Darilú Stevens nunca imaginó que su vida cambiaría tan drásticamente al cruzarse con Javon Wanna Walton. Era una chica común, con sueños y anhelos como cualquier otra, hasta que los ojos intensos de Javon se posaron en ella. Desde ese instante, su m...
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Es un sábado por la tarde, y Darilú ha sido invitada a la casa de los Walton para pasar el día con Javon y su familia. Aunque los nervios la atacan un poco al pensar en conocer mejor a la familia de Javon, también está emocionada. Quiere integrarse y hacer parte de ese mundo que tanto significa para él. Darilú tocó el timbre de la casa de los Walton, y antes de que pudiera prepararse, la puerta se abrió de golpe, revelando a Jayla, la hermana mayor de Javon.
—¡Lu! —Jayla la abrazó efusivamente antes de que ella pudiera decir algo—. Estábamos esperándote, linda. Vamos, entra, entra.
Darilú sonrió ampliamente mientras cruzaba el umbral de la puerta. El ambiente en la casa era cálido y acogedor, lleno de risas y una energía vibrante que le resultaba contagiosa.
En el salón, Jaden, estaba tirado en el sofá, con una bolsa de papas fritas en la mano.
—¡Lu! —exclamó al verla—. Ven aquí. Necesito que me ayudes a elegir la próxima película que vamos a ver.
Darilú se rió y caminó hacia él, sentándose en el sofá y tomando un puñado de papas fritas de la bolsa.
—¿De verdad? —dijo con una sonrisa burlona—. ¿Otra vez películas de acción?
Jaden fingió estar ofendido.
—¿Cómo lo sabes? —preguntó, haciendo reír a Darilú aún más.
En ese momento, Javon apareció desde la cocina con un refresco en la mano para Darilú, mirando la escena con una sonrisa posesiva pero tierna. Le encantaba ver cómo Darilú se integraba con su familia, como si siempre hubiera sido parte de ella.
—Hey, bonita.—dijo mientras se sentaba a su lado, su mano encontrando la suya de manera natural—. ¿Te estás divirtiendo?
Ella asintió, apretando suavemente su mano.
—Sí, tu familia es genial, Javon. —Y luego, dirigiéndose a todos en la habitación.— Gracias por hacerme sentir tan bienvenida.
Jayla sonrió mientras se acercaba con un bol de palomitas.
—Eres parte de la familia ahora, Darilú. Así que prepárate, porque una vez que entras, ya no sales.
Todos rieron, y mientras se acomodaban para ver la película, Javon no pudo evitar sentirse agradecido. Darilú estaba allí, justo donde él la quería: en su mundo, rodeada de su familia, cada vez más cerca de él. Después de un maratón de Rápidos y Furiosos,Javon llevó a Darilú con él a su habitación.
—Es muy linda tu habitación Jav.—Dijo sentándose en su cama.
—¿Te parece?.
—Si,es linda.
—No más que tú.
—¡Javon! estamos hablando de la habitación.—contesto avergonzada.