Different worlds soojun

Problemas internos

Yeonjun suspiró por ultima vez, estaba cansado, no había dormido bien toda la semana, su mente no lo dejaba hacerlo, se revisó en el espejo una última vez arreglándose el cabello húmedo y revisando que su ropa estuviera bien puesta, salió del baño encontrándose de nuevo con Hwang, este le dedicó una sonrisa pero no hubo una de regreso, el castaño no entendía por qué Yeonjun actuaba raro desde que llegó.

—Hyunjin, creo que esto se acabó.

—Pero... no, por favor Yeonjun sabes que ambos nos beneficiamos de esto.

—Encontré un trabajo Hyunjin— se acercó y acomodó su cabello rebelde tras la oreja, Hyunjin no entendía mucho pero sabía que no aceptaría— ahora puedo recibir un pago decente y pagar la universidad.

—Pero Yeonjun...

—Tú tienes a Félix Hyunjin y sé que dices que no quiere hacerlo contigo, pero me temo que amar no solo es sexo y ya Hyunjin— un silencio inundaba la habitación entera— él te ama eso yo mismo lo vi y él desea vivir de forma correcta contigo, por favor no lo arruines.

—Yeonjun, ¿es porque ...

—No hay razón, simplemente no puedo seguir Hyunjin, solo entiéndelo por favor.

Preparó su mochila, como todos aquellos días en que frecuentaba al castaño intercambiando vienes monetarios a cambio de un poco de sexo, esta vez era la última, habría tomado la decisión mucho tiempo atrás, Hyunjin solo lo observó en silencio, se levantó de la cama buscando algo en su mochila.

—Toma—le entregó un perfume— siempre olías bien cuando nos reuníamos y encontré este perfume que huele algo similar, resulta que la hermana de Félix lo usa— no entendía nada— creo que seguiremos siendo amigos ¿no? Después de todo siempre estuviste cuando no podía más y eres el único que sabe casi todo de mí.

—Hyunjin

—Tómalo como un regalo y un recuerdo por favor— tomó el perfume y lo guardó en su mochila, Hyunjin le dio un abrazo, sabia que lloraría pero debía hacerlo a pesar de ello. — gracias por darme este empujón en serio.

—Descuida, eres fuerte, lo lograrás aunque sea difícil.

Salió de aquella habitación de hotel en silencio, uno tras otro paso hacia el elevador, revisó sus mensajes de nuevo, una vez más.

'Yeonjun revisa quién es? por favor hijo'

Lo apagó de nuevo, necesitaba ver a la doctora de inmediato, eso era lo más urgente, se salía de control de nuevo y no podía permitirlo, no ahora que estaba tan bien. Revisó los números al tiempo que subía al elevador cuando alguien detuvo el cierre de las puertas, era un niño pequeño con una pelota en sus manos.

—Usted es una de esas princesas de cuentos?

Le miró sin comprender.

—No? Es que se parece a los dibujos que ve mi hermana en la televisión me llamo Niki ¿usted cómo se llama?

—Yeonjun.

—Ah, lindo nombre señor.

Salió como una bala apenas se abrieron las puertas en el primer piso, le agradaba ese niño tan confiado, recordaba sus días de niño. Subió al autobús tratando de llamar a Soyeon pero esta no respondía, quizá la doctora lo atendiera sin cita previa, después de todo era urgente verla, bajó en la estación más cercana, estaba a unas dos calles de la clínica, caminando unos diez minutos máximo, sin embargo una llamada entró, contestó al ver que era su madre.

—Yeonjun puedes ir por Rosé por favor, se metieron en problemas y las suspendieron pero yo no puedo ir porque mi jefe no me lo permite te lo agradecería mucho cariño.