I LOVE YOU, BOY | YOONMIN

13

Capítulo 13: Mantener la calma

Yoongi se había encerrado en su estudio, dejando atrás la calidez de la habitación donde había pasado la mañana con sus hijos y Jimin. El contraste entre el bullicio familiar y la calma fría de su oficina era palpable. El peso de las responsabilidades volvió a caer sobre él con una fuerza abrumadora. Apenas se sentó en su escritorio, su teléfono comenzó a sonar. Era Seoyeon.

—Seoyeon, dime -contestó, intentando sonar más enérgico de lo que realmente se sentía.

- Yoongi, tengo malas noticias, los Yuu estarán en Seúl en menos de una semana. Necesitamos preparar todo. No tenemos nada listo aún -la voz de Seoyeon era tan profesional y directa como siempre, pero Yoongi detectó un leve tono de urgencia.

La preocupación se instaló en su pecho. Este trato con la empresa constructora de los Yuu era crucial. Ser el primer empresario coreano en tener un hotel en cada distrito del país era un sueño ambicioso, pero alcanzable. Sin embargo, con su celo inminente y los síntomas ya presentes, se sentía atrapado entre sus deberes profesionales y sus necesidades biológicas.

-Seoyeon, estoy preocupado. Mi celo está cerca, los supresores solo lo ralentizarán un poco. No estoy seguro de cuánto tiempo podré mantenerme funcional -admitió, sintiendo una mezcla de frustración y vulnerabilidad.

-Entiendo. No te preocupes, iré a tu casa para organizar todo. Los tres días que los Yuu estén aquí serán críticos, pero manejaremos esto juntos. Además, podemos planearlo en función de tu disponibilidad -respondió ella, con una seguridad que logró calmar parcialmente la inquietud de Yoongi.

Seoyeon prometió llegar pronto para comenzar a planificar, dejando a Yoongi momentáneamente aliviado. Mientras esperaba su llegada, abrió el correo electrónico y comenzó a revisar los gráficos y documentos que la mujer le había enviado. Los datos sobre la empresa constructora de los Yuu eran impresionantes. La rapidez y eficiencia con la que operaban era casi legendaria en toda Asia.

Yoongi repasó los planes para el proyecto del hotel. Su objetivo era construir una cadena de hoteles en todos los distritos de Corea del Sur, algo que nadie más había logrado. Esto no solo consolidaría su posición en el mercado sino que también revolucionaría la industria de la hospitalidad en el país. Cada gráfico, cada proyección financiera y cada análisis de mercado mostraba el potencial de éxito. Pero el tiempo era crucial, y cada día contaba.

La fiebre seguía afectándolo, y se sintió mareado mientras intentaba concentrarse en los detalles. Sabía que el estrés no ayudaría a su condición, pero tampoco podía permitirse el lujo de descansar.

Seoyeon llegó finalmente, con su habitual eficiencia, llevando consigo una montaña de carpetas y documentos. Se instaló rápidamente en el estudio y comenzaron a trabajar. Ella era meticulosa, asegurándose de que cada detalle fuera cubierto, desde las reuniones con los Yuu hasta las presentaciones y los recorridos por los sitios potenciales de los hoteles.

-Yoongi, necesitamos asegurarnos de que estás presente en las reuniones clave. Tu presencia es esencial para cerrar este trato -dijo Seoyeon, mientras organizaba los documentos sobre la mesa.

-Lo sé, yeon. Haré todo lo posible por estar allí, pero debemos tener un plan de contingencia por si mi celo se adelanta -respondió, su voz cargada de determinación.

-Lo haremos. Podemos organizar las reuniones más importantes al principio y dejar los recorridos para cuando tú estés disponible. También puedo cubrir algunas de las presentaciones si es necesario -propuso ella, demostrando una vez más por qué era indispensable para la empresa.