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  La alfa peli negra en un tono azulado se encontraba recostada en el sofá de su casa, mandando uno que otro mensaje entre risas discretas.

  Había tenido un día estrenado, tuvo que salir de la universidad enseguida causante a una llamada de tobio, su abuelo había tenido una recaída en su enfermedad y al parecer se encontraba mal. Tuvo que faltar al trabajo para llegar lo más rápido posible, en el camino se comunico con el médico el cual le dio una sugerencia de medicamentos y que mañana iría a darle una visita a su casa.

   El estrés le generaba cierta ansiedad, su día siempre es atareado y no era muy fan de eso pero aún así no veía que fuera tan mala su vida, aveces renia platicas con tobio aún que la mayoría eran de voleibol. En su tiempo de secundaria jugo un tiempo pero perdió el interés al pasar a preparatoria pero aun así lo escuchaba atentamente hasta que lo molestaba con algo y aún que tobio era algo torpe captando las cosas le generaba risa a ella.

  En cuanto llego después del incidente de la entrada subió al cuarto de su abuelo, al ver que estaba controlada la situación gracias a tobio bajo a la sala dispuesta a relajarse, lo cual hizo sin dudar.

  Después de un largo rato pudo distinguir el ruido de unos pasos bajar las escaleras de su casa, el aroma de las feromonas que se aproximaban eran suaves y relajantes, como la vainilla, su hermano se hacercaba a ella y no estaba solo.

  Unas débiles feromonas a café penas se notaban por sus fosas nasales. Le pertenecían a su abuelo.

  — ¿No deberías estar en cama? — No aparto la mirada de su teléfono.

  — ¿Tu no deberías estar limpiando tu cuarto? — el hombre de edad avanzada se sentó con dificultad en el sillón que estaba a lado soltando un gran suspiro — Este viejo aún tiene suficiente energía para caminar — afirmó con orgullo.

  — Si, aja, claro te creo — rio entre dientes.

  — Más respeto — se estiro lo suficiente para darle un golpe en la cabeza con sus nudillos.

  — ¡Ah! — su mirada se aprato de su teléfono y fue dirigida a su abuelo con un puchero de reproche — ¡Eso duele! —

   El anciano refunfuño cin molestia cruzando los brazos.

   Ella soltó una risa traviesas con diversión.

  Su mirada recordó la habitación hasta encontrar la mirada curiosa de Tobio, estaba parado en el margen de la puerta observando todo en silencio. Nuevamente recordó el incidente que se encontró en el margen de su puerta hace unas pocas horas atrás.

  — Entinces Tobio...  — Aclaro su voz — ¿Tienes novio? —

  Su abuelo que miraba el periódico que estaba en la mesita de estar serca del sofá terminó rompiendo este mirando alarmadamente a su nieta — ¡Miwa! ¡No digas esas cosas! — regaño — ¡Tu hermano no piensa en tales cosas, aún aún muy chico para eso! —

  — ¡Oh vamos! — dijo tomando una mejor postura en el sofá, sentándose correctamente — no me digas que no notaste el aroma que llevaba Tobio días atrás en el — con su dedo índice toco sus labios haciendo una mirada pensante — ¿Entonces tobio, como es tu novio? — tenía curiosidad de saber cual de los 3 chicos que vio era su novio tenia que admitir que los 3 eran bastante apuestos. Aunque también se pregunta por qué uno de ellos estaba durmiendo enfrente de su casa.

  — No es mi novio... —  Se sentó junto a su hermana regalándome una mirada discreta a su abuelo, mala idea, su cara era indescriptible, parecía enojado, sorprendido y atonico al mismo tiempo lo que le genero un suave sonrojo al omega.

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⏰ Última actualización: Aug 24 ⏰

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