Aquella tarde, Suguru estaba en mi cuarto como de costumbre. Estaba sentado en mi cama, con las piernas cruzadas y su teléfono en la mano, mientras yo estaba tirado en el suelo, jugueteando con una caja de caramelos que había encontrado en mi escritorio. Todo era tranquilo, hasta que de repente, noté que su tono de voz cambió. Levanté la vista y vi que estaba hablando por teléfono, probablemente con sus padres. No le di mucha importancia al principio, pero entonces escuché algo que casi me hace atragantarme con uno de esos malditos caramelos.
—Sí, mamá. Estoy saliendo con alguien.
¿Qué? ¿Qué estaba haciendo? ¿De verdad estaba diciendo eso en voz alta y a sus padres?
Me quedé en silencio, mis ojos fijos en él mientras seguía hablando. Pude ver cómo sus labios se curvaban en una ligera sonrisa, esa sonrisa que siempre me volvía loco, pero esta vez me hizo sentir un nudo en el estómago. No sabía si quería saltar de la emoción o salir corriendo de la habitación. No estaba preparado para esto. Para nada.
—Sí, mamá. Se llama Satoru —escuché que decía, como si fuera lo más normal del mundo. Yo, por otro lado, estaba a punto de perder la cabeza.
Suguru continuó hablando, y aunque no podía escuchar la voz de su madre, pude imaginar que estaba feliz por él. No sabía nada de mí, ni de nuestra situación complicada, ni de la presión que ambos sentíamos por todos lados. Y, sin embargo, estaba feliz porque su hijo estaba feliz. Era una idea tan simple y reconfortante, pero al mismo tiempo, sentía como si el peso del mundo se hubiera duplicado sobre mis hombros.
Mientras él seguía con su conversación, intenté concentrarme en cualquier otra cosa, en los dulces que tenía en la mano, en la ventana abierta que dejaba entrar un poco de aire fresco, pero todo parecía desvanecerse en el fondo. Lo único que podía escuchar era el sonido de su voz, ese tono calmado y relajado que usaba solo cuando estaba realmente cómodo.
Finalmente, colgó y se volvió hacia mí, con esa misma sonrisa en su rostro. Una parte de mí quería gritarle por no avisarme antes, pero otra parte, una parte más grande, estaba increíblemente conmovida por el hecho de que hubiera compartido algo tan personal con sus padres. Era un paso enorme, y no estaba seguro de estar listo para enfrentarlo, pero también sabía que no podía huir de esto.
—¿Estás bien? —preguntó, acercándose a mí con esa mirada preocupada que solo él sabía poner.
—Sí... —respondí, aunque mi voz salió un poco más aguda de lo que me hubiera gustado—. ¿De verdad les dijiste eso?
Suguru se sentó a mi lado y asintió, su expresión se suavizó.
—Sí. Y... fue bien. Mi mamá está feliz si yo lo estoy —dijo, y podía ver que lo decía en serio.
Tomé un respiro profundo, intentando procesar todo. Esto no era algo que me hubiera esperado, pero no podía negar que me hacía sentir algo cálido en el pecho.
—Eso es... genial —murmuré, sin saber muy bien qué más decir.
Suguru rió suavemente y tomó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos.
—No tienes que preocuparte por nada, Satoru. Ellos solo quieren que yo sea feliz, y tú... —hizo una pausa, su mirada se suavizó aún más, y me dio un ligero apretón—, tú me haces feliz.
Sentí que el nudo en mi estómago se deshizo un poco, pero todavía había una parte de mí que no podía evitar pensar en las repercusiones, en lo que podría significar para nosotros en el futuro. Pero, en ese momento, cuando él estaba tan cerca de mí y todo parecía estar bien, decidí dejar de preocuparme por lo que podría pasar y simplemente disfrutar del momento.
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Stay with me I /Satosugu (completada)
Fanfiction-Cuando nos graduemos, nos casamos. ... -Está bien. Nos graduamos, y nos casamos. No sé cómo vamos a hacer que funcione, pero lo haremos. Ambientado en el mundo y canon de jujutsu kaisen/ Desde la perspectiva de Satoru