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iv.

LA MUERTE ES ALGO MUY INESPERADO Y MAS PARA UNA NIÑA QUIEN OBSERVA COMO su familia se derrumba gracias a la noticia de dos muertes, su madre y hermanos lloraron por la muerte de Ser Harwin Strong mientras que su padre por la de su hermana gemela Laena Velaryon ambos murieron debido al fuego cosa que le pareció curioso, sin embargo no soltó lágrimas ya que no conocía verdaderamente a ninguno de los dos difuntos, pero estuvo ahí sosteniendo la mano de su padre quien se le veía realmente devastado.

Marca Deriva era precioso como siempre le recordó, pero le hubiera gustado estar ahí por razones distintas, sin embargo también era la primera vez que veía a su tío el príncipe Daemon ¿o era tío abuelo? No estaba muy segura, además también vio a sus primas Baela y Rhaena con quien comparte edad así que esperaba conocerlas.

- Padre - hablo cuando este fue el único que quedo cerca del mar

- ¿Si, mi perla? - murmura el hombre

- Yo te haré feliz - murmura - La tía Laena esta en un mejor lugar padre, ella no quiere que estés triste -

A ningún niño le gusta ver a su padre triste y mucho menos a Visenya quien ama demasiado a su querido progenitor.

- Mi Visenya - murmura el hombre acariciando su mejilla - No te preocupes por mi, ve con tu madre deseo estar solo por unos momentos, te prometo que te daré tu beso de buenas noches -

Con eso en la mente sube las escaleras hechas de piedra para ver a varias personas, camina directamente hacia sus primas que estaban vestidas de negro mientras parecían querer contener sus lágrimas así que se detuvo buscando algo.

Fue cuando vio dos flores así que en seguida camino hacia las plantas arrancandolas aunque se sintió mal por hacerlos, camino de nuevo hacia sus primas quienes elevaron su vista notando a una niña de cabello castaño, ojos lilas, vestida de negro y con perlas para luego observa que cada uno recibió una flor.

- Lo siento - murmura la castaña - Mi padre hablo mucho sobre su madre, decía que era una maravillosa mujer y siento mucho su perdida -

- Gracias prima - murmura Rhaena

Visenya no lo pude evitar y se sentó en medio de ellas dos para luego abrazarla, su hermano Jacaerys una vez le dijo que tenía un corazón muy sensible porque no soportaba ver alguien triste y siempre debía de hacer algo para calmar esas lágrimas o hacerlo feliz sin importar que sea algo vergonzoso así que abrazo a ambas cosa que las niñas agradecieron profundamente mientras dejaban que su prima calmara sus lágrimas.

Pasaron quizás unos minutos donde las tres niñas hablaban entre sí, Rhaenys sonrío cuando vio a su nieta Visenya consolar a sus primas, la mujer no era ciega y notaba claramente que aquella niña no era su nieta, sin embargo la amaba como a una por su dulzura singular además del amor que siente su hijo Laenor hacia la niña.

- Lo siento mucho abuela - murmura la menor

- Esta bien Visenya - beso su mejilla - Ve con tu padre, necesito hablar con tus primas -

La niña obedeció despidiéndose de ambas niñas para luego caminar entre la multitud hasta poder llegar con un hombre alto de cabello platinado que la observaba con curiosidad así que en seguida dio una reverencia mostrando respeto hacia el hombre quien sonrío divertido ante la actitud de la menor.

- Lamento su pérdida - su voz era aguda, pero sin llegar a ser molesta

- Gracias, princesa - dice Daemon viendo a su sobrina

La niña le mostró una sonrisa dulce para luego retirarse en busca de algún hermano suyo o su madre, al voltear por un lado estaba Jacaerys hablando con las gemelas, del otro estaba Lucerys hablando con su abuelo Corlys y al frente estaba su madre viendo quien sabe que así que al tratar de acercarse En seguida fue detenida así que al voltear se encontró con una mirada como sonrisa traviesas.

- Tío Aegon - sonrío contenta la menor para luego quedarse callada

- ¿Qué sucede Visy, ¿no estás feliz de ver a tu apuesto tío Aegon? - pregunta

- Lo estoy - afirma la menor - Pero estamos en un funeral, no debo de estar feliz -

Aemond simplemente soltó una pequeña risa ante el comentario de su sobrina así que simplemente la toma de la mano para guiarla hacia la playa desierta, no había nadie en aquel lugar más que ellos dos así que esa privacidad era ideal para ser felices juntos, estaban con la mano entrelazada hablando lo que sucedía respectivamente en sus vidas después de haberse despedido.

Aegon incluso recordó por un momento todas las cartas que recibió por parte de Visenya en ese poco tiempo lejos, a lo lejos la reina Alicent observa al lado de su padre como ambos infantes estaban en la orilla de la plata hablando felizmente mientras lanzan rocas al mar, eran uno de esos pocos momentos donde Alicent podía ver a su hijo ser un verdadero príncipe mientras le enseñaba a la pequeña castaña como lanzar una simple roca, pero lo hacía de una manera tal dulce mientras tenía una encantadora sonrisa.

- Visenya es una buena niña - dice Otto Hightower - Sería bueno que su majestad los comprometa, es de las pocas veces que veo a Aegon actuar con decencia -

- Es una buena propuesta, pero Rhaenyra nunca aceptara dejar que su hija se vaya lejos de ella - habla la reina viendo con una sonrisa la interacción

- Solo deben de comprometerse, así al menos Aegon se podrá comportar - aclara el Hightower

Cerca de ahí un niño pecoso se veía sumamente molesto ante las palabras de su abuela ¿Aegon y Visenya? No interactuaba mucho con la niña, pero cuando lo hacia se sentía sumamente especula ya que un calor se expandía desde lo más profundo de su cuerpo hasta extenderse a todo su cuerpo debido a la dulzura de la niña, dulce y bella Visenya, es así como la nombraba cada que pensaba en ella y al voltear se encontraba a esa hermosa castaña con su hermano mayor, no quería que Visenya se casara con su hermano mayor Aegon.