En el receso Nicole se encontraba con Isabel conversando, pero notaba que su mirada se dirigía dónde estaba Maritza con su amiga.
—Ya dime, ¿Por qué últimamente estás pendiente de ella?, no entiendo, si antes ni sabías que existía y ahora no la dejas de ver —dijo Isabel, dejando pensativa a su amiga.
—No sé de qué hablas, no la estaba viendo a ella y claro que sabía de su existencia, si el año pasado me hizo venir para el campeonato de voley solo para tenerme de suplente —comentó recordando ese momento.
—Vamos Nicki, si cuando te puso no recibías ningún balón y cuando tenías que sacar, la pelota no pasaba al otro lado —Isabel se empezó a reír con eso.
—Justamente por eso le dije que no me tuviera en cuenta y aún así me hizo venir solo por ser la capitana —bufó
—Nos hizo venir a todas, esa fue la orden del profesor Rodrigo, tener en cuenta a todas las chicas.
—Como digas Isa —Nicole se puso más seria y le preguntó a su amiga —bueno... ¿A dónde irán? ¿Crees que te den permiso?.
—Le dije para ir al parque que está cerca del acuario, supongo que si, no sé, solo he pedido permiso para salir contigo, por cierto se acerca tu cumple —dijo emocionada.
—Falta todavía pero ni me lo recuerdes, en casa todo anda mal y no tengo ganas de celebrar —Nicole desvió su mirada otra vez hacia Maritza y recordó lo que pasó en el baño la primera semana de clases
Flashback
—Explícame, ¿Qué pretendías con ir a quejarte y decir que yo empecé todo? ¿Qué querías lograr?
Nicole no sabía cómo reaccionar pues tenía muy cerca a Maritza y la empezó a ver bien, era de tez blanca, sus ojos estaban rojos y parecía que quería llorar o ya lo había hecho, sus mejillas siempre estaban rosadas y cuando se avergonzaba se ponía tomatito, su cabello era castaño.
—Te estoy hablando ¿Qué es lo que buscabas? —por fin reaccionó y empujó a Maritza.
—Escúchame muy bien Rossi, no vuelvas a hacer esto, ¿Ok?, y no buscaba nada, no te creas tan importante —quiso abrir pero su compañera no se lo permitió extendiendo su brazo contra la puerta.
—Mira, la verdad no sé que te traes pero bien sabes que fue sin querer lo que pasó pero bien que disfrutaste vengarte ¿Verdad? —se volvió a acercar y esta vez fue ella quien se perdió en sus pensamientos detallando aquel rostro que observaba, Nicole era linda, su cabello era tan negro como el color de sus ojos, por primera vez en su vida sintió que su respiración le fallaba y no sabía si por su ansiedad u otra cosa.
Maritza se asustó por lo que empezó a sentir, no entendía, si ya conocía a Nicole y algunas veces se saludaban, para ella solo era una compañera más y jamas se puso así con nadie y menos con una chica, ¿Por qué está vez sintió diferente? eso era nuevo por lo que decidió olvidar el tema y salir de ese lugar, sus planes se arruinaron cuando escucharon voces.
—¡Nicole!, ¿Nicky, estás? —Maritza le puso sus dedos sobre los labios de su compañera —¿Crees que nos hayamos cruzado? —preguntó la menor a Isabel.
—shuu... silencio —susurró la castaña muy cerca de Nicole —esperaremos un momento ¿o quieres salir ahora? —la pelinegra negó con la cabeza e inconscientemente la tomó de la mano.
Esperaron un buen rato hasta que estuvieran seguras de que Isabel y Kelly ya no estaban.
—Ahora sí podemos salir —Maritza comentó y la pelinegra asintió —ok, me voy —Nicole volvió a asentir con la cabeza pero seguia sosteniendo ambas manos juntas —Martinez, necesito que sueltes mi mano para poder salir.
—Oh sí, lo siento, disculpa —Nicole sentía sus mejillas arder y se separó de su compañera —salgamos —dijo avergonzada con la mirada hacia otro lado.
Fin del flashback
El timbre sonó haciendo que los alumnos regresen a sus aulas
—Pediré permiso para ir con ustedes — Isabel se sorprendió con lo que dijo Nicole con simpleza y solo atinó a mover la cabeza asintiendo —voy a conocerla mejor como dice ella.
Fueron a la biblioteca para recoger unos libros que les pidió su profesor y cuando llegaron al aula, miraron hacia sus asientos, Maritza estaba sentada junto a Edú.
—Anda a tu lugar, yo llevaré los libros al escritorio del profesor —dijo secamente
Isabel fue a su lugar y Maritza la recibió con una cálida sonrisa.
—Permiso Edú, me voy a sentar —expresó la chica con un tono de voz bajo.
—Isabel, Isa Isa te hago un trato, ¿Qué tal si nos cambiamos de lugar? Tú vas con Luz y yo me siento aquí porfa, porfa, a ti te gusta estar adelante y a mi atrás y con eso resolvemos lo que nos hizo la profe ¿Qué te parece?.
Maritza se dió cuenta de la incomodidad de Isabel y amablemente le dijo a Edú.
—Por favor Edú, ve a tu lugar, la profesora ya nos dejó así.
—Cuando nos toque con esa profesora estaremos en nuestros lugares y luego nos volvemos a cambiar, porfa Isabel, di que si.
Isabel iba a ceder y ya iba a agarrar su mochila cuando sintió que alguien se paró a su lado.
—Ni se te ocurra ceder, siéntate, este es el lugar que se te asignó —dijo Nicole con una notable molestia mirando mal al chico.
—Esto es entre ella y yo, no te metas Nicole —respondió el chico viendo fijamente a la pelinegra.
Maritza observaba callada la interacción que estaban teniendo, ella no era de buscar problemas, no le gustaba discutir, siempre quería tranquilidad, por eso le gustaba estar sola, siempre decía que era suficiente con las peleas en su casa.
—Párate —A Edú le molestó como le habló y lo hizo pero acercándose a ella —no me das miedo Rodríguez —Nicole le retaba con la mirada, Edú le dió una leve sonrisa burlona, se acercó al lugar de la pelinegra y botó su mochila.
—Entonces me sentaré aquí ¿Qué te parece? —se sentó en el lugar de Nicole.
La chica estaba ya en su límite, recogió su mochila y la puso sobre su mesa, sujetó el brazo del chico para que se parara pero él la separó bruscamente parándose otra vez frente a Nicole e intentó botar la mochila otra vez.
—Ni se te ocurra —ambos escucharon una voz notablemente molesta, era Maritza quien se acercó a él.
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Frase del día
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Después de Amarte (GL)
Teen FictionMaritza es una adolescente que empieza a relacionarse más con dos compañeras de la escuela. Con el pasar del tiempo empieza a desarrollar sentimientos que no entendía y que, por primera vez los experimentaba. La confesión de una de ellas, logra hace...