En un largo día de entrenamiento para los próximos partidos a los que se enfrentará la Selección Argentina, Enzo Fernández no podía sacar sus ojos de encima de su compañero de equipo Julián Álvarez. Cada movimiento que el cordobés hacia Enzo seguía milimetricamente con la mirada, le encantaba ver como la cola de Julián rebotaba con distintos ejercicios y estiramientos, se sentía un pajero cuando miraba, pero era imposible no hacerlo.
Los shorts que el mayor usaba resaltaban muy bien sus atributos y si se enfocaba mucho hasta podia ver el controno de los slips que el cordobes se ponía, hacían que a Enzo se le caiga la baba de a momentos.
Ya finalizado el día vuelven derrotados a la habitación de hotel que comparten (cábala que tienen desde que ambos jugaban en River). Al entrar se miran el uno al otro y se dan cuenta que están cubiertos en sudor, tierra, pasto y barro.
- Boludo deberíamos ducharnos, damos asco mira tu pelo - Propone Enzo tocando los rulos de su amigo los cuales estaban muy duros.
- Pero no sé cómo voy a hacer para limpiarme todo el cuerpo yo solito culiado, voy a necesitar ayuda - Responde el mayor mientras se empieza a bajar lentamente sus shorts blancos quedando en calzoncillos frente a su compañero.
- Sos un guaso vos. - Dice el bonaerense entre risas sin creer lo que acababa de salir de la boca del otro.
- Te espero en el baño bombón - El delantero se dirige lentamente al baño mientras de saca su camiseta de entrenamiento y antes de cerrar la puerta mira a Enzo con una sonrisa juguetona. - No tardes mucho. - Agrega para luego encerrarse en el baño.
Enzo quedó boquiabierto con lo que acababa de suceder, estuvo esperando este momento toda su vida. Desde que conoció a Julián éste siempre lo volvió loco, pero nunca se animó a dar ningún paso o tirarse a la suerte así que siguió con su vida tranquila y normal con su novia Valentina, pero el cordobés siempre estaba en su cabeza las 24 horas del día por más que no hablen tan seguido cuando cada uno está en sus respectivos clubes.
El centrocampista no entendía lo que estaba a punto de vivir, Julián lo había invitado a que se duchen juntos totalmente de la nada después de un entrenamiento común y corriente, ¿Esto era real?, pero Enzo no lo pensó demasiado, se desvistió quedando como Dios lo trajo al mundo y entró al baño con mucha emoción para encontrarse a su amigo totalmente desnudo de espaldas mientras se enjuagaba el pelo. La imágen parecía sacada de uno de esos sueños húmedos que solía tener, tenía a Julián y a su tremendo culo a su disposición, y esto lo ponía más duro que una piedra.
- Pensé que no venías más culiado - Saluda el mayor notando que la puerta se había abierto.
Enzo se mete en la ducha agarra el jabón y lo empieza a frotar por la suave espalda de su amigo apreciando cada detalle de su cuerpo en el proceso.
- No sabes cuanto esperé para tenerte así al frente mio hijo de puta - Agrega el menor soltando el jabón y acariciando con suma delicadez la piel de Julián con sus manos como si éste estuviera hecho vidrio.
- ¿A sí?, demostramelo entonces mi amorazo - Responde el cordobés.
El bonaerense abraza a Julián por detrás y empieza a besar euforicamente su nuca, pasando por sus hombros y espalda alta, no iba a dejar ni un centímetro de su chico sin explorar.
El cuerpo del mayor hacía que Enzo pierda su eje, era tan perfecto que parecía hecho a mano por los mismísimos dioses, enviado a la tierra para tentar a los humanos con su belleza y él lo tenía al frente suyo desnudo a sí disposición, era demasiado bueno para ser verdad.
Enzo, quien seguia abrazando a Julián apoya su cabeza contra la de su amigo para sentirse aún más cerca de él, cuando el cordobés arquea la espalda para apoyar su culo contra la pija del morocho.
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El chico de mis sueños | Julienzo
FanfictionEnzo Fernández uno de los jugadores de fútbol más famosos del mundo se siente atraído por su amigo y compañero Julián Álvarez, ¿Sentirá Julián lo mismo?