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El camino hacia la casa fue silencioso pero comodo, Yoko incluso casi se duerme al sentir las caricias en su cabello. Nunca dejando de ser abrazada hasta llegar.

-Amor, estamos aquí-le murmura suavemente Faye, Yoko niega y se abraza más a ella si es que es posible-. Amor, vamos, comamos algo y luego puedes seguir durmiendo.

-¿Contigo?

-Conmigo-acuerda con una pequeña risa por lo tierna que es su esposa.

Yoko sale de sus brazos con un rostro adormilado, estaba demasiado en paz como para hacer algo. Aún así, Faye logra hacer que baje de la camioneta y mire hacia la casa frente a ellas.

Es increible que diga esto, la casa anterior ya era grande, pero esto era gigante. Yoko cree que se va a desmayar en cualquier momento de tanto lujo.

Su esposa la toma de la cintura, camina con ella hasta la puerta principal (que en realidad es más alta que una puerta normal) y de nuevo todo es abrumador. Necesita calmarse, de verdad. Ha sido mucho por lo que pensar ultimamente.

Amablemente saluda a cada persona que se encuentra, ya sea una de las señoras de la limpieza o uno de los rudos hombres que acompañan a Faye a todas partes. Para ella, todos merecen ser saludados y Faye sonríe haciendo lo mismo. Algo que claramente impresiona a sus empleados, pues la mafiosa que conocen es fría y a penas les mira.

Faye sabe que está siendo blanda pero no lo ve como una debilidad. Ella adora a su esposa, ¿por qué amargarse ocultando algo tan obvio?

Despues de una media hora, ambas están comiendo juntas en el comedor del tamaño de un salón de baile. Las empleadas sirvieron la comida y se alejaron para darles privacidad, pero Yoko sabe que hay más hombres grandes cerca de ellas vigilando.

-Ya puedes decirme qué ocurre-Faye de verdad luchó con darle su tiempo, sin embargo Yoko ha estado extrañamente callada.

-Estoy bien.

-No me mientas, Yoko.

Ha sido dura, seria, demandante. Pero sobre todo fría. No estaba la calidez de su suave voz. Yoko entonces sabe que no está hablando con Faye su esposa, sino con la mafiosa.

-Estoy... pasando por mucho-se rinde, mentir no le ha traido nada bueno-. No sé, es complicado. Literalmente desperté y estaba casada con alguien que no conozco, tienes toda esta vida con lujos y peligros... Es normal que me sienta así, ¿no crees?

Faye se suaviza, Yoko no quiere verla pues cree que va a llorar. -Amor...

-Todo es demasiado para mí. La semana pasada estaba en Estados Unidos reportando mi bici robada y ahora estoy en Tailandia en una casa que ni siquera trabajando diez vidas seguidas podría conseguir.

Faye toma su mano sobre la mesa, acariciando lentamente ella descubre que odia que Yoko llore de esa manera. Sus ojos brillan, sí, pero no quiere que sea por lagrimas.

-Cariño, entiendo-le asegura usando nuevamente esa voz tranquila-. Yo debí pensar más en ti y como te haría sentir todo esto. Lo siento.

-No te disculpes, yo... Ugh-niega intentando respirar más calmada-. Tú has sido perfecta todo el tiempo, no puedo creer que te casaste conmigo. Una loca ebria te propone matrimonio y dices que sí, ¿qué ocurre contigo? Es tan tonto. No tenías que hacerlo por pena.

Faye se mueve de su lugar hasta arrodillarse cerca de Yoko, con sus manos toma su rostro y sus pulgares limpian las gotitas que caen lentamente. -Nada de esto es por pena-le asegura seriamente-. Tengo mis razones, no las diré aún, pero jamás se me cruzó por la cabeza que sea eso. Eres maravillosa, Yoko, no pienses mal de ti. Y sé que todo es mucho para ti, así que iré más despacio, ¿sí? Tú dime todo lo que piensas, me interesa saberlo y arreglar lo malo para hacerte feliz.

 Y sé que todo es mucho para ti, así que iré más despacio, ¿sí? Tú dime todo lo que piensas, me interesa saberlo y arreglar lo malo para hacerte feliz

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DUDA, ¿les gustaría que el fic sea Faye G!P? a mi me da igual la vrdd pero quizas ustedes prefieren normal, no sé, diganme

gangsta | fayeyokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora