frente a mi, que mira al guardia como si hubiera hecho algo malo.

—Visha ¿eh? —murmuró en un ligero gruñido, quien se creé para tocar a mi mujer.

Suelto a Kira y me alejo mientras me pasó una mano por el pelo.

—No la vayas a tocar Azael. —me advierte Kira, pero a estás alturas me importa muy poco su opinión.

—¿Dónde estabas tu cuando esto paso? —encaro a mi subordinado que se mantiene firme.

—¿Qué acaso no te di la orden de mandar bajo tierra a cualquiera que se atreva a tocarla? —lo agarro del cuello, pero no flaquea, nunca debe bajar la mirada, ni su ego, ni su honor, eso se lo he enseñado yo, y ahora me cabrea lo bien que lo aplica.

—¡Azael, suéltalo! —no me había dado cuenta de que Kira se había movido a mi lado, me toma del brazo intentado que lo suelte, cosa estúpida teniendo en cuenta que soy un demonio y ella humana.

Aún así lo hago para luego encarar a Kira con el ceño fruncido.

—No todo se resuelve con violencia. —me dice mirandome.

—Las heridas que tienes dicen lo contrario. —la humana mira a su guardia y le pide que salga amablemente, el obedece sin opinar mientras sale dejándome solo con mi mujer.

—Esa mujer está desesperada, escuché... Que no a podido darle un hijo a tu hermano, ella solo quería...

—¿Me vez cara de Dios para estar perdonado? —la interrumpo, desde cuándo los traumas de otros son mi problema.

—Azael no seas...

—¿Por qué te esfuerzas tanto por ser buena? —doy otro paso hacia ella.

—Tú crees que tu amabilidad y bondad pueden cambiar el mundo, pero déjame mostrarte la verdad. Aun con todas tus buenas acciones, el mundo seguirá siendo un lugar cruel y despiadado, y ni tú ni nadie va a cambiar eso. —frunce el ceño mirandome.

—Tu nunca lo entenderías. —me dice dándome la espalda.

—¿Que diablos no puedo entender?

—No sabes lo que se siente querer tanto algo y estar atrapado sin poder conseguirlo, sentir que te ahogas, que tus pulmones van a estallar, pero al mismo tiempo, tu corazon no para de latir, estas muerto pero vivo al mismo tiempo.

—No me vengas con eso.

—¡No lo sabes!

—¡No vengas tu a decirme a mi lo que es querer algo cuando yo estube quince años buscandote! —la tomo del brazo y la obligó a mirarme.

—Quizas la vida de los demás es una mierda, pero no intentes compararla  con la mía. Yo también se querer y desesperarme como todo el mundo, pero solo los más valientes tienen las suficientes fuerzas para luchar por lo que realmente quieren. —me mira pero no dice nada, da un paso atrás y la suelto.

—SÍ, pero... No siempre se puede ser fuerte y, incluso a veces, no importa cuando lo deseen, o nos esforcemos, no siempre podemos tener todo lo que queremos. —sus ojos se encuentran con los mios, se que quiere llorar, que algo la lastima, está rota por dentro y me jode sentir que no puedo hacer nada para sanarla.

—Ven... —la jaló hacia mi para abrazarla, como siempre esperando que intenté alejarme y hacerce la fuerte, pero no lo hace, se queda contra mi pecho sin decir nada.

La quiero... Estoy realmente seguro de eso, y es ese mismo sentimiento que va a llevarme a mi perdición puedo estar seguro de eso.

—¡Señor! —Raum entra sin avisar dañando el momento, Kira se aleja algo ruborizada pero yo solo puedo fulminar con la mirada al imbécil de mi subordinado.


—Por tu bien, que sea importante.

—La corte se a reunido de urgencia señor. —mi ceño se frunció, eso no suele pasar a menudo.


—¿Que lo a provocando?

—La mujer de lord Andras se a quitado la vida. —mi ceño se frunció aún más mientras miro al demonio frente a nosotros, Kira se lleva una mano a la boca mientras tus pupilas se dilatan.

No puedo creer que sea capaz de sentir pena por alguien que le hizo daño.

—Avisa que ya voy para haya.

—Si señor. —Raum sale y volteo a ver a Kira.

—Tengo que irme, prepárate, vestiremos de negro muy pronto. —le doy un beso en la frente antes de dejarla.

Maldita bastarda, se atrevió a quitarse la vida antes de que yo lo hiciera.

REDENCIÓN OSCURA (1# Trilogía Lazos Oscuros) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora