Decir que no estaba nervioso sería la mentira más grande jamás antes dicha, pero toda la culpa en ese instante la tenía Park Jay, y Jungwon estaba a punto de cometer el acto de asesinato hacia su novio.
Aquel día, o mejor dicho, tarde; Heeseung estaba a punto de casarse con el bonito australiano, después de casi nueve años de noviazgo, y la pareja contraria debía llevar el par de anillos que unirían a ambos.
Ahí el problema.
— ¡No puedo creer que hayas perdido los anillos Park! — El grito resonó por toda la sala de la casa Lee, solo faltaban unos cuantos minutos para que la ceremonia diera inicio y aquella cajita donde descansaban aquel par no aparecía por ningun lado.
— Te juro que estaban en mi bolsillo cuando subimos al auto — Era fácil poder ir y comprar unos nuevos, pero, no sería fácil encontrar quien grabara los nombres de sus amigos en menos de dos minutos.
— ¿Qué buscan? — La pareja que estaba sumida entre los cojines del sofá buscando, giro su vista en dirección a la madre de Park, quien lucia un hermoso vestido entallado.
— Los anillos — Respondió de manera rápida el pelinegro, mostrando una notable mueca de preocupación.
— ¡oh! Jay, me los diste para que los guardará junto con-
— ¡Cierto! Ya lo recordé — el repentino grito interrumpiendo a su madre, exaltó tanto a Jungwon como a la pelinegra. — Gracias mamá.
Decir que el castaño le proporciono un golpe suave a su novio, sería una mentira. Lo había hecho ir al departamento que compartían más de cinco veces en una hora, buscar por todo el piso, alfombra e incluso entre la ropa sucia, y ahora, iban tarde a la boda.
La ceremonia transcurrió como cualquier otra, hubo lágrimas, sobre todo por parte de la madre de Heeseung, quien firmemente creyó que su único hijo se quedaría soltero y en su cueva toda su vida, así que verlo casarse siendo todo un adulto con un grandioso futuro, fue la memoria más hermosa que pudo quedar grabada.
Y como buen amigo y fotógrafo que era Jungwon, no pudo evitar tomar todas aquellas hermosas y profesionales fotografías del evento, guardando todos y cada uno de los recuerdos en papel fotográfico.
La fiesta fue todo menos tranquila, y al día siguiente nuestra pareja protagonista llegó casi arrastrando sus pies al departamento, donde maeumi los recibió con la misma energía, pero el pobre cachorro cada vez era más flojo.
Una semana después, cuando ambos ya habían descansado lo suficiente, Jay invito al bonito castaño a una cita, Jungwon al principio creyó que lo estaba secuestrando al no ver la más mínima civilización y fuera remplazada por la naturaleza, luego de un buen rato, ambos llegaron al campo de flores, donde el rizado no pudo evitar sonrojarse al recordar lo que ambos vivieron allí.
Me gustas.
Ahí, en ese mismo campo, esa misma época, pero años diferentes, Jay se confesó por primera vez. El picnic fue silencioso, aves cantando y ellos riendo cada tanto, el sol pronto comenzó a bajar, dejando que la tarde fuera cada vez más perceptible.
— Hee me mando fotos de su luna de miel, ahora están en una playa — Jungwon hablo suave mientras dejaba caer su cabeza sobre las piernas de su novio y mordía un pedazo de mango.
— Realmente no creí que Heeseung seria el primero que se casara.
— Yo tampoco — El mango que el menor se estaba comiendo, se terminó, obligando a este a levantarse de la comodidad en las piernas de Park, para buscar un servirse un poco más, dándole la espalda al mayor.
— ¿Recuerdas cuando nos casamos? —
— ¿De que hablas?, nosotros no estamos casados — Jungwon dejó salir una risa leve.
— Entonces, ¿puedo tener el honor de casarme contigo? — Aquellas palabras lograron que castaño se girará de manera rápida en dirección al mayor, observando como este se arrodillo y abrió una pequeña caja de terciopelo, dejando a la vista un bonito anillo plateado. — Jungwonie, me gustas desde que era solo un adolescente que lloraba por todo, te amo desde el primer día, estoy tan enamorado de ti, cada día más, cada segundo creo, no, estoy seguro, que te amo más que el anterior, eres mi vida entera y me aterra la idea de perderte de nuevo, quiero tener un futuro contigo, y si me lo permites, empecemos siendo una familia.
— Jay. . .yo te amo, lo he hecho incluso cuando no lo sabia, te ame sin darme cuenta, y te dañe mucho. . .no quiero hacerlo de nuevo, tengo miedo.
— Esta bien. . .todo esta bien ahora, cielo.
— Sí, quiero casarme contigo, quiero que seamos una familia.
El mayor no pudo evitar sonreír en grande, lanzándose en un abrazo al de cabello rizado y seguido, dejar un gran beso sobre sus labios.
El anillo encajaba perfecto.
Ya nada más queda uno 😭😭
¿Ya están leyendo viento y melodía?
Lxs amo <3
Lili
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Los versos de un tonto guitarrista - Jaywon -
FanficYang Jungwon sabía grabar y editar. Park Jay sabia tocar la guitarra y cantar. Dos chicos completamente diferentes, la misma noche, en el mismo bar. ● Historia de mi autoria ● Completamente mía ● Cualquier parecido es mera coincidencia. ● Historia...