Nazario kun acababa de llegar de su ciudad a la prefectura de tokio, Kanto.
Sus padres lo habían inscrito en la Academia Fukurōdani; Estaba muy nervioso por empezar desde 0 en una ciudad que no conocía, con personas que no hablaban su mismo idioma, se sentía triste por eso.
*Sonaba su alarma*
N: Agg, que cansado quedé de ayer. Me cambiaré antes de que sea tarde.
*Se dio una ducha fria para poderse despertar, se cambia y baja a desayunar*
M/N: Buenos días hijo, ¿ya estás listo para empezar en tu nueva escuela?
N: Buenos días mamá, no me siento listo, siento que no encajare *empieza a sollozar*
M/N: *lo abraza* todo estará bien hijo, ya verás que te vas a adaptar rápido a tu nueva escuela.
N: Eso espero, ya me tengo que ir antes de que se me haga tarde.
M/N: Que te vaya bien.
*Se dirige a la escuela y cuando llega se topa con un peliblanco*
N: *se sonroja*
Oye, disculpa, sabes donde queda el salón xxx?
???: *se le queda viendo fijamente*
Oh disculpa, si, vamos en el mismo salón, sígueme.
N:Muchas gracias, disculpa como te llamas?
B: Me llamo Bokuto Kōtarō, mucho gusto...
N:Nazario!! Me llamo Nazario. *Se sonroja por gritar su nombre*.
B:Muy lindo nombre Nazario.
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N: Que aburridas estuvieron las clases.
B: Oye ¿ya estás en algún deporte?
N: ¿Deporte?
B: Si! Yo estoy en el equipo de voley, deberías meterte.
N: Lo pensaré.
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